lunes, 1 de octubre de 2007

¿CRITICAS DE ARTE?



"Evidenciar la irrupción de las formas a partir de la materia bruta, inculta sin intervenir, como si la piedra o el hierro se hubieran convertido en sustancias dúctiles, maleables y muy plásticas, que a veces ni siquiera esperan la intervención de energias o voluntades ajenas a ellas para ponerse en movimiento. Esa ha sido una de las características de la escultura de Alberto Bañuelos quien consigue en su obra que estos duros materiales respiren o latan, se levanten y retuerzan, plieguen o abomben la piel que sus piezas nos ofrecen, dando la impresión de estar dotados de una voluntad misteriosa y autónoma que va a manifestarse rompiendo la membrana superficial de sus propias esculturas. Gracias a un saber hacer tradicional de pulcra factura, siempre manufacturado, aunque a veces cueste creerlo".

Este es el tipo de crítica literaria, tomada de una revista de Arte, donde parece que se dice mucho pero no se dice nada de la obra.


El comentario que aparece en la web http://www.renfe.es/escultura/obras/leon.htm creo que va mejor encaminado, aún a pesar de asimilar la escultura a la medicina:


"De entre las diversas actitudes que brinda el arte para relacionarse con la Naturaleza, Alberto Bañuelos ha escogido una de las más modestas, a menudo hasta aparentemente anónima. Las distintas materias que el escultor escoge -piedra de calatorao para "Paisaje" y basalto para "León"- son sometidas a una manipulación harto respetuosa, como si Bañuelos tratase de no desposeerlas de la autonomía inicial que poseían cuando se encontraban "in situ". La presencia de esa intervención queda reducida, por tanto, a unos pequeños signos propios del tallado, con un criterio no tan alejado del que pudo poseer un escultor prehistórico; pero que bastan como en el caso de tantas piezas encontradas del Neolítico para encontrar la impronta del hombre. Es por eso, sin duda, que se ha dicho que es un buen exponente de lo que se podría definir como "escultura-escritura" ya que sus signos hacen a veces de intermediarios entre la materia y el sentido que, dexcontestualizada, cobra esta para los espectadores. O dicho de otro modo: el escultor trata de hacer hablar a la Naturaleza buscando nuevas formas semióticas".

PAISAJE es la foto de arriba y LEÓN es la de abajo.

En mi modesta opinión la crítica primera corresponde a un literato que hace una exhibición de lo bien que escribe pero que nada sabe de escultura. En el caso de la segunda es evidente que el autor si sabe de escultura y capta perfectamente lo que hace y como hace el escultor, bastante poco, aunque con dominio, de forma que deja la piedra casi como estaba. La verdad es que hace algo más que Duchamp.
Puesto que critico al crítico, no me queda más remedio, con el riesgo de estrellarme, que realizar mi propio análisis de la obra de Bañuelos.

La obra de Bañuelos es el resultado de coger una piedra y hacer sobre ella lo mínimo, pero de forma que se note su huella, así algunas de sus obras dan la sensación de inacabadas o bien que una vez terminadas se han roto por un mal golpe. Demuestra una técnica depurada, lo que suele expresarse como que sabe el oficio, aunque su saber lo utiliza para experimentar sobre diversos materiales realizando formas simples como esferas, prismas, botones, agujeros, cilindros, lentes, etc. Se ve en la intención del escultor que quiere dejar claro que esas formas surgen de la piedra gracias a su intervención, por lo cual se ve la piedra amorfa que envuelve a la forma definida por él. En síntesis, produce la impresión de que cada una de sus obras es una pequeña lección magistral con una didáctica clara, tanto como decir: así se hace una esfera, o ved como se resuelve un prisma, así se construye un agujero... Es semejante a como yo enseño a dibujar a mis alumnos, poniendo sobre la mesa una esfera, cilindro, cono, prisma...y sobre esas figuras básicas les enseño a construir sobre el papel con un lápiz o con un carbón. La diferencia es que mis alumnos y yo no nos quedamos ahí, si no que eso es solo el comienzo para después saber construir una naturaleza muerta, un paisaje, un retrato o un desnudo humano. Vamos que creo que se queda un poco corto y se muy bien que no es el único, mas bien es una tendencia muy generalizada.

Si queréis ampliar información sobre este escultor podéis entrar en:

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me han gustado mucho unos palotes que además me sevirían para sujetar una hamaca.
maldita sea, es que no me va con el color rosa del jardin, ¡mecachis!

El material perfecto, ati-babis, si fuera alcalde lo ponía en tdos los jardines de infancia