sábado, 20 de marzo de 2010

RENOIR










PIERRE-AUGUSTE RENOIR (1841-1919), nació en Limoges. Era el cuarto hijo de cinco, cuyo padre trabajaba para un sastre. A los 13 años tuvo que buscar empleo para contribuir al sustento de la familia. Entró a trabajar en un taller de pintura de porcelanas. Asistió a las clases de la École des Beaux-Arts (1862/1864) y allí conoció a sus amigos.

Aunque perteneció a la escuela impresionista, pronto se separó de ella por su interés por la pintura de cuerpos femeninos sobre los paisajes.

Renoir, es la interpretación más sensual del impresionismo, más inclinada a lo ornamental y a la belleza. No entró en la parte negativa de la vida, como a veces hicieron Manet y Van Gogh y siempre mantuvo contacto con la tradición estando en relación con los pintores del siglo XVIII como Watteau.

En sus obras podemos ver la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son trabajadores. Sus personajes se divierten, en una naturaleza agradable. En este aspecto le podemos emparentar con Henri Matisse, a pesar de sus estilos distintos. Trató temas de flores, escenas dulces de niños y mujeres y sobre todo el desnudo femenino, que recuerda a Rubens por las formas redondeadas. En cuanto a su estilo y técnica se percibe un fuerte influjo de Corot.

Renoir posee una vibrante y luminosa paleta que hace de él un impresionista diferente. Entre sus obras más representativas tenemos "El palco", "El columpio", "El Moulin de la Galette", "EL ALMUERZO DE LOS REMEROS", "Bañistas"…

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