sábado, 19 de octubre de 2013

LA COMPOSICIÓN: EL ESPACIO

Hemos visto en obras de grandes artistas, cómo la distribución de los elementos en el cuadro, no solo permiten una sensación agradable por la armonía de las formas y colores, sino que esa especial distribución trasciende para dar significados que se perciben a nivel inconsciente.Exponemos aquí las leyes de la composición sintetizadas en una serie de láminas didácticas, absolutamente gráficas e intuitivas, que les permitirán comprender y asimilar fácilmente las técnicas utilizadas por los grandes maestros del grabado y la pintura para transmitir sus mensajes.
De igual manera que el color azul lo asimilamos como frío por ser los mares y los hielos, azules y fríos, entendemos el amarillo y el rojo como calientes, pues el Sol y el hierro candente, como el fuego tienen estos colores. Pues bien, así mismo sucede con las líneas, las figuras geométricas, las masas y los tonos. Todo tiene su significado y el artista debe conocerlo y aplicarlo para transmitir las ideas y sensaciones que quiere hacer llegar al espectador.
Evidentemente si el espectador conoce a nivel consciente las claves, le será más fácil descubrir y percibir lo que el artista le quiere transmitir; en caso contrario sucederá lo mismo que dice el refrán “El que no sabe es como el que no ve” solo que en este caso habría que decir “El que no sabe no ve”
Vemos que no solo es importante cómo distribuimos los elementos dentro de la superficie del cuadro, sino que la forma y proporciones de esa superficie también tienen su importancia y determinan unas sensaciones que deben estar acordes con el tema de la obra. Así vemos que, internamente, las líneas transmiten sensaciones diferentes si son verticales, horizontales o inclinadas.
Y de igual manera, la superficie, si es alargada en sentido vertical u horizontal o cuadrada, transmite sensaciones diferentes. Aunque la mirada del espectador siga un recorrido inconsciente general, es el artista el que, con su composición, obligará al espectador a seguir el recorrido que él quiera, jugando con los ritmos creados por las líneas, masas y tonos.





El espacio pictórico creado por la superficie del cuadro, podemos dividirlo de muchas formas, pero especialmente hay tres, debido a sus proporciones: ½, 5/3 y cualquier otra. Solo la proporción 5/3 da unidad y variedad.



 
La Sección Áurea o proporción de Oro nos permite definir una superficie armónica en sus relaciones de longitud y altura, así como, interiormente, hallar los puntos y zonas armónicas, tomando como razón el valor 1,618. Nos bastará con multiplicar una distancia o longitud por el valor 1,618 para hallar la medida superior que cumpla la “Sección Áurea” o dividirlo para hallar la inferior.





Aplicando el valor 1,618 o bien usando la Serie de Fibonacci, podremos siempre determinar los puntos armónicos, es decir, dónde nos convendrá situar el/los elementos que queramos destacar de nuestra obra. Aunque siempre habremos de definir un orden de importancia para que solo un elemento destaque de todos los demás.





Hemos visto cómo influyen las proporciones del espacio pictórico y la posición del elemento de destaque sobre el mensaje que la obra transmite. En el siguiente artículo podremos ver el significado de los tipos de líneas usadas en la construcción de la obra de arte.

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