sábado, 13 de marzo de 2021

EL JUICIO FINAL 10 Los Santos

 


San Pedro se encuentra sosteniendo las llaves del cielo, San Lorenzo con la parrilla, San Bartolomeo con su propia piel, como curiosidad en esta piel dejo su marca Miguel Ángel donde dibujó su autorretrato en la piel del rostro. San Blas sostiene 2 rastrillos.












Santa Catalina de Alejandría se encuentra sosteniendo una rueda dentada, se reconoce a San Pablo por su aspecto ceñudo y su barba gris, San Andrés sostiene una cruz en forma de X, San Sebastián se encuentra arrodillado sosteniendo las flechas de su martirio.










 

EL JUICIO FINAL 9 El amante de Miguel Ángel

 




Jesucristo mira a una sola figura, un hombre que se asoma por encima del hombro de San Bartolomé. Por el perfil y sus grandes ojos, mismos que ha plasmado en otras obras, se puede reconocer que es el amante de Miguel Ángel en aquella época, Tommaso dei Cavalieri.





Aquí en el fresco parece demasiado mayor, con cabello gris y entradas, aunque su rostro es joven y sin arrugas. Para la época su amante tenía 38 años y fue pintado de esta forma para lograr pasarlo desapercibido.




Alrededor de Cristo en un lento movimiento giratorio están las figuras de los Santos y de los elegidos de Dios. Se pueden identificar pues parecen estar mostrando a Cristo sus atributos o la evidencia de su martirio. Están asustados e inquietos por la acción que está ocurriendo.


EL JUICIO FINAL 8 Representación femenina



No está demás señalar lo impactante y ofensiva que debía resultar esta escena en el siglo XVI. Los Papas y autoridades de la época dejaban pasar este tipo de “humillaciones” porque sabían que no había genio que lograra ni de cerca lo que Miguel Ángel podía plasmar.




Debajo de las parejas besándose, aparecen diversas mujeres entre los hombres. Son las esposas y las madres, en una intención de demostrar que ellos no alcanzaron por si solos el estado donde están, sino con la ayuda de las mujeres fuertes y piadosas que siempre los apoyaron.




En el centro de la obra está la representación de Cristo, capturándolo en el momento anterior al pronunciamiento del veredicto del Juicio Final. A la derecha de Cristo está su madre, la Virgen María, quien está girando la cabeza en un gesto de resignación sin poder intervenir más.


Esta representación de Cristo rompe por completo con las representaciones tradicionales, no lleva barba, es musculoso, con una pose sensual y enfurecido al mismo tiempo. Una representación poco cristiana.

viernes, 12 de marzo de 2021

EL JUICIO FINAL 7 El cielo

 



Al centro del grupo están representados dos atractivos jóvenes desnudos fundiéndose en un apasionado abrazo y besándose. Detrás se ve una figura entre las sombras que es la de Dante, triste y con mirada de desaprobación como se lo suele describir.




Al lado, un hombre desnudo y fuerte jala a otro hombre desnudo para ayudarlo a subir a la nube donde el primero se encuentra. A la par otra pareja de jóvenes rubios desnudos besándose, y a su derecha, un joven mirando a los ojos a un hombre de más edad mientras le besa con respeto la barba.



EL JUICIO FINAL 6 Los ángeles y los símbolos

 




Miguel Ángel tenía una forma especial de pintar ángeles, no tienen alas, ni aureola, ni cara de bebé. Son jóvenes guapos, musculosos y de rostro delicado. No está claro si lo que hacen es subir al cielo los símbolos de la Pasión o los descienden de allí para que el espectador los vea.



Debajo de este nivel aparecen las Almas Justas, formando un círculo por encima de la cabeza de Jesucristo. Sobre la cabeza de Jesucristo, aparece un ángel de rubio vestido de rojo y señalando a dos hombres del círculo interior de los justos. Son judíos.





Los judíos jamás podrían pretender disfrutar de una recompensa celestial. Sin embargo ocupan el centro de El Juicio Final. Esto fue un gran atrevimiento de Miguel Ángel al tomar una postura respecto al asunto que contravenía la doctrina oficial de la Iglesia de su época.


















jueves, 11 de marzo de 2021

JUICIO FINAL 5 Desarrollo de la composición

 

En vez de eso Miguel Ángel utilizo un solo espacio grande. Agrupó las figuras en formaciones individuales, colocándolas aisladas una de la otra y de esta forma caracterizar el terrible vacío de la eternidad.

Miguel Ángel empezó pintando por la parte superior de la pared y fue descendiendo lentamente por más de cuatro.años, pintando únicamente él y con la única ayuda de dos asistentes que mezclaban colores o las pastas del fresco.



La composición es giratoria ascendiendo por la izquierda y descendiendo por la derecha. Los que van a ser juzgados suben y los justo se quedan arriba y luego los condenados bajan hasta los infiernos.




Grupos del mural




Personajes identificados



En la parte superior inició pintando a los ángeles portando los instrumentos del martirio de Cristo, la cruz, la corona de espinas, la columna en la que fue flagelado y el palo rematado con la esponja empapada en vinagre.

JUICIO FINAL 4 Bases de EL JUICIO FINAL

 



Ahora si, hablando un poco de la obra pictórica tenemos dentro de ella la representación de la segunda venida de Cristo, así como el juicio final y eterno de Dios sobre toda la humanidad de acuerdo a la religión cristiana.

En total hay 391 figuras con casi todos hombres y ángeles estando originalmente desnudos. Además de obviamente inspirarse en el Apocalipsis según San Juan, Miguel Ángel también citó y tomó como inspiración y referencia el poema escrito por Dante, La divina comedia.

El Juicio Final era un tema tradicional para los grandes frescos que solicitaba la iglesia en la época, sin embargo era inusual colocarlo sobre el altar. La ubicación tradicional era sobre las puertas principales para poder recordar a los miembros de la iglesia su posible destino al salir.




Esta pintura se caracteriza por su radical alejamiento de las representaciones tradicionales del Juicio Final. La estructura general reemplaza el patrón tradicional antiguo que mostraba en capas horizontales la representación del cielo, la tierra y el infierno.

JUICIO FINAL 3 Estado antes y después de la restauración


 

Antes de la restauración

En 1710 1714 recibe la primera restauración aplicando una capa de cola que se pensaba protegería y fijaría los colores, pero lo que se consiguió fue adherir todo el humo y polvo de la atmósfera de la capilla.



En 1980 se inicia la segunda restauración mediante el uso de productos químicos y fue cuando se descubrió que tenía unos vivos y preciosos colores y no los grises y apagados que había tenido hasta entonces. La restauración termina en 1999


A medio restaurar



Restauración total

EL JUICIO FINAL 2 Importancia del color azul ultramar


 


En la época el color azul era un tono sumamente caro para pintar al fresco pues estaba hecho a partir de lapislázuli, una piedra semipreciosa importada de Persia que se molía a mano.

Anteriormente el Papa Julio II obligaba al artista a pagar los materiales descontándolo de su sueldo.





Miguel Ángel nunca hubiera utilizado azul y dorado de no ser porque al momento de la ejecución final de la obra el Papa Paolo III quien venía de una familia acaudalada ofreció hacerse cargo de todos los gastos.


El enorme fondo azul para los centenares de figuras del monumental trabajo hace que el Juicio Final sea una de las pinturas más valiosas de la historia no solo por su valor artístico sino por lo costoso que fue su ejecución en materiales y tiempo.




miércoles, 10 de marzo de 2021

EL JUICIO FINALl 1 Preliminares

 





Este trabajo está basado en las publicaciones realizadas por Miguel Argueta y Narciso Sancho que he tomado de Internet.

El Juicio Final es el nombre del fresco ubicado en la pared detrás del altar de la Capilla Sixtina en los 
Palacios Vaticanos. Fue diseñado y realizado en su totalidad por Miguel Ángel entre 1536 y 1541.


Miguel Ángel aceptó realizar la obra con una condición. Le dijo a Clemente que, para hacerle justicia al trascendental tema divino del fresco, necesitaría primero tapar las ventanas y remodelar el muro por completo.



Vista antes de la intervención de Miguel Ángel

El muro sobre el cual se pintó la obra fue modificado colocando una capa gruesa de ladrillos en la parte superior y una capa más delgada en la parte inferior y así tener una superficie inclinada.




Miguel Ángel dijo que era necesaria esta inclinación para mejorar la visibilidad de la pintura y evitar la acumulación de polvo y moho sobre esta. Tuvo que sacrificar 3 frescos previamente pintados en el área por Pietro Perugino y 2 más pintados por él mismo anteriormente.



Sin embargo la verdadera razón es que Miguel Ángel quería de manera sutil lograr que el espectador se diese cuenta de lo que él consideraba el verdadero árbitro entre el bien y el mal.

Cuando el espectador se coloca frente a la pintura y sube la vista para contemplarla, la inclinación hacia dentro que se levanta, transmite lo que el artista consideraba el elemento que debía juzgar el comportamiento humano, las tablas de la ley, conocidas como Diez Mandamientos.






domingo, 7 de marzo de 2021

LA CAPILLA SIXTINA 56 (EL SUICIDIO DE RAZÍAS)

 




El suicidio de Razías, también ubicado en el Segundo libro de los Macabeos, muestra cómo es capturado el conocido “Padre de los judíos” pero este, en ser consciente de su destino, decide quitarse la vida.



Razías, uno de los ancianos de Jerusalén, fue denunciado por Nicanor. Era hombre amante de sus conciudadanos, muy bien considerado, llamado por su buen corazón “Padre de los judíos” pues, en los tiempos que precedieron a la sublevación, había sido acusado de Judaísmo, y por el Judaísmo había expuesto cuerpo y vida con gran constancia. Queriendo Nicanor hacer patente la hostilidad que le embargaba hacia los judíos, envió más de quinientos soldados para arrestarlo, pues le parecía que arrestándole causaba un gran perjuicio a los judíos. Cuando las tropas estaban a punto de apoderarse de la torre, forzando la puerta del patio y con orden de prender fuego e incendiar las puertas, Razías, acosado por todas partes, se echó sobre la espada. Prefirió noblemente la muerte antes que caer en manos criminales y soportar afrentas indignas de su nobleza. (2 M 14, 39-42).

LA CAPILLA SIXTINA 55 (LA CAÍDA DE ANTÍOCO)


 

Los últimos medallones están situados en La embriaguez de Noé y son La caída de Antíoco y El suicidio de Razías.






La caída de Antíoco narra, en el Segundo libro de los Macabeos, cómo Dios castigó a Antíoco, enemigo de los judíos. Unos fuertes calambres abdominales hicieron que cayera del carro en el que iba durante la batalla.


Arrebatado de furor, pensaba vengar en los judíos la afrenta de los que le habían puesto en fuga, y por eso ordenó al conductor que hiciera avanzar el carro sin parar hasta el término del viaje. Pero ya el juicio del Cielo se cernía sobre él, pues había hablado así con orgullo:«En cuanto llegue a Jerusalén, haré de la ciudad una fosa común de judíos». Pero el Señor Dios de Israel que todo lo ve le hirió con una llaga incurable e invisible: apenas pronunciada esta frase, se apoderó de sus entrañas un dolor irremediable, con agudos retortijones internos, cosa totalmente justa para quien había hecho sufrir las entrañas de otros con numerosas y desconocidas torturas. Pero él de ningún modo cesaba en su arrogancia; estaba lleno todavía de orgullo, respiraba el fuego de su furor contra los judíos y mandaba acelerar la marcha. Pero sucedió que vino a caer de su carro que corría velozmente y, con la violenta caída, todos los miembros de su cuerpo se le descoyuntaron. (2 M 9, 4-7).







LA CAPILLA SIXTINA 54 (EL CASTIGO DE HELIODORO)

 






El castigo de Heliodoro se narra en el Segundo libro de los Macabeos y explica cómo Heliodoro es castigado tras haber intentado saquear el tesoro del templo de Jerusalén.



Pues se les apareció un caballo montado por un jinete terrible y guarnecido con riquísimo arnés; lanzándose con ímpetu levantó contra Heliodoro las patas delanteras. El que lo montaba aparecía con una armadura de oro. Se le aparecieron además otros dos jóvenes de notable vigor, espléndida belleza y magníficos vestidos que, colocándose a ambos lados, le azotaban sin cesar, moliéndolo a golpes. Al caer de pronto a tierra, rodeado de densa oscuridad, lo recogieron y lo pusieron en una litera. (2 M 3, 25-27).

LA CAPILLA SIXTINA 53 (MATATÍAS DESTRUYE EL ALTAR DE MODÍN)

 



Los penúltimos medallones ornamentan la escena de El sacrificio de Noé, titulados Matatías destruye el altar de Modín y El castigo de Heliodoro.



Matatías destruye el altar de Modín es una escena descrita en el Primer libro de los Macabeos y muestra la ira del sacerdote ante la idolatría de un devoto al intentar hacer un sacrificio.

Apenas había concluido de pronunciar estas palabras, cuando un judío se adelantó, a la vista de todos, para sacrificar en el altar de Modín, conforme al decreto real. Al verle Matatías, se inflamó en celo y se estremecieron sus entrañas. Encendido en justa cólera, corrió y le degolló sobre el altar. Al punto mató también al enviado del rey que obligaba a sacrificar y destruyó el altar. (1 M 2, 23-25).



LA CAPILLA SIXTINA 52 (ALEJANDRO MAGNO)

 





 Alejandro Magno ante el Sumo Sacerdote no pertenece a los relatos de la Biblia, sino de un libro titulado Antigüedades judías, escrito por Flavio Josefo en el siglo I.



Tan pronto Alejandro vislumbró a lo lejos la multitud de blancos ropajes, a los sacerdotes con sus túnicas de bisús y a los grandes sacerdotes vestidos de jacinto y oro, con turbante y la placa dorada con el nombre de Dios grabado en ella, se adelantó en solitario para mostrar su reverencia ante el nombre, y saludó a los grandes sacerdotes antes que a nadie. ( F. Josefo: Antigüedades judías, libro XI, capítulo VIII, párrafo 5).