Dadas las muchas noticias que apareen de los delitos económicos de alto nivel, cometidos por empresarios, políticos y gente influyente cabe que nos preguntemos por qué esta gente que suele tener ya mucho dinero se mete en estos charcos.
Ganancia financiera
Muchos delitos económicos de alto nivel están motivados por
la búsqueda de beneficios financieros. Esto puede incluir prácticas
fraudulentas, malversación de fondos, evasión de impuestos y corrupción para
obtener ganancias personales.
Falta de supervisión
y regulación
La ausencia de una supervisión adecuada y regulación
efectiva en ciertos sectores puede facilitar la comisión de delitos económicos.
La falta de rendición de cuentas puede permitir que las personas influyentes
abusen de sus posiciones para obtener beneficios personales.
Cultura
organizacional
En algunos casos, la cultura organizacional en empresas o
instituciones puede fomentar comportamientos fraudulentos o corruptos. La
presión para alcanzar objetivos financieros a corto plazo a menudo puede llevar
a prácticas ilícitas.
Impunidad percibida
Algunas personas influyentes pueden cometer delitos
económicos porque creen que están por encima de la ley o que podrán evadir la
responsabilidad legal debido a su estatus social, político o económico.
Redes de corrupción
La participación en redes de corrupción, donde diferentes
actores coluden para lograr objetivos ilegítimos, puede ser un factor
importante en los delitos económicos de alto nivel.
Presión competitiva
En entornos empresariales altamente competitivos, la presión
por obtener ventajas competitivas y maximizar las ganancias a veces puede
llevar a comportamientos delictivos.
Ambición personal y
estatus
La ambición personal y el deseo de mantener o mejorar el
estatus social pueden ser factores motivadores en la comisión de delitos
económicos, especialmente entre aquellos que valoran el éxito a cualquier
costo.
Falta de ética
empresarial
En algunos casos, la falta de una cultura ética sólida en
una organización puede contribuir a comportamientos delictivos, ya que los
líderes pueden justificar acciones ilegítimas en aras del beneficio
corporativo.
Es importante reconocer que estos motivadores pueden
interactuar entre sí, y no todos los individuos involucrados en delitos
económicos tienen las mismas motivaciones. Además, las motivaciones pueden
variar según el contexto cultural, legal y económico. Para abordar eficazmente
los delitos económicos de alto nivel, es necesario implementar medidas
preventivas, fortalecer la supervisión y regulación, y promover una cultura de
ética y responsabilidad.
Si nos fijamos en las altísimas corporaciones como en los
super-ricos, las élites supremas, ¿porqué quieren efectuar un supercontrol
sobre el resto de los humanos?
La motivación detrás de las acciones de empresarios, políticos y personas influyentes en el ámbito económico y social puede variar significativamente y no se puede reducir a una única razón como el "ansia de poder". Sin embargo, algunas de las motivaciones que se han observado en este contexto incluyen:
Acumulación de
riqueza
Para muchas personas influyentes en el ámbito económico, la
acumulación de riqueza y poder financiero puede ser una motivación clave. La
riqueza proporciona no solo comodidades personales sino también influencia y
capacidad para dar forma a políticas y decisiones a nivel global.
Influencia y control
Algunas personas buscan influencia y control sobre
instituciones y sistemas para dar forma a políticas y regulaciones que
beneficien sus intereses personales o empresariales.
Preservación de intereses
personales o empresariales
La toma de decisiones a nivel corporativo o político a
menudo está motivada por la preservación y promoción de intereses personales o
empresariales. Esto puede incluir asegurar mercados favorables, obtener
ventajas competitivas o evitar regulaciones que podrían afectar negativamente a
sus negocios.
Ideologías y
creencias personales
Algunas personas influyentes pueden ser impulsadas por
ideologías específicas o creencias personales. Esto puede incluir el deseo de
implementar ciertas políticas sociales, económicas o culturales que reflejen
sus valores.
Competencia y estatus
social
La competencia y el deseo de alcanzar o mantener un estatus
social elevado pueden motivar a algunas personas a tomar decisiones que les
permitan destacarse y mantener su posición en la jerarquía social.
En cuanto al concepto de "supercontrol sobre el resto
de los humanos", es importante tener en cuenta que las motivaciones detrás
de las acciones de las élites supremas pueden ser diversas y complejas. Algunas
personas pueden buscar influencia y control con la intención de dar forma a un
mundo que consideran mejor, mientras que otras pueden estar impulsadas por
motivaciones más egoístas o incluso nocivas.
Las percepciones sobre el control de las élites también
pueden variar según las perspectivas políticas, culturales y sociales. En
algunos casos, las acciones de las élites pueden ser percibidas como
beneficiosas para la sociedad, mientras que en otros casos pueden generar preocupación
sobre el abuso de poder. Cualquier análisis en este sentido debe considerar la
diversidad de motivaciones y perspectivas en juego.
A veces la ceguera de los empresarios es tal que solo ven como ahorrar en salarios para así ganar ellos más dinero, cuando si pagaran mejor tendrían a su personal más contento y rendirían más en su trabajo. Había un dicho que manifestaba un trabajador: Tú me engañarás en el salario pero en el trabajo tú no me engañas pero yo si puedo engañarte.