viernes, 22 de julio de 2022

UNA NAVE ESPACIAL LLAMADA TIERRA Capítulo IX La justicia

 





La sociedad de esta gigantesca nave espacial, se sustenta sobre cuatro pilares fundamentales, la política, la educación, la justicia y la religión. Tal como hemos podido ver hasta ahora, la política es una gran mentira pues nos hacen creer unas cosas que son absolutamente falsas tales como las ideologías y los presuntos esfuerzos de los políticos por trabajar por el bienestar de los ciudadanos. La educación es la segunda gran mentira, pues no solo nos enseñan lo justo para trabajar en vez de darnos una formación integral, sino que existen dos tipos de enseñanzas, una para ricos y otra para pobres. La tercera gran mentira es la justicia donde aparentemente las leyes son iguales para todos pero veremos que no es así. Sobre la religión ya hablaremos.

La justicia (del latín iustitĭa, que, a su vez; viene de ius —derecho— y significa en su acepción propia «lo justo») tiene varias acepciones en el Diccionario de la lengua española. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre los integrantes. Es el conjunto de pautas y criterios que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de estos.

Las legislaciones más antiguas que conocemos provienen de Asia, en especial de Mesopotamia y corresponden a la cultura acadia y sumeria.

El texto legislativo más destacado y completo del mundo mesopotámico es el famoso Código de Hammurabi, descubierto en Susa, y según las investigaciones fue promulgado en 1753 a. De C. Este cuerpo jurídico, que más que un código es una recopilación de leyes y costumbres anteriores, se atribuye a Hammurabi, sexto rey de la primera dinastía babilónica.
Una de las fuentes más valiosas para conocer el funcionamiento de la justicia en el mundo faraónico se encuentra en la orilla occidental del Nilo: es el antiguo poblado de Deir el-Medina, donde vivían los obreros encargados de la construcción de las tumbas de los faraones del Imperio Nuevo (1552-1069 a.C.), que tenían su capital en la ciudad de Tebas, situada en la orilla opuesta. Los delitos más comunes eran muy parecidos a los actuales: altercados, peleas vecinales, malversación, robo y violencia

La Evolución de la Justicia: La justicia natural es una teoría elaborada por el hombre; no es una realidad. En la naturaleza, la justicia es puramente teórica, totalmente ficticia. La naturaleza no ofrece más que una clase de justicia—la conformidad inevitable de los resultados a las causas.

La justicia, como la concibió el hombre, significa reivindicar los derechos y, por tanto, es cuestión de evolución progresiva. El hombre primitivo atribuía todo fenómeno a una persona. En el caso de muerte, el salvaje no se preguntaba qué lo mató, sino quién lo hizo. No se reconocía, por consiguiente, el asesinato casual, y en el castigo de los delitos, se hacía caso omiso del móvil del infractor; se emitía el juicio de acuerdo con los daños ocasionados.
En la sociedad más primitiva, la opinión pública funcionaba de forma directa; no hacían falta los agentes de la ley. No había intimidad en la vida primitiva. Los vecinos de un hombre respondían de la conducta de él; de ahí el derecho de inmiscuirse en los asuntos personales de él. Se reguló la sociedad a base de la teoría de que la afiliación a un grupo debe entrañar interés en la conducta de cada afiliado y, hasta cierto grado, control sobre ella.

Muy pronto se creyó que los fantasmas administraban la justicia por conducto de los curanderos y sacerdotes; así estas órdenes constituyeron los primeros detectores de la delincuencia y agentes de la ley. Sus métodos primitivos de detección de la delincuencia consistían en efectuar pruebas de veneno, fuego y dolor. Estas pruebas salvajes no eran más que toscas técnicas de arbitraje; no dirimían necesariamente las disputas de forma justa. Por ejemplo: cuando se le administraba veneno a un acusado, si éste vomitaba, era inocente.
No es de extrañar que los hebreos y otras tribus semicivilizadas practicaran estas técnicas tan primitivas de la administración de la justicia hace tres mil años, pero no se entiende que retuvieran tal reliquia de la barbarie en las páginas de las escrituras sagradas. Y cabe pensar que al hombre mortal jamás le dio ningún ser divino tan injustas instrucciones acerca de la detección y castigo de una sospechada infidelidad matrimonial.

Hoy día muchos sacerdotes predican que los desastres naturales que suceden a la humanidad es el castigo divino por que la humanidad se aleja de Dios, aunque deberían decir que se alejan de las religiones que no es lo mismo, lo cual es lo lógico ante las creencias tan increíbles que transmiten.

La sociedad pronto adoptó una actitud vengativa de represalias: ojo por ojo, vida por vida. Todas las tribus evolucionarias reconocían este derecho de venganza sangrienta. La venganza se convirtió en el objetivo de la vida primitiva, pero la religión ya ha modificado considerablemente estas prácticas tribales primitivas. Los maestros de la religión revelada siempre han proclamado: «‘La venganza es mía’, dice el Señor». Las matanzas por venganza de los tiempos primitivos no eran tan distintas de los asesinatos actuales que se llevan a cabo so pretexto de la ley no escrita.

El hombre primitivo no apreciaba la vida; el suicidio a causa de bagatelas era común, pero las enseñanzas de los dalamatianos aminoraron esta costumbre considerablemente, en tanto que, en épocas más recientes, se han unido el ocio, las comodidades, la religión y la filosofía para endulzar la vida y hacerla más deseable. Las huelgas de hambre son, sin embargo, un caso análogo actual de este método antiguo de represalia.

Otro adelanto fue la imposición de multas por transgresiones de tabúes, el establecimiento de castigos. Estas multas constituyeron los primeros ingresos públicos. La usanza de pagar dinero como rescate por la vida también entró en boga como sustituto de la venganza sangrienta. Estos daños se solían pagar en mujeres o ganado; tardó mucho tiempo antes de que las multas reales, la retribución monetaria, se fijaran como castigo por la delincuencia. Puesto que la noción del castigo era esencialmente una compensación, todas las cosas, incluyendo la vida humana, llegaron a tener con el tiempo un precio el cual se podía pagar por los daños causados. Los hebreos fueron los primeros en abolir la usanza de pagar dinero como rescate por la vida ajena. Moisés instruyó que no han de «tomar dinero como rescate por la vida de un asesino condenado a muerte; ese hombre deberá morir indefectiblemente».
Quemar a alguien vivo en la hoguera fue un castigo de práctica común. Muchos jefes antiguos lo reconocieron, Hamurabi y Moisés inclusive.

Cuando una sociedad no logra castigar los delitos, el resentimiento colectivo suele hacerse valer en forma de linchamientos; la disposición del santuario sirvió de medio de escape de esta repentina cólera colectiva. El linchar y batirse a duelo representan la poca disposición del individuo a hacer lo que se le ordena y por ello recurre a hacer justicia el mismo.
¿Qué son las leyes? Es un precepto o conjunto de preceptos, dictados por la autoridad, mediante el cual se manda o prohíbe algo acordado por los órganos legislativos competentes, dentro del procedimiento legislativo prescrito, entendiendo que dichos órganos son la expresión de la voluntad popular representada por el Parlamento o Poder.
El problema de las leyes es que muchas se quedan anticuadas y sin embargo se siguen aplicando y no se crean otras nuevas aplicables al momento actual como sucede con los delitos de “ingeniería financiera” que resultan muy difícil de probar. Así hubo un juez que dijo no hace mucho que “las leyes vigentes estaban diseñadas para los robagallinas” por eso todos los grandes ladrones de guante blanco se escapan de rositas. Sin embargo hubo una madre casi indigente que encontró una tarjeta de crédito y gastó menos de 100 € y por este delito la metieron en la cárcel, sin embargo un rico provoca un desfalco de millones de euros y no va a la cárcel, pero ¡claro!, los ricos pueden pagar potentes gabinetes de abogados que saben encontrar los resquicios de la ley, porque las leyes son susceptibles de interpretación porque no siempre son claras, son imprecisas y vagas muchas veces.

También podemos ver como la orientación político-religiosa de algunos jueces les lleva a unas sentencias insólitas como ha sucedido con casos de violación, seglar y religiosa, de corrupción política o evasión de capitales.

Tenemos el caso de nuestro anterior rey que, no solo fue comisionista aprovechando su cargo, sino que además, evadió ese capital en paraísos fiscales y dejó de cumplir sus obligaciones con la hacienda y no le ha pasado nada, toda investigación se ha cerrado sin cargo alguno. Por tanto, lo de que “la justicia es igual para todos” que él mismo dijo respecto a su propio yerno, no se lo ha aplicado él

UNA NAVE ESPACIAL LLAMADA TIERRA Capítulo VIII La educación formal

 


La historia de la educación formal comenzó de forma paralela al inicio de las civilizaciones antiguas. En Oriente Medio, alrededor del 3000 a. C., en Egipto y Mesopotamia, del 3000 al 1500 a. C. y, en el norte de China, cerca del 1500 a. C.

La educación en Egipto era impartida en dos tipos de escuelas: para sacerdotes y para escribas. A los 5 años, los niños comenzaban a asistir a una escuela de escritura y continuaban sus estudios de escritura y lectura hasta llegar a los 16 o 17 años.
A los 13, quienes serían escribas comenzaban un curso práctico en los despachos, mientras que los estudiantes de sacerdocio ingresaban en el Temple College a los 17 años. La disciplina era severa y el método educativo, muy estricto, y basado en la memorización o el simulacro (drill), ambas metodologías de práctica repetitiva. No obstante esta educación no era general, solo para unos pocos.

En Mesopotamia, el dominio sobre la escritura demoró muchos años, por lo cual solo unos pocos eran educados, generalmente los hijos de la realeza, de ricos y de profesionales. El resto de los niños aprendían un oficio.

Las escuelas para sacerdotes eran numerosas y en los templos, funcionaban las bibliotecas, centro de actividades y formación curricular. Los métodos de enseñanza eran la repetición y memorización, así como la copia de modelos, que era prueba de excelencia en el aprendizaje, y la instrucción individual.

Las primeras escuelas en China fueron establecidas en el siglo 23 o 24 a.C., aunque el primer sistema educativo fue creado durante la dinastía Xia (2076-1600 a. C.).
En la dinastía Shang (1600 a. C. a 1046 a. C.), solo los hijos de la aristocracia concurrían a escuelas privadas, situadas en el campo, a aprender literatura, artes, política, rituales y tiro al arco. Las escuelas públicas eran para la mayoría de los niños y se enseñaban oficios, lo que hoy llamamos Formación Profesional.

Durante la dinastía Zhou (1045-256 a. C.), a los 12 años, los niños aprendían las prácticas de música y danza rituales, y cuando eran mayores, la conducción de carros y los tiros con arco. A las niñas se les enseñaba el ritual, además de lecciones de conducta, producción de seda y de tejido.

En la antigua India, la educación en las escuelas se impartía de forma oral. Este era un proceso que incluía tres pasos: Shravana (escuchar), Manana (reflexionar) y Nididhyāsana (aplicar el conocimiento).

En el período védico (1500 a. C. hasta el 600 a. C., aproximadamente), la educación, basada en el Veda, consistía en recitar o cantar himnos tradicionales, fórmulas y encantamientos. El estudio de las escrituras, con el tiempo, se restringió a ciertos linajes, siendo la casta de los sacerdotes (brahmanes) la más privilegiada.
La escuela, tal como la conocemos hoy, es una institución relativamente nueva. Aunque existen antecedentes, comienza a esbozarse a partir de los siglos XVI y XVII para finalmente consolidarse a partir del siglo XIX. Durante la segunda mitad del siglo XVIII uno de los eventos que influyó de manera crucial -junto con otros factores- en la conformación de la escuela moderna fue la Revolución Industrial, la cual dio paso a la pedagogía moderna y a novedosas formas de organización escolar.

La Revolución Industrial, básicamente, representa un cambio en las relaciones económicas y por ende, en la dinámica social. La tierra deja de ser el centro de la economía para dar paso a las fábricas, las cuales estaban ubicadas en las ciudades. Esto produjo un incremento de lo urbano debido al desplazamiento de gran número de personas que abandonaban sus rutinas artesanales y campestres para venir a la ciudad en busca de nuevas oportunidades económicas, trayendo como consecuencia un rápido y descontrolado incremento de la población urbana.

En este contexto, surge la educación como una herramienta propicia para el disciplinamiento (orden-control) de la nueva población urbana. Se despertó un mayor interés por la educación elemental y finalmente se estableció la escuela como un espacio cerrado por el que debían pasar todos los jóvenes para ser educados. El modelo que se seleccionó e implementó, luego de varias consideraciones, fue el de las escuelas de los hermanos de la Salle.

La pedagogía “lasallana” se basa fundamentalmente en la disciplina del cuerpo infantil, por lo cual se procuraba en esencia controlar a los niños hasta en sus más mínimos movimientos. Para ellos la educación física es inseparable de la intelectual. Por tanto, en estas escuelas había que llevar siempre la cabeza derecha, con el rostro alegre, ojos bajos, frente sin pliegues, brazos cruzados. El silencio era la regla y ni siquiera el sonido de los pies era permitido. Otra de las características de estas escuelas era la aplicación del método de enseñanza simultánea, rasgo fundamental de la pedagogía moderna.

También se comenzó a implementar el método de enseñanza mutua o método lancasteriano, el cual permitía enseñar a gran cantidad de niños (hasta 1000) al mismo tiempo y en el mismo espacio físico. Esta metodología resultaba ser rápida y económica para el logro de la masificación escolar que se propusieron empresarios y altos funcionarios de estado. De esta manera, se lograrían educar al mayor número de niños en el menor tiempo y con los menores recursos posibles.

La disciplina tiene un carácter preventivo. Con esta concepción, se cuestiona el método global y surge el método mutuo alfabetizar a muchos niños en poco tiempo con el objetivo de moralizar, domesticar e integrar a los trabajadores del mañana. Por otra parte, la escuela se establece como obligatoria para los niños que trabajaban en las fábricas, con el fin de asegurar puestos de trabajo para los adultos.

En este sentido, se evidencia que la idea era preparar un gran y poderoso ejército de trabajo con la ayuda de la escuela. Concepción que aun subyace en la pedagogía de gran parte de las instituciones educativas tradicionales.

Finalizando el siglo XIX las organizaciones obreras ya poseen un creciente desarrollo y se perfila una tendencia hacia los sindicatos y las corporaciones de clase. El estado intenta poner en marcha una estrategia de pacificación, propulsando la integración de la clase obrera y poder mantener el orden social. Por lo que las instituciones de los hijos de trabajadores aparecen, para el Estado, como uno de los dispositivos más eficaces para manipular.
En pleno siglo XXI seguimos con el sistema del siglo XIX sin que se haya cambiado nada a pesar de que cada nuevo ministro de Educación crea una nueva ley de Enseñanza con la que cual se cambia lo justo para no cambiar nada que es tal como quieren las élites y da lo mismo que los ministros sean de derechas o de izquierdas, lo cual indica claramente quienes son los que mandan.

Tal como se hacía ya de antiguo hay una educación pública para los trabajadores, para los pobres, para los parias y una educación privada para los ricos, para los poderosos, para las élites, pues es la base fundamental para que no cambie nada, para que todo siga igual. Así en la educación pública se adoctrina en la sumisión y se enseña lo justo y necesario para trabajar para la élite y tal vez menos de lo necesario, pues las entidades educativas no se preocupan mucho por avanzar en nuevos métodos de enseñanza. Por el lado opuesto está la enseñanza privada en la que se utilizan todas las técnicas pedagógicas a su alcance, inculcando el valor y la responsabilidad a los que van a ser los dirigentes de la sociedad y se les imparten los conocimientos necesarios para que sea así.
Sabido es las protestas de la derecha cuando la izquierda gobierna y cambia la ley de Educación culpándoles de adoctrinamiento, cuando la realidad es que no se les adoctrina como hace la derecha, sino exponer ciertos conocimientos que no quieren que los alumnos pobres adquieran, cosas que deberían decir que hay falta de adoctrinamiento en el sentido que a la derecha le interesa.

Nadie se creerá que la princesa Leonor está recibiendo una educación semejante a la que hemos recibido nosotros, nuestros hijos o nuestros nietos, asistiendo a una institución donde solo van hijos de reyes y de multimillonarios, aunque hay algunas becas para alumnos plebeyos que son la excepción que confirma la regla. Por tanto la educación marca la diferencia y es uno de los engaños más importantes de esta nave espacial llamada Tierra, junto con la justicia, la política y la religión.