martes, 3 de septiembre de 2024

PASAJES EVANGÉLICOS ESOTÉRICOS

 


La idea de que Jesús actuó más como un maestro esotérico que como un líder religioso convencional puede ser rastreada en ciertos pasajes de los Evangelios canónicos y apócrifos. Estos textos, cuando se leen con una interpretación más simbólica y espiritual, revelan aspectos que pueden ser entendidos como enseñanzas esotéricas. Aquí destacamos algunos de estos pasajes:

1. El Reino de Dios como Realidad Interna

Lucas 17:20-21:

“Preguntado por los fariseos cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: ‘El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.’”

Aquí, Jesús habla del "Reino de Dios" no como un lugar físico o un evento futuro, sino como una realidad interna y presente. Esto es coherente con la enseñanza esotérica de que la verdadera transformación y conocimiento se encuentran dentro de uno mismo, no en el mundo exterior.

Por tanto sobran iglesias, templos o como les llamemos y los curas solo serían necesarios como maestros que transmiten las enseñanzas necesarias para que cada cual sea capaz de hablar con su yo y progresar espiritualmente al ser más consciente de quien es.

2. El Conocimiento Secreto y las Parábolas

Mateo 13:10-11:

“Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ‘¿Por qué les hablas por parábolas?’ Él respondiendo, les dijo: ‘Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.’”

Jesús utiliza parábolas, que son narrativas simbólicas, para transmitir sus enseñanzas. Solo aquellos con la capacidad y disposición de entender el simbolismo podían acceder al conocimiento profundo o “los misterios del reino de los cielos”. Este enfoque es característico de los maestros esotéricos, que enseñan de manera que solo los iniciados o aquellos preparados espiritualmente puedan comprender.

Por tanto dice claramente que Jesús transmitió sus conocimientos esotéricos a sus discípulos propiamente dichos y especialmente a sus apóstoles, para que luego los transmitieran a los más avanzados, cosa que no hicieron.

3. La Transfiguración

Mateo 17:1-9:

Jesús lleva a Pedro, Santiago y Juan a una montaña alta, donde se transfigura ante ellos; su rostro resplandece como el sol y sus vestiduras se vuelven blancas como la luz. Aparecen Moisés y Elías hablando con él. Este evento es seguido por una voz del cielo que dice: “Este es mi Hijo amado; a él oíd.”

La Transfiguración es un evento místico y simbólico que sugiere una transformación espiritual. La presencia de Moisés y Elías representa la ley y los profetas, pero Jesús los supera, simbolizando la trascendencia de las tradiciones religiosas hacia un conocimiento espiritual más elevado. La transfiguración puede interpretarse como una experiencia esotérica de iluminación o despertar espiritual. Por tanto no hay que tomar este pasaje al pie de la letra ni interpretarlo como un hecho real.

4. El Evangelio de Tomás

“Jesús dijo: ‘Si vuestros guías os dicen: “Mirad, el Reino está en el cielo”, entonces los pájaros del cielo os precederán. Si os dicen: “Está en el mar”, entonces los peces os precederán. Más bien, el Reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos, y os daréis cuenta de que sois los hijos del Padre viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma.’”

Este pasaje del Evangelio de Tomás, un texto gnóstico, resalta la importancia del autoconocimiento y la búsqueda interior, elementos clave en las enseñanzas esotéricas. Jesús aquí se presenta más como un maestro que guía a sus seguidores hacia la iluminación interna que como un profeta que ofrece enseñanzas dogmáticas. Sin embargo la Iglesia ha hecho lo último, imponer dogmas absolutamente delirantes, totalmente fuera de la realidad.

5. El Camino de la Cruz como Iniciación

Mateo 16:24:

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.’”

La cruz, un símbolo central del cristianismo, puede interpretarse esotéricamente como un símbolo de transformación y trascendencia personal. El llamado a “tomar su cruz” puede entenderse como un llamado a la purificación interna y la superación del ego, un proceso común en las enseñanzas esotéricas donde la muerte simbólica (del ego) es necesaria para el renacimiento espiritual. Lo que viene a decir que tomar la cruz no consiste en castigar el cuerpo y sufrir sino en trascender el ego.

6. El Conocimiento Reservado a los Iniciados

Marcos 4:33-34:

“Con muchas parábolas como éstas les hablaba la palabra conforme a lo que podían oír. Y sin parábolas no les hablaba; pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.”

Este pasaje sugiere que Jesús reservaba explicaciones más profundas y directas para sus discípulos cercanos, lo cual es típico de un maestro esotérico que divide sus enseñanzas entre lo que es apropiado para las masas y lo que es adecuado solo para los iniciados. ¿Queda claro?

7. La Resurrección de Lázaro como Ritual Iniciático

Juan 11:43-44:

“Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ‘¡Lázaro, ven fuera!’ Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: ‘Desatadle y dejadle ir.’”

Aunque tradicionalmente interpretada como un milagro literal, la resurrección de Lázaro puede leerse esotéricamente como un ritual de iniciación, simbolizando el renacimiento espiritual. Las vendas que atan a Lázaro representan las limitaciones del estado no iluminado, que deben ser removidas para alcanzar la libertad espiritual.

Conclusión:

Estos pasajes, entre otros, sugieren que las enseñanzas de Jesús aunque pueden interpretarse desde una perspectiva religiosa convencional, en realidad deberíamos interpretarlas desde una visión esotérica, donde el énfasis está en la transformación interna, el conocimiento oculto y la búsqueda de la verdad espiritual. Jesús, en esta lectura, no es solo un profeta o un mesías, sino un maestro de misterios que guía a sus seguidores a través de procesos simbólicos y rituales hacia un mayor autoconocimiento y conciencia espiritual.

Lógicamente esas enseñanzas esotéricas no se pueden dar al principio, es necesario preparar al individuo previamente para que desarrolle su consciencia y su autocontrol antes de transmitirle el auténtico conocimiento.