miércoles, 14 de enero de 2009

BOOM























Lo que sigue a continuación es una declaración o ensayo, de una pintora, escrita sobre el catálogo de la exposición de su obra en una Galería de Arte. Las obras aquí reflejadas son BOOM 12, a la izquierda y BOOM 13 la derecha.
"En el transcurso de nuestra larga y variada historia, tras el cual hemos conocido momentos de gloria y desesperación, abundancia y crisis, estancamiento y precipitación, cordura y desvarío..., se podría decir que nos ayuda el eslogan comercial “bien faire et laisser dire” para poder llegar al establecimiento y consolidación de una forma de expresión.

El dilema que plantea toda intervención puede desembocar en un estado de desasosiego del que tan desgarradoramente nos comunicara Fernando Pessoa: “Una calle desierta no es una calle por la que no pasa nadie, sino una calle donde los que pasan, pasan por ella como si estuviese desierta”.

La relación entre lo permanente y lo alterable es tal y tan equilibrada que se necesita mucha perseverancia y gran firmeza por parte del artista para poder llevar a cabo las intenciones, altamente flexibles, que se asigna a sí mismo o se le asigna desde fuera.

Desde un principio tenemos que enfrentarnos a la redefinición funcional de un sinfín de estructuras, y de algunos muchos problemas que tenemos que lograr resolver so pena de descaracterizarnos y conducirnos a perder nuestra propia identidad.

Una idea se interpone con fuerza para iniciar esta reflexión: existen artistas en los que el tiempo ha definido una personalidad creativa que puede ser capaz de sobreponerse a cualquier metodología de la intervención, no por ello declarando la inutilidad del método o la teoría a lo largo de la historia

Las soluciones correctas deben venir determinadas por el análisis en profundidad de las circunstancias propias del mismo artista.

Vivir mejor, es el objetivo último, promover a través de nuestras intervenciones paz, amor, compasión y armonía, lo íntimo, todo aquello que en definitiva todos queremos ver.

Isabela Palau
Artista, Málaga

MI ANÁLISIS

Aunque ya no debería sorprenderme de nada, lo cierto es que me sigo sorprendiendo de muchas cosas y especialmente de las críticas y comentarios artísticos.

Tal como ustedes pueden leer, este es un comentario o ensayo de la propia artista y, si el mismo viene acompañando al anuncio de una exposición de su obra, de la cual acompañan varias fotografías, yo he de entender que este comentario se refiere a la exposición o bien a su obra que expone ¿o no?

Pues bien, ustedes mismos pueden juzgar si lo que dice tiene algún tipo de relación con su obra y si este comentario puede darnos pistas o pautas que nos permitan comprender y valorar la obra que expone o si tal vez lo que pretende es convencernos de que no solo es pintora sino también escritora, ensayista, filósofa, psicóloga…se me escapa lo que se pretende con este escrito, ensayo o comentario. Podría ser también, para hacernos saber su conocimiento de lenguas.

Hasta ahora he visto y leído, pues suelo leerlos completos, comentarios de este estilo, pues crítica para mi es otra cosa, con motivo de la exposición de la obra de algún artista, pero no que lo hiciera el/la propio/a artista. Comprendo que un buen escritor no tiene porque saber de artes plásticas y por tanto si le piden que escriba unas líneas sobre una exposición que encima no ha visto, puesto que los comentarios van en el propio catálogo, es natural que nada diga de la exposición y se limite a elucubrar sobre el sexo de los ángeles para demostrar su habilidad con las palabras y si cabe cobrar de alguna manera. En este caso se me hace más difícil de comprender y desde luego no creo que este comentario nos ayude a comprender la obra que, a mi modo de ver, sería de agradecer.

Yo hubiese preferido que se acompañaran las fotos de un comentario directamente relacionado con la obra y que nos permitiera vislumbrar los valores plásticos de la misma, porque si no lo hace el propio artista creo que nadie o casi nadie lo va a hacer. Probablemente solo quiere decir lo que sufre un/una artista para llegar a parir una obra.

Puedo indicar que a la vista de estas fotos, se puede apreciar una serie de partículas o fragmentos de algo, ubicados en un espacio limpio, cuyo fondo de color azul celeste podría hacernos inferir que se trata del cielo en pleno día. Este grupo de partículas están organizadas en varios planos y cada plano tiene un color característico.

En la foto de la izquierda se aprecian claramente dos planos: el de la franja roja vertical y que tiene a derecha e izquierda, formando cruz, agrupamientos de partículas de color siena tostada, y el plano superpuesta a la franja roja, formado por partículas de color ocre. Estas últimas se entrecruzan y superponen de forma arbitraria, dando imagen de anarquía en su colocación relativa.

La foto de la derecha representa una obra semejante con la variación en la disposición en franja horizontal y que en el plano inferior se superponen dos planos transparentes de color amarillo ocre uno y violáceo el otro, con el consiguiente efecto de una armonía de colores complementarios. El plano superior está formado por partículas de color siena tostada y que se ve claramente que tienen un grosor.

El título nos podría hacer suponer que estas partículas y estos planos son el resultado de una explosión, pero físicamente no es posible por la sencilla razón de que la organización de las partículas sería radial con respecto a un centro. No obstante es evidente que la artista es libre de organizar y concebir las explosiones como quiera.

Si lo consideramos como barrera (otra acepción de la palabra “boom”) parece más apropiada, pues forma una franja en el espacio. Claramente no es aplicable resonar o retumbar. Ni que decir tiene que la palabra “boom” no es española sino inglesa.

Este tipo de obras resueltas con elementos presuntamente abstractos, pero que en realidad no lo son, me recuerda a Viola que dedicó varias obras al diseño de pañuelos de cabeza femeninos de gran belleza plástica, basados en un explosión buscando diferentes maneras de armonías de color con un mismo diseño lineal.

Aquí los diseños lineales son diferentes para cada obra así como la composición y color, pero utiliza los mismos elementos o muy semejantes, es decir, son variaciones sobre una misma cosa. Conjunto de partículas o briznas dispuestas en franjas creando armonías de colores rojo carmín, amarillo ocre y violáceo. El fondo es azul celeste color frío y los otros son colores cálidos y están delante. En el primer cuadro el primer color es el más luminoso (amarillo ocre) y en el segundo el primer color es el más oscuro (carmín oscuro y debajo está el color más luminoso (amarillo ocre).

En síntesis se trata de un estudio de planos jugando con los colores y su tono, buscando contrastes de los mismos. Es decir, diferentes formas de definir diferentes planos de profundidad dando por tanto sensación de espacio aunque estemos en un solo plano bidimensional.

Si esto es lo que buscaba la artista, está conseguido plenamente y entonces es una obra maestra. En caso de que buscase expresar “Vivir mejor, es el objetivo último, promover a través de nuestras intervenciones paz, amor, compasión y armonía, lo íntimo, todo aquello que en definitiva todos queremos ver” no estoy ya tan seguro.