Sabéis que,
desde mi punto de vista, hay muchas similitudes entre un computador/ordenador y
un humano, tanto en la estructura mental como corporal. No obstante
probablemente sea más comprensible si lo comparamos con un teléfono móvil
moderno.
Solo voy a
analizar la estructura de nuestro cerebro con el software de un teléfono móvil.
Como sabéis,
nuestro teléfono contiene un sinfín de aplicaciones (APP) que capacitan a
nuestro dispositivo para realizar una gran cantidad de tareas.
Así tenemos,
por ejemplo, aplicaciones para leer y escribir, y la aplicación para escribir
incluso tiene la capacidad de corregir ortográficamente lo que escribamos o
facilitarnos la escritura completa de palabras, con solo escribir las dos o
tres primeras letras.
Este
programa/aplicación concreta, en el teléfono ya viene de serie, pero en el
humano no es así sino que cuando vamos a la escuela nos lo implantan en el
cerebro y nos cuesta muchos meses asimilarlo y aprender a manejarlo. Algunas
personas no aprenden a manejarlo bien en toda la vida, bien sea por la
pronunciación o dicción correcta de las palabras o por el corto vocabulario
aprendido, y ya no digo nada en cuanto a
la comprensión lectora. En lo que respecta a la escritura, los problemas de la
lectura revierten también en ella pudiendo escribir las palabras
incorrectamente por su estructura, sintaxis, ortografía o incluso por no
dibujar correctamente las letras de manera que las hacen incomprensibles o irreconocibles.
Por tanto, no cabe hablar de cuantas personas desarrollan la capacidad de
escribir con diferentes tipos de letra, como sucede con el programa WORD, pues
son muy pocas.
El problema
principal de los humanos es un defectuoso aprendizaje de la aplicación/programa
de lectura y escritura, o bien que son programas que no vuelven a ejecutar
salvo en contadas ocasiones, con lo cual el programa se va borrando
paulatinamente por falta de uso.
El teléfono
tiene programas que nos conectan con lo que podríamos llamar bibliotecas, donde
se almacenan multitud de libros, escritos, artículos, etc. que nos permiten
tener acceso a multitud de conocimientos de cualquier materia, pero hay mucha
gente que no hace uso de ellos porque eso les obligaría a leer y ellos no
quieren ejecutar ese programa, no les gusta.
Prefieren
mirar los vídeos, las imágenes, pues les supone menos esfuerzo y además esas
imágenes suelen ser de cosas triviales que les supone poco esfuerzo de
comprensión. Por tanto, esas capacidades, al igual que sucede con los músculos,
si no se usan no se desarrollan.
Lo que la
gente que profesa una religión llama espiritualidad,
podría ser el programa humano que se ocupa de ver más allá de lo puramente
material. Dicho programa gobierna las relaciones entre humanos y a su vez la
relación con múltiples aplicaciones/programas diseñadas por el Creador del
Universo. Este programa tiene sus raíces en las creencias del individuo
concreto y de su conocimiento del mundo que le rodea y todo esto depende de su
nivel de consciencia.
Este programa/aplicación,
consigue desarrollar la comprensión del mundo, el conocimiento, la consciencia, la comunión con el UNIVERSO y
por ende la conexión con aplicaciones especiales del Universo, como telepatía,
bilocación, viajes astrales, conexión con el Registro Akásico, levitación,
terapias psíquicas...así le llamaría programa ELEVACIÓN DE LA CONSCIENCIA o
SUPERCONSCIENCIA, en vez de Espiritualidad pues el espíritu nada tiene que ver
aquí.
Las religiones
se empeñan en el oscurantismo y así todo lo explican con el poder de Dios, que
puede hacer lo que quiera y cuando quiera, mediante milagros y hechos
sobrenaturales y a muchos que logran esa conexión con las aplicaciones especiales
del Universo llegan a nombrarlos santos.
Como ya he
dicho en muchas ocasiones, todo lo que sucede es natural pues es lo que permite
la Naturaleza, por tanto no hay nada sobrenatural y lógicamente no caben los
milagros. Otra cosa es que no tengamos una explicación científica o racional
para determinados hechos.
A diferencia
de los teléfonos/computadores, la implantación de un programa/aplicación en los
humanos lleva mucho más tiempo, pues aunque el programa esté diseñado y
resuelto, para transmitirlo desde el soporte original, sea de forma escrita u
oral, al usuario, es necesario leerlo o escucharlo, al menos, y dependiendo de
los contenidos lleva su tiempo. En los teléfonos/computadores basta con
insertar un pendrive y lo descargamos en pocos minutos. Luego queda aprender a
utilizarlo. Las aplicaciones para los humanos se aprenden mejor utilizándolas
simultáneamente al aprendizaje, por etapas, y si se siguen utilizando con
frecuencia se aprenden nuevas cosas sobre ellas y se actualizan.
El programa
sobre la profesión a la que se dedica el humano, suele durar bastante tiempo su
aprendizaje e implantación, varios años, pues se compone de muy variadas
aplicaciones que se van implementando en el tiempo, incluso después de años de
ejercer pues se va actualizando con diversos elementos técnicos. Estos
programas, normalmente se transmiten e implantas en centro educativos diseñados
para ello.
Es curioso
que el programa “Religión Cristiana/Católica” y demás cismas, lleva funcionando
más de dos mil años sin actualizarse, salvo un cambio lingüístico en los
rituales que en origen se hacían en latín y hace menos de un siglo se cambió al
idioma del país. A partir de ahí solo unos cambios de algunas palabras en las
oraciones usadas en los rituales.
El jefe
actual de la Iglesia Católica al que llamamos Papa, intenta cambiar algunos
conceptos pero sus sacerdotes de mayor rango no le dejan, llegando algunos
incluso a desear su muerte para que nada cambie.
En estos dos
mil años, la ciencia ha avanzado mucho y esto ha obligado a la Iglesia a
aceptar algunas cosas, pero en lo fundamental no han cambiado nada, a pesar de
que no tienen forma de demostrar ninguno de sus principios, afirmaciones
rotundas o dogmas.
Me resulta
chocante que gente que tiene estudios incluso superiores y algunos que son
carreras científicas, continúen con sus creencias religiosas incólumes tal como
se las transmitieron originalmente, sin que haya evolución alguna o al menos no
lo manifiestan. Dentro de mi concepto de Universo Programado, me resulta
difícil de explicar como es posible que el programa religión no se modifique,
es como si estuviese protegido por una guardia pretoriana que impide que
penetre conocimiento alguno. Tal vez ocurre así porque no hay mucha consciencia
de las patrañas que le han inculcado, pensando que el problema es él mismo que no
comprende los mensajes grabados, y en vez de investigar y actualizar sus
creencias, se dedica a buscar la manera de justificarlas.
Desarrollar el
programa que las religiones y seguidores llaman espiritualización y que yo
denomino SUPERCONSCIENCIA supone ser cada día más consciente de las realidades
que nos rodean a todos los niveles y esto nos llevará a descubrir nuevas
realidades de las que seremos conscientes de su existencia y solo a partir de
ahí podremos comenzar a desarrollarlas, considerando que lo más importante es
elevar nuestra consciencia y que el desarrollo de esas facultades especiales es
solo la constatación de que vamos en el buen camino, considerando que debemos
usarlas de manera responsable y en beneficio de la humanidad.
Aunque uno de
los caminos para el desarrollo de la SUPERCONSCIENCIA sea el del AMOR, no es el
único y tampoco es necesario creer en un dios concreto, aunque la superconsciencia
puede llevarnos a tener una idea más cercana de lo que puede ser realmente el
Creador del Universo.