domingo, 30 de junio de 2024

LA ESPIRITUALIDAD Y OTROS PROGRAMAS

 



 

Sabéis que, desde mi punto de vista, hay muchas similitudes entre un computador/ordenador y un humano, tanto en la estructura mental como corporal. No obstante probablemente sea más comprensible si lo comparamos con un teléfono móvil moderno.

Solo voy a analizar la estructura de nuestro cerebro con el software de un teléfono móvil.

Como sabéis, nuestro teléfono contiene un sinfín de aplicaciones (APP) que capacitan a nuestro dispositivo para realizar una gran cantidad de tareas.

Así tenemos, por ejemplo, aplicaciones para leer y escribir, y la aplicación para escribir incluso tiene la capacidad de corregir ortográficamente lo que escribamos o facilitarnos la escritura completa de palabras, con solo escribir las dos o tres primeras letras.

Este programa/aplicación concreta, en el teléfono ya viene de serie, pero en el humano no es así sino que cuando vamos a la escuela nos lo implantan en el cerebro y nos cuesta muchos meses asimilarlo y aprender a manejarlo. Algunas personas no aprenden a manejarlo bien en toda la vida, bien sea por la pronunciación o dicción correcta de las palabras o por el corto vocabulario aprendido,  y ya no digo nada en cuanto a la comprensión lectora. En lo que respecta a la escritura, los problemas de la lectura revierten también en ella pudiendo escribir las palabras incorrectamente por su estructura, sintaxis, ortografía o incluso por no dibujar correctamente las letras de manera que las hacen incomprensibles o irreconocibles. Por tanto, no cabe hablar de cuantas personas desarrollan la capacidad de escribir con diferentes tipos de letra, como sucede con el programa WORD, pues son muy pocas.

El problema principal de los humanos es un defectuoso aprendizaje de la aplicación/programa de lectura y escritura, o bien que son programas que no vuelven a ejecutar salvo en contadas ocasiones, con lo cual el programa se va borrando paulatinamente por falta de uso.

El teléfono tiene programas que nos conectan con lo que podríamos llamar bibliotecas, donde se almacenan multitud de libros, escritos, artículos, etc. que nos permiten tener acceso a multitud de conocimientos de cualquier materia, pero hay mucha gente que no hace uso de ellos porque eso les obligaría a leer y ellos no quieren ejecutar ese programa, no les gusta.

Prefieren mirar los vídeos, las imágenes, pues les supone menos esfuerzo y además esas imágenes suelen ser de cosas triviales que les supone poco esfuerzo de comprensión. Por tanto, esas capacidades, al igual que sucede con los músculos, si no se usan no se desarrollan.

Lo que la gente que profesa una religión llama espiritualidad, podría ser el programa humano que se ocupa de ver más allá de lo puramente material. Dicho programa gobierna las relaciones entre humanos y a su vez la relación con múltiples aplicaciones/programas diseñadas por el Creador del Universo. Este programa tiene sus raíces en las creencias del individuo concreto y de su conocimiento del mundo que le rodea y todo esto depende de su nivel de consciencia.

Este programa/aplicación, consigue desarrollar la comprensión del mundo, el conocimiento, la  consciencia, la comunión con el UNIVERSO y por ende la conexión con aplicaciones especiales del Universo, como telepatía, bilocación, viajes astrales, conexión con el Registro Akásico, levitación, terapias psíquicas...así le llamaría programa ELEVACIÓN DE LA CONSCIENCIA o SUPERCONSCIENCIA, en vez de Espiritualidad pues el espíritu nada tiene que ver aquí.

Las religiones se empeñan en el oscurantismo y así todo lo explican con el poder de Dios, que puede hacer lo que quiera y cuando quiera, mediante milagros y hechos sobrenaturales y a muchos que logran esa conexión con las aplicaciones especiales del Universo llegan a nombrarlos santos.

Como ya he dicho en muchas ocasiones, todo lo que sucede es natural pues es lo que permite la Naturaleza, por tanto no hay nada sobrenatural y lógicamente no caben los milagros. Otra cosa es que no tengamos una explicación científica o racional para determinados hechos.

A diferencia de los teléfonos/computadores, la implantación de un programa/aplicación en los humanos lleva mucho más tiempo, pues aunque el programa esté diseñado y resuelto, para transmitirlo desde el soporte original, sea de forma escrita u oral, al usuario, es necesario leerlo o escucharlo, al menos, y dependiendo de los contenidos lleva su tiempo. En los teléfonos/computadores basta con insertar un pendrive y lo descargamos en pocos minutos. Luego queda aprender a utilizarlo. Las aplicaciones para los humanos se aprenden mejor utilizándolas simultáneamente al aprendizaje, por etapas, y si se siguen utilizando con frecuencia se aprenden nuevas cosas sobre ellas y se actualizan.

El programa sobre la profesión a la que se dedica el humano, suele durar bastante tiempo su aprendizaje e implantación, varios años, pues se compone de muy variadas aplicaciones que se van implementando en el tiempo, incluso después de años de ejercer pues se va actualizando con diversos elementos técnicos. Estos programas, normalmente se transmiten e implantas en centro educativos diseñados para ello.

Es curioso que el programa “Religión Cristiana/Católica” y demás cismas, lleva funcionando más de dos mil años sin actualizarse, salvo un cambio lingüístico en los rituales que en origen se hacían en latín y hace menos de un siglo se cambió al idioma del país. A partir de ahí solo unos cambios de algunas palabras en las oraciones usadas en los rituales.

El jefe actual de la Iglesia Católica al que llamamos Papa, intenta cambiar algunos conceptos pero sus sacerdotes de mayor rango no le dejan, llegando algunos incluso a desear su muerte para que nada cambie.

En estos dos mil años, la ciencia ha avanzado mucho y esto ha obligado a la Iglesia a aceptar algunas cosas, pero en lo fundamental no han cambiado nada, a pesar de que no tienen forma de demostrar ninguno de sus principios, afirmaciones rotundas o dogmas.

Me resulta chocante que gente que tiene estudios incluso superiores y algunos que son carreras científicas, continúen con sus creencias religiosas incólumes tal como se las transmitieron originalmente, sin que haya evolución alguna o al menos no lo manifiestan. Dentro de mi concepto de Universo Programado, me resulta difícil de explicar como es posible que el programa religión no se modifique, es como si estuviese protegido por una guardia pretoriana que impide que penetre conocimiento alguno. Tal vez ocurre así porque no hay mucha consciencia de las patrañas que le han inculcado, pensando que el problema es él mismo que no comprende los mensajes grabados, y en vez de investigar y actualizar sus creencias, se dedica a buscar la manera de justificarlas.

Desarrollar el programa que las religiones y seguidores llaman espiritualización y que yo denomino SUPERCONSCIENCIA supone ser cada día más consciente de las realidades que nos rodean a todos los niveles y esto nos llevará a descubrir nuevas realidades de las que seremos conscientes de su existencia y solo a partir de ahí podremos comenzar a desarrollarlas, considerando que lo más importante es elevar nuestra consciencia y que el desarrollo de esas facultades especiales es solo la constatación de que vamos en el buen camino, considerando que debemos usarlas de manera responsable y en beneficio de la humanidad.

Aunque uno de los caminos para el desarrollo de la SUPERCONSCIENCIA sea el del AMOR, no es el único y tampoco es necesario creer en un dios concreto, aunque la superconsciencia puede llevarnos a tener una idea más cercana de lo que puede ser realmente el Creador del Universo.