lunes, 4 de enero de 2010

OPINIONES TRASNOCHADAS






































Acabo de recibir el siguiente mensaje, para este blog, por un visitante ANÓNIMO:
"Oiga usted es un degenerado.Hace todas mujeres desnudas.Usted tiene esposa?Como puede hacer eso.Que jesus te perdone"

Yo pensaba que a estas alturas del siglo XXI ya no quedaría gente que entiende la moral solo con relación a la sexualidad y a los desnudos. Sin duda, si este "anónimo" hubiera existido en la época de Miguel Ángel se habría prestado voluntario para cubrir las partes púbicas de las figuras que pintó en la Capilla Sixtina.

Señor Anónimo, ¿como se permite usted el atrevimiento de censurarme por hacer lo que han hecho a lo largo de toda la Historia del Arte los más insignes pintores y escultores, sin pretender compararme con ellos en la calidad, pero si en los temas y motivos. Tal vez usted ha olvidado a la cultura griega y después la romana, de las cuales procedemos nosotros, ya hace unos 3000 años, paralelamente la cultura egipcia, también representaba al ser humano desnudo, tanto en pintura como en escultura y no digamos nada de la cultura hindú donde muchos templos están llenos de desnudos y en algunos teniendo relaciones sexuales en mil posturas. Ya en Europa y en el gótico se representa a Cristo, San Esteban, San Sebastián, Santa Catalina, María Magdalena, Adán y Eva, etc. desnudos con la salvedad de la hojita de parra o sustituto que en aquella época era de rigor para que no se soliviantasen los padres de la Iglesia Católica, pero en el Renacimiento renació el desnudo pagano amparado en la mitología y posteriormente ya ni eso.

Gracias a la penetración de la cultura hasta en las capas sociales menos pudientes de nuestra sociedad, estos problemas de censura han prescrito, pero veo que aún quedan personas a las que la cultura no ha llegado o bien han sido refractarios a ella, como es su caso. Sinceramente pienso que por mucho que usted se crea en posesión de la verdad absoluta, en materia de moral, usted no es quien para ser mi censor y menos manteniéndose en el anonimato, lo cual indica que además de cometer un error garrafal usted es un cobarde. Así que su Jesús nada tiene que perdonarme porque yo no he cometido ninguna falta contra él, pero usted si la ha cometido conmigo y tiene madera de inquisidor.