Hemos visto en obras de grandes artistas, cómo la distribución de los
elementos en el cuadro, no solo permiten una sensación agradable por la
armonía de las formas y colores, sino que esa especial distribución
trasciende para dar significados que se perciben a nivel inconsciente.Exponemos
aquí las leyes de la composición sintetizadas en una serie de láminas
didácticas, absolutamente gráficas e intuitivas, que les permitirán
comprender y asimilar fácilmente las técnicas utilizadas por los grandes
maestros del grabado y la pintura para transmitir sus mensajes.
De igual manera que el color azul lo asimilamos como frío por ser los
mares y los hielos, azules y fríos, entendemos el amarillo y el rojo
como calientes, pues el Sol y el hierro candente, como el fuego tienen
estos colores. Pues bien, así mismo sucede con las líneas, las figuras
geométricas, las masas y los tonos. Todo tiene su significado y el
artista debe conocerlo y aplicarlo para transmitir las ideas y
sensaciones que quiere hacer llegar al espectador.
Evidentemente si el espectador conoce a nivel consciente las claves,
le será más fácil descubrir y percibir lo que el artista le quiere
transmitir; en caso contrario sucederá lo mismo que dice el refrán “El
que no sabe es como el que no ve” solo que en este caso habría que decir
“El que no sabe no ve”
Vemos que no solo es importante cómo distribuimos los elementos
dentro de la superficie del cuadro, sino que la forma y proporciones de
esa superficie también tienen su importancia y determinan unas
sensaciones que deben estar acordes con el tema de la obra. Así vemos
que, internamente, las líneas transmiten sensaciones diferentes si son
verticales, horizontales o inclinadas.
Y de igual manera, la superficie, si es alargada en sentido vertical u
horizontal o cuadrada, transmite sensaciones diferentes. Aunque la
mirada del espectador siga un recorrido inconsciente general, es el
artista el que, con su composición, obligará al espectador a seguir el
recorrido que él quiera, jugando con los ritmos creados por las líneas,
masas y tonos.
El espacio pictórico creado por la superficie del cuadro, podemos
dividirlo de muchas formas, pero especialmente hay tres, debido a sus
proporciones: ½, 5/3 y cualquier otra. Solo la proporción 5/3 da unidad y
variedad.
La
Sección Áurea o proporción de Oro nos permite definir una superficie
armónica en sus relaciones de longitud y altura, así como,
interiormente, hallar los puntos y zonas armónicas, tomando como razón
el valor 1,618. Nos bastará con multiplicar una distancia o longitud por
el valor 1,618 para hallar la medida superior que cumpla la “Sección
Áurea” o dividirlo para hallar la inferior.
Aplicando el valor 1,618 o bien usando la Serie de Fibonacci,
podremos siempre determinar los puntos armónicos, es decir, dónde nos
convendrá situar el/los elementos que queramos destacar de nuestra obra.
Aunque siempre habremos de definir un orden de importancia para que
solo un elemento destaque de todos los demás.
Hemos
visto cómo influyen las proporciones del espacio pictórico y la
posición del elemento de destaque sobre el mensaje que la obra
transmite. En el siguiente artículo podremos ver el significado de los
tipos de líneas usadas en la construcción de la obra de arte.
sábado, 19 de octubre de 2013
domingo, 13 de octubre de 2013
EL DIBUJO EN EL ARTE: EL COLOR
Si un rayo de luz solar, luz blanca,
atraviesa un prisma de cristal, dicha luz se descompone en los seis
colores del espectro visible: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y
violeta.
Un cuerpo de color local blanco, cuando incide un rayo de luz blanca (rojo, verde, azul), refleja totalmente el espectro y por ello lo vemos de color blanco. Si el cuerpo es de color local negro, es porque absorbe toda la luz sin reflejar nada. Si vemos un cuerpo de color amarillo es porque absorbe el color azul y refleja el rojo y el verde. Si vemos un cuerpo de color rojo, es debido a que absorbe azul y verde y refleja solo el rojo. De igual modo, si vemos un cuerpo de color púrpura es debido a que absorbe el color verde y refleja el color rojo y el azul.
Cuando decimos que una flor es roja estamos hablando de su color local, pues en realidad cada pétalo tendrá diversos colores y no solo rojo, pues hay diversos matices, penumbras, sombras y reflejos. De hecho, hay diversos factores que influyen en el color de los cuerpos.
El color local es el color propio del cuerpo y que solo es perceptible en aquellas zonas donde no se vea modificado por otros factores.
El color tonal es una variación del color local al ser influido por la zona tonal (luz, sombra, medio tono, reflejo, sombra proyectada). Según la zona tonal que observemos, podremos percibir los colores y matices diversos existentes que son distintos del color local. Estos a su vez dependen del color local, de la forma del cuerpo, de la textura, de los colores de los cuerpos que le rodean, color ambiental (color de paredes, suelos, muebles, cortinas, etc.), del color de la luz, etc.
El color reflejado es especialmente perceptible en la zona reflejada que está dentro de la zona de sombra. Aunque aquí actúa todo lo que envuelve, especialmente es visible el color de los cuerpos más cercanos a dicha zona de sombra y así aparece la zona reflejada.
La gama de colores cálidos corresponde a la mitad del círculo donde intervienen el rojo y el amarillo fundamentalmente. No obstante, esto no significa que, en la ejecución del cuadro, no deban intervenir los azules, incluso aquellos que no tienen la más mínima tendencia cálida, pues lo importante es que la tendencia general de la obra sea hacia un cromatismo cálido aunque pueda intervenir cualquier color en las mezclas.
La
gama de colores fríos corresponde a la otra mitad del circulo, donde el
color principal es el azul, aunque en algunos colores intervengan algo
el amarillo y el rojo. De igual forma que en el caso de los colores
cálidos, aunque a la inversa, en la ejecución del cuadro, incluiremos
rojos y amarillos, pero de manera que la tendencia general de la obra
sea hacia el color azul.
La gama de colores grises o quebrados,
también llamados sucios, se obtienen mezclando los tres colores
primarios, o un primario con el secundario complementario, o dos
complementarios entre sí. Es decir, obtenemos una mezcla terciaria
haciendo predominar el color que nos interese, dependiendo de la
cantidad proporcional al mezclar: poniendo más cantidad del color que
queremos que sobresalga. Por ello podrán hacerse a la vez armonías
frías, cálidas y con tendencia a cualquier color.
- Colores primarios: rojo, azul oscuro y verde. Son primarios porque no se pueden obtener por mezclas.
- Colores secundarios: amarillo, azul celeste y púrpura. Son secundarios porque se obtienen de la mezcla de dos primarios
- Azul oscuro /Amarillo
- Rojo/Azul celeste
- Verde/Púrpura
Un cuerpo de color local blanco, cuando incide un rayo de luz blanca (rojo, verde, azul), refleja totalmente el espectro y por ello lo vemos de color blanco. Si el cuerpo es de color local negro, es porque absorbe toda la luz sin reflejar nada. Si vemos un cuerpo de color amarillo es porque absorbe el color azul y refleja el rojo y el verde. Si vemos un cuerpo de color rojo, es debido a que absorbe azul y verde y refleja solo el rojo. De igual modo, si vemos un cuerpo de color púrpura es debido a que absorbe el color verde y refleja el color rojo y el azul.
Los colores pigmento son los colores que utilizamos para pintar, se
obtienen con polvos colorantes mezclados con aceites y barnices.
- Primarios: rojo, amarillo y azul. No se obtienen por mezcla
- Secundarios: naranja, verde y violeta. Mezcla de dos primarios
- Terciarios: rojo, amarillo y azul. Mezcla de los tres primarios, predominando uno de ellos. Mezcla de dos secundarios.
Cuando decimos que una flor es roja estamos hablando de su color local, pues en realidad cada pétalo tendrá diversos colores y no solo rojo, pues hay diversos matices, penumbras, sombras y reflejos. De hecho, hay diversos factores que influyen en el color de los cuerpos.
El color local es el color propio del cuerpo y que solo es perceptible en aquellas zonas donde no se vea modificado por otros factores.
El color tonal es una variación del color local al ser influido por la zona tonal (luz, sombra, medio tono, reflejo, sombra proyectada). Según la zona tonal que observemos, podremos percibir los colores y matices diversos existentes que son distintos del color local. Estos a su vez dependen del color local, de la forma del cuerpo, de la textura, de los colores de los cuerpos que le rodean, color ambiental (color de paredes, suelos, muebles, cortinas, etc.), del color de la luz, etc.
El color reflejado es especialmente perceptible en la zona reflejada que está dentro de la zona de sombra. Aunque aquí actúa todo lo que envuelve, especialmente es visible el color de los cuerpos más cercanos a dicha zona de sombra y así aparece la zona reflejada.
La gama de colores cálidos corresponde a la mitad del círculo donde intervienen el rojo y el amarillo fundamentalmente. No obstante, esto no significa que, en la ejecución del cuadro, no deban intervenir los azules, incluso aquellos que no tienen la más mínima tendencia cálida, pues lo importante es que la tendencia general de la obra sea hacia un cromatismo cálido aunque pueda intervenir cualquier color en las mezclas.
A
lo largo de estos artículos hemos ido conociendo lo fundamental del
dibujo y del color pero nos queda la parte más sutil y desconocida: la
composición. Este es uno de los secretos que utilizaron de manera
sublime los grandes maestros desde el Gótico hasta nuestros días para
hacer llegar el mensaje, de manera subliminal, al espectador. Esto lo
iremos mostrando en los próximos artículos.
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