viernes, 30 de septiembre de 2022

UNA NAVE ESPACIAL LLAMADA TIERRA Capitulo XXXVII Síndone 4

 


Características de la imagen

Existe un acuerdo casi unánime en algunas de las características de la imagen:
·Presenta los colores invertidos respecto de una imagen óptica habitual. Por eso ha sido comparada a veces con un negativo, aunque algunas de sus partes (el cabello, por ej.) escapan a la norma.

·Se puede observar solo a cierta distancia.
·Es de color amarillo pardo en el cuerpo y rojo en las manchas de sangre.
·La pigmentación de la imagen corporal no afecta más que a la superficie de las fibras, mientras que los regueros de sangre traspasan la tela.
·Los contornos de la imagen son imprecisos.
·La imagen dorsal es unos centímetros más ancha y más larga que la frontal.
·Entre la imagen anterior y la posterior hay una separación que ha sido estimada entre 12 y 18 cm.
·La pigmentación es más intensa en el rostro que en el cuerpo.

Diversos estudiosos de la imagen han considerado teorías sobre la imagen que han sido discutidas. Por ejemplo, John Jackson (director STURP y Turin Shroud Center of Colorado),incluye entre ellas las causas de la coloración de las fibras o la naturaleza de la sangre, Moran y Fanti aluden a la tridimensionalidad, etc. Véase más adelante.

Bueno, al menos han sido capaces de ponerse de acuerdo en estas características de la Síndone, otra cosa son las explicaciones de cada uno.

Rastros de sepultura judía
En junio del 2002 Mechthild Flury-Lemberg, encargada de la restauración del lienzo, encontró un patrón particular de cosido en la costura de uno de los lados largos del Sudario (llamado "orillo"). Ese patrón de cosido es muy similar a los fragmentos de tela encontrados en las tumbas de la fortaleza judía de Masada (el palacio de invierno del rey Herodes I el Grande). Las telas de Masada son aproximadamente de los años 40 a. C. al 73 d. C. Antonio Lombatti afirma, por el contrario, que ni los tejidos de Masada son como los del lienzo de Turín ni el único sudario completo de la época de Jesús que se conoce, el de Akeldama, es como el Lienzo de Turín.

Asimismo, la presencia de carbonato de calcio (polvo de piedra caliza) en el Sudario fue notada por la Dra. Eugenia Nitowski (arqueóloga de Utah) en sus estudios de las cuevas-tumbas de Jerusalén.

Esto quiere decir que quienes crearon la Síndone estaban bien informados de las costumbres y circunstancias del enterramiento y es posible que adquirieran allí, en el siglo XII una tela semejante a la mortaja de Jesucristo.

Teorías sobre la formación de la imagen
Se han sugerido diferentes explicaciones a la creación de la imagen, tanto naturales como sobrenaturales. Los investigadores estadounidenses Stevenson y Haberman en su libro Dictamen sobre la Sábana Santa ofrecían un análisis comparado de las distintas teorías de formación de la imagen de acuerdo con los estudios del STURP

Formación milagrosa
Varios creyentes consideran la imagen como un efecto secundario de la resurrección de Jesús, sugiriendo efectos seminaturales que pudieron haber sido parte del proceso. Afirman que puesto que la lógica obliga a descartar todas las hipótesis, hay que pensar en un hecho sobrenatural único para una imagen única: la Resurrección de Jesús. Ya que no hay explicación científica al hecho de que la imagen sea tan detallada y la intensidad guarde relación con la distancia, y que solo afecte a las fibrillas superficiales individualmente. A todo esto hay que añadir la existencia de todo el conjunto de datos que aporta la sábana que obligan a pensar que el hombre de la sábana es Jesús: antigüedad, tipo de heridas, etc. Estas teorías son inverificables y pueden darse como explicación a cualquier anomalía que vaya contra la autenticidad del sudario, así que desde un punto de vista científico no son una explicación válida. El sindonólogo Raymond Rogers, pensaba que este tipo de razonamiento era una falacia non sequitur (falta de lógica), puesto que del hecho de que la ciencia ignore algo no se infiere necesariamente el milagro. Se ha sugerido que el sudario colapsó a través del cuerpo glorificado de Jesús o de su deslocalización y que la imagen se pudiera haber formado por contacto directo al caer la sábana, dando así una imagen de detalle, y que por ser distinta la duración de este contacto en función de la distancia, habría una intensidad variable. Quienes apoyan esta teoría señalan ciertas impresiones de dientes y huesos al estilo de los rayos X.

En este asunto, la resurrección, hay que considerar que eso tampoco es posible que un humano muera y que al cabo de unas horas él por si solo resucite, vuelva a la vida. Lo que si es posible es que aparentemente esté muerto, en estado cataléptico, en el cual no se percibe respiración ni los latidos del corazón, y mediante ayuda, el cuerpo se recupere y vuelva al funcionamiento normal. Una cosa que es necesario saber es que un crucificado podía durar vivo semanas, nadie moría en unos pocos días y menos en horas, como fue el caso de Jesús.

Y digo un humano porque por más que la Iglesia y sus creyentes se empeñen en que Jesucristo era Dios, eso no es posible en absoluto, pues el llamado Dios Padre no puede engendrar hijos porque él no es de naturaleza humana y menos mediante una paloma. El Dios Creador por más que se empeñe la Iglesia en mostrarlo con naturaleza antropomórfica, no es posible, se empeña en crear a un dios a nuestra imagen y semejanza y eso no es posible, pues Dios Creador es todo lo que existe, es decir, el Universo con todo su contenido, con sus leyes de funcionamiento. Por tanto Jesús era fue un hombre, con una preparación especial, fuera de lo normal, pero hombre y él mismo siempre se definió como “hijo del hombre” y ese hombre que fue su auténtico padre se llamaba Judas de Gamala, por más señas gran dirigente zelote con la categoría de Arcángel. En su momento hablaremos de esto cuando publique lo que estoy escribiendo sobre la vida de Jesús.

Por otro lado, dada la forma en que la sábana se adhiere al cuerpo, según vemos en la ilustración, la imagen tendría que incluir los costados pues la sábana queda por ahí pegada al cuerpo también, pero eso no se refleja en la imagen por tanto este método no es posible, eso demuestra que es un fraude.

Teorías científicas sobre la formación de la imagen
Capa de hidratos de carbono
Vista microscópica de contraste fasado de una fibra de la imagen del sudario de Turín. La capa de hidratos de carbono es visible a lo largo del borde superior, pero desaparece en el borde inferior derecho. Esta capa puede arrancarse o retirarse con adhesivo

R. N. Rogers y A. Arnoldi proponen una explicación natural que no descarta la autenticidad del lienzo. Esta teoría recurre a los gases que escapan de un cadáver en las primeras fases de descomposición. Las fibras de celulosa que componen la tela están revestidas por una fina capa de fécula, con fragmentos de almidón, azúcares y otras impurezas. Esta finísima capa fue descubierta al utilizar un microscopio de contraste fasado. La imagen muestra su parte más fina, la que carga con el color, mientras que la prenda subyacente está sin colorido. La capa de hidratos de carbono sería en esencia incolora salvo en algunos sitios donde un cambio químico le ha otorgado un color pajizo. La reacción implicada es similar a la que tiene lugar al calentar el azúcar para producir caramelo.

Según estos autores, los aminoácidos del cuerpo humano reaccionan pronto con la capa de hidratos de carbono, antes de que los líquidos producto de la descomposición manchen o dañen la tela. Los gases de los cuerpos muertos son extremadamente reactivos químicamente y al cabo de un par de horas, en entornos como los sepulcros, el cuerpo empieza a producir aminos más fuertes en sus tejidos, como pudriscina y cadaverina. Esto provocaría el color observado en la capa de hidratos de carbono, pero crea preguntas sobre por qué ambas vistas de la imagen son tan fotorrealísticas y por qué no fueron destruidas por posteriores productos de la descomposición. (Una pregunta obvia: si hubo resurrección, o si se retiró el cuerpo de la tela en el momento requerido).

Si la imagen se formase por los gases desprendidos serían manchas informes no habría un dibujo preciso en absoluto, los gases no se transmiten en línea recta, no tenéis más que ver el humo de una chimenea.

Reproducción fotográfica
La artista estadounidense Lillian Schwartz, consultora gráfica en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, quien se hizo conocida en la década de 1980 cuando comparó el rostro de Mona Lisa con un autorretrato de Leonardo da Vinci, sugirió luego la existencia de dimensiones similares en el rostro del hombre del Sudario y en el del mismo autorretrato del célebre polímata (capacidad de alcanzar la excelencia en varias áreas del conocimiento) florentino.

Entre los métodos propuestos por los partidarios de la creación de la imagen en la Edad Media, hay quien no duda en considerar al sudario como la primera fotografía del mundo, atribuyendo su autoría a Leonardo da Vinci. Según ellos, la imagen habría sido producida con la ayuda de una linterna mágica, un dispositivo de proyección simple y compuestos de plata sensibles a la luz aplicados sobre la tela. Esta teoría se apoya en el parecido que algunos encuentran entre el famoso autorretrato de Leonardo y la imagen del sudario, pese a que Leonardo nació varios siglos después de la primera aparición documentada de la sábana, si se considera que la sábana de Turín es la misma que la de Edesa, cosa que algunos expertos dudan.

Los principales defensores de esta teoría son Lillian Schwartz (consultora gráfica de la School of Visual Arts en Nueva York, quien se hizo conocida en la década de 1980 por pretender que la Mona Lisa era un autorretrato de Leonardo), Lynn Picknett (investigadora), Nicholas Allen (profesor en Historia del Arte de la Nelson Mandela Metropolitan University en Sudáfrica, quien sostiene que la prueba de que el sudario fuese una fotografía de Da Vinci sería que se encontraran rastros de sulfato de plata en el sudario) y Larissa Tracy (profesora de la Longwood University en Virginia). Todos ellos afirman que Leonardo tenía todos los conocimientos necesarios en anatomía y los materiales para fabricar una primitiva cámara oscura como para fabricar un sudario falso que reemplazaría a la falsa reliquia de mala calidad que estaba en posesión de la familia Saboya desde 1453.

Si Leonardo hubiese sido capaz de realizar una cámara fotográfica como la descrita, estaría en sus códices la descripción de la misma, tendría que haber pintado en cristal la figura por las dos caras y habría hecho demostraciones sobre este invento, y desde luego no veo yo a Leonardo ayudando a la Iglesia a engañar a la gente. Además todas las pruebas de datación indican que la Síndone probablemente es anterior a esta fecha.

UNA NAVE ESPACIAL LLAMADA TIERRA Capitulo XXXVI Síndone 3

                                 

Según d’Arcis, «Un examen riguroso descubrió eventualmente cómo la imagen había sido astutamente pintada, siendo la verdad corroborada por el propio pintor, esto es, que fue producto de la mano del hombre y no fue forjada ni se formó milagrosamente». En la carta no se nombra al artista.

La carta de d’Arcis menciona también el esfuerzo del obispo Henri por eliminar la veneración, pero que la tela fue rápidamente escondida «unos 35 años», lo que concuerda con los detalles históricos antes mencionados. La carta ofrece una descripción de la sábana: «Tras dibujar con audaz maña la imagen a doble cara de un hombre, es decir, vista frontal y dorsal, declaró falsamente y pretendió que se trataba del sudario en el que nuestro salvador Jesucristo fue envuelto en el sepulcro, y sobre el que la figura completa de nuestro salvador ha permanecido por ello impresa junto a las heridas que portaba».

Vemos como ya en 1389 había voces autorizadas que no estaban de acuerdo con que la sábana fuese auténtica mortaja de Jesús. No hay información sobre el presunto pintor de la misma salvo la mención en esta carta.

Pese a las declaraciones del obispo d’Arcis, Clemente VII, primer antipapa del Gran Cisma de Occidente, prescribió indulgencias a los que peregrinaran a la colegiata, por lo que la veneración continuó. Sin embargo, se debía proclamar en voz alta que lo que se exhibía no era "sino una figura o representación del verdadero sudario de Nuestro Señor".

Como veis la propia Iglesia provoca la controversia, si pero no, no pero si, no estamos seguros pero…Este es un juego muy jugoso que crea expectación y aumenta el número de peregrinos. Y luego está el engaño de las indulgencias que les rebaja la pena a los peregrinos por sus pecados, si van a donde el clero quiere que vayan. Aquí la propaganda les sale gratis.

Esto es más trascendente que las apariciones marianas desde el punto de vista doctrinal, pues es la base de la estructura de la Iglesia, ya que de asegurar la autenticidad de la Síndone, se autentifica la existencia de Jesucristo y su divinidad, pues para ellos la Síndone sería una prueba de su resurrección al relacionar la imagen implantada en la tela con sus poderes sobrenaturales para realizar tal proeza y resucitar.

Siglo XV
En 1418, tras casarse con la nieta de Charny, Marguerite, Humberto de Villersexel (conde de la Roche, señor de Saint-Hippolyte-sur-Doubs) trasladó la sábana a su castillo en Montigny-Montfort (Francia), para protegerlo de las bandas de malhechores.

Posteriormente, fue llevada a Saint-Hippolyte-sur-Doubs. Tras la muerte de Humberto, Marguerite de Charny prosiguió con las exhibiciones en diversas ciudades de Europa. Debido a las dudas que se suscitaron durante la exhibición de Lieja, el obispo de esta ciudad, Jean de Heinsberg, creó una comisión de encuesta que, tras examinar el lienzo y las bulas en poder de Margarita de Charny, la propietaria, dictaminaron que el sudario no era auténtico y la figura estaba pintada.

Tanto empeño por parte de la Iglesia en la persona del obispo Jean de Heinsberg de demostrar que era falsa la imagen en la Síndone, hace dudar si este empeño era por convicción de su falsedad o por evitar que la supuesta reliquia fuera controlada por la nobleza y no por la Iglesia.

La viuda vendió la imagen en 1453 al duque Luis de Saboya El nuevo propietario la guardó en su capital, Chambéry, en la Capilla Santa, erigida por Amadeo VIII entre 1408 y 1430 como capilla ducal. En 1502 alberga oficialmente la Sábana Santa y recibe el nombre de "Capilla Santa". A partir de 1471, la sábana se desplazó por varias ciudades de Europa, residiendo brevemente en Vercelli, Turín, Ivrea, Susa, Chambéry, Avigliana, Rívoli y Pinerolo. Por esos días, dos sacristanes de la Capilla Santa describieron que el sudario estaba guardado en un relicario «envuelto en una cortina de seda roja, y guardada en una caja cubierta de terciopelo carmesí, decorada con clavos bañados en plata, y cerrada con llave de oro».

Debía ser buen negocio exhibir la Síndone cuando el duque de Saboya la compra y se dedica a mostrarla por varias ciudades y toman medidas de seguridad creando una especie de “caja fuerte”.

En 1506 el papa Julio II, consciente de la veneración pública del Sudario, establece el 4 de mayo "Ineuco Crucis", solemne día de veneración y oficio de la reliquia. A partir de aquí se inicia la tradición de replicar la Sagrada Tela. De hecho se conocen varias copias alrededor del mundo.

Una medida inteligente la del Papa Julio II para conseguir peregrinos por todo el mundo sin mover la sábana original, sin riesgos para la misma. Debo recordar que hay un pueblo en Teruel llamado Borja que era totalmente desconocido por la inmensa mayoría de los españoles, no digo ya en el extranjero, pero un día hubo una señora que ante una imagen de Cristo que estaba pintada en la pared de la iglesia del pueblo, como estaba deteriorada con faltas de pintura que se había caído, decidió “restaurarla”. La mujer, con más voluntad que conocimiento consiguió destrozar la pintura y crear un adefesio, pero esto hizo que se enteraran en España y más allá de nuestro país y puso a Borja en el mapa, creándose una ”peregrinación” continua para visitar el adefesio creado. Como vemos no hacen falta milagros para crear peregrinaciones, pero esta ha sido y sigue siendo muy productiva para el pueblo y para la iglesia, es decir para el párroco y el obispo.

Siglo XVI a nuestros días
En 1532, el sudario resultó dañado en un incendio en la capilla donde se guardaba. Una gota de plata fundida del relicario le dejó una marca dispuesta simétricamente entre las diversas capas de la tela doblada. Las monjas clarisas trataron de reparar el daño con parches. El sudario fue trasladado a su actual residencia en Turín en 1578.

El estudio científico sobre el lienzo comenzó en 1898 durante la ostensión del sudario con motivo de la boda de Víctor Manuel III. Un abogado italiano llamado Secondo Pia pidió permiso para realizar una serie de fotografías a la reliquia, petición que se aprobó no sin reticencias desde el obispado de Turín. Cuando Pía reveló las fotografías, se dio cuenta de que los negativos producían una imagen mucho más contrastada siendo semejantes (aunque no igual) a una imagen positiva.

Fue propiedad de la Casa de Saboya hasta 1983, cuando se otorgó a la Santa Sede. En 1988, la Santa Sede permitió pasar la prueba del Carbono 14 a la reliquia, para lo que se retiró un trozo pequeño de una esquina del sudario, que fue dividido y enviado a los laboratorios. Otro incendio, probablemente provocado, amenazó al sudario en 1997, La Santa Sede restauró el sudario en 2002. Se retiró la cubierta de la sábana y treinta parches. Esto permitió fotografiar y escanear el reverso de la tela, que estaba oculta a la vista.

Las últimas ostensiones o exhibiciones públicas del sudario fueron durante el Jubileo del año 2000 y durante las celebraciones del bicentenario del nacimiento de Don Bosco en 2015. También el papa Benedicto XVI autorizó una exposición para el año 2010, habiéndose realizado entre el 10 de abril y el 23 de mayo de 2010.

Vuelvo a la rentabilidad de la Síndone cuando la nobleza permaneció con su propiedad hasta 1983.


miércoles, 28 de septiembre de 2022

UNA NAVE ESPACIAL LLAMADA TIERRA Capitulo XXXV Síndone 2






Aunque me tachéis de que me repito, tendré que dejar bien claros algunos principios sobre mi postura intelectual, científica y filosófica, para evitar malas interpretaciones por parte de algunas personas.

1. No me creo en posesión de la verdad absoluta por tanto mis afirmaciones están en función de mis conocimientos y de mis experiencias. Y no soy de los que piensa que quien no está conmigo está contra mí. Cada cual tenemos nuestra forma personal de ver la vida y tenemos el derecho a expresarlo.
2. No pretendo convencer a nadie de nada, por tanto menos aún que los creyentes en la Iglesia Católica o en otras iglesias que renuncien de su fe, pues eso es cosa suya, no mía, ni yo gano nada con ello. No estoy promocionando una nueva religión.
3. Simplemente expongo mis conclusiones respecto a textos, hechos, sucesos o cosas que los creyentes creen que son milagros o sobrenaturales, sin ser conscientes de que están programados para que crean desde antes de nacer. Por tanto no tiene sentido alguno que nadie se sienta atacado porque escribo lo que pienso y lo expreso llanamente. Si a estos no les gusta lo que manifiesto pueden expresar su disconformidad o pueden dejar de leer lo que escribo.
4. Desde mi posición intelectual, científica y filosófica no existen los milagros ni los hechos sobrenaturales, la realidad es que se les llama así hasta que la ciencia descubre las causas reales, pero el que la ciencia no encuentre hoy una explicación satisfactoria no significa que sean milagros. El Universo funciona de una manera rotunda mediante las leyes que lo gobiernan que son inexorables y todo lo que suceda en el Universo es natural, pues es obra de la Naturaleza, no hay nada por encima de ella. Ocurren hechos raros, chocantes, insólitos, excepcionales, misteriosos, singulares, sorprendente, extraordinarios, desconocidos, distintos a lo habitual, inexplicables, pero no sobrenaturales. Es así de sencillo, se quiera aceptar o no. No existe un Dios mago que en determinada religión hace milagros, eso no existe, es más, el mismo Dios Creador está sometido a sus propias leyes, por tanto no se las puede saltar y menos cualquier otro ser o individuo. Digo con esto claramente que Jesucristo no hizo milagros aunque los evangelios digan que si.
5. Existen los milagreros y existieron siempre, los brujos, los chamanes, los curanderos, que con sus trucos de ilusionismo hacen creer a los demás que hacen milagros o mediante el mecanismo de sugestión hacen que las personas que creen en ellos se curen de sus dolencias aunque en realidad es por autosugestión. Algunos lo logran mediante la transmisión de su propia energía por haber desarrollado esa facultad.
6. Algunos de estos realmente hacen “magia” pero no visible sino inducidos, pues mediante la ayahuasca y otros alucinógenos realizan “viajes” que les permiten entrar en conexión con otras realidades, pero los monjes del Tibet y los auténticos yoguis nos recuerdan que es mejor realizar esas conexiones a través del control del relajamiento y la respiración que son la técnica principal de la meditación trascendental, parando los pensamientos y de esta forma podemos conectar con otras realidades, tal como consiguieron muchos místicos como Teresa de Ávila, según explica en sus obras que todos podéis leer. Son solo 2000 páginas.
7. Yo escucho a todo el mundo con absoluto respeto que desde el raciocinio y la lógica me exponga sus puntos de vista, aunque sean contrarios o diferentes a mis convicciones y postura ante estos hechos. Estaré encantado de que así sea. Todos tenemos derecho a discrepar de los demás.
8. No acepto imposiciones de ningún tipo y pido que se me respete tal como yo respeto a todo el mundo.
A partir de aquí vamos a seguir con el análisis de la Síndone.

Análisis histórico
ANTES DELSIGLO XIV

En 1203, un cruzado llamado Robert de Clari aseguró que en la iglesia de Santa María de las Blanquernas de Constantinopla existía una tela con la imagen de Jesús: «Donde estaba el sudario en el que nuestro Señor fue envuelto, y que cada viernes se alzaba bien alto para que uno pudiera ver en él la figura de nuestro Señor». La cita tiene importancia porque es el primer testimonio que se conoce de un sudario con imagen. Pero, al mismo tiempo, también menciona el Mandylion que se encontraba en el palacio de Bucoleón, lo que hace difícil la identificación de las dos imágenes.

En 1205, tras la cuarta cruzada, Teodoro Angelos (sobrino de uno de los tres emperadores bizantinos que fueron depuestos) envió la siguiente misiva al papa Inocencio III, protestando por el ataque a la capital. Sacado del documento, con fecha de 1º de agosto de 1205:
Los venecianos se repartieron los tesoros de oro, plata y marfil, mientras que los franceses hicieron lo mismo con las reliquias de los santos y, lo más sagrado de todo, el lino en el que nuestro Señor Jesucristo fue envuelto tras su muerte y antes de su resurrección. Sabemos que esos saqueadores han guardado los objetos sagrados en Venecia, Francia, y otros lugares, estando el sagrado lino en Atenas.

Como se indica aquí los franceses en vez de oro, plata y marfil, saquearon las reliquias de los santos y el más preciado la Síndone. Supongo que los franceses no eran idiotas cuando saquearon esto en lugar de metales preciosos y marfil ¿verdad? Eso indica que las reliquias eran muy rentables.

En la Biblioteca Nacional de Budapest se encuentra el Códice Pray, el texto más antiguo que sobrevive en húngaro. Fue escrito entre los años 1192 y 1216 (unos 50 años antes de la más antigua fecha determinada por el carbono-14 de 1988) bajo el reinado de Bela III de Hungría, criado en Constantinopla. Según algunos autores, una de sus ilustraciones muestra preparaciones para la sepultura de Cristo. Dicha ilustración incluiría una mortaja con el mismo tejido de patrón de espiga como el Sudario, más cuatro agujeros de quemadura cercanos a uno de los bordes. Los agujeros forman una “L”.

Para estos autores lo llamativo es que ese extraño patrón de agujeros se encuentra en el Sudario de Turín. Son agujeros de quemaduras, posiblemente causados por un atizador o brasas de incienso. Según los registros el sudario era conservado en la capital del Imperio bizantino, y exhibido todos los viernes, acontecimiento con el que Bela III pudo haber estado muy familiarizado en su estadía en Constantinopla, y, eventualmente, después fue tomado el patrón del manto para elaborar el Códice Pray.

Gian Marco Rinaldi mantiene, por el contrario, que lo que se dice que es el sudario es en realidad la tapa del sarcófago adornada con trazos quebrados y que los redondeles que aparecen en la ilustración no son quemaduras sino ornamentos, como aparecen en la cubeta del sarcófago (junto con cruces) y en los vestidos de los personajes. Mantiene que la iconografía de la ilustración del Códice Pray es consistente con la de las “Santas Mujeres” de la época. También la imagen del embalsamamiento de Jesús es similar a otras del período. Daniel Scavone afirma que la iconografía de Jesús en la tumba, desnudo y con las manos cruzadas en el pubis aparece en forma de lamentatio o threnos en el Imperio bizantino hacia 1100. Charles Freeman, por su parte, hace notar que la posición del cuerpo en el Códice Pray era habitual en los enterramientos medievales y señala unas cuantas diferencias entre él y el hombre del sudario de Turín.

Esto viene a indicar que el Códice Pray tiene semejanzas con la Síndone pero no es una copia fidedigna, por tanto no cabe pensar que el autor de las ilustraciones conociera ya la Síndone.

Siglo XIV

La historia documentada de la tela ahora guardada en Turín empieza hacia 1357, cuando comenzó a exhibirse en una iglesia en Lirey (diócesis de Troyes, Francia). Los escudos de armas del caballero Geoffroy de Charny y su viuda pueden verse en el Museo Cluny de París, en un medallón peregrino que también muestra una imagen del sudario de Turín. Esto hace suponer que las exhibiciones comenzaron en torno a la fecha indicada.

Queda claro que con la exhibición de la Síndone se provocan peregrinaciones y esto debía ser una buena ganancia para Geoffroy de Charny y su viuda.

En 1389, el obispo Pierre d’Arcis denunció en una carta al papa de Aviñón que la imagen era un fraude, indicando que ya había sido denunciada anteriormente por su predecesor Henri de Poitiers, al que le extrañaba que no fuera mencionada en ningún evangelio. A los treinta y dos años de este pronunciamiento, la imagen volvió a exponerse, y el rey Carlos VI de Francia ordenó retirarla de la iglesia de Lirey, citando la impropiedad de la imagen. Los comisionados fueron incapaces de llevar a cabo la orden. La documentación relacionada con esta polémica fue editada por Ulysse Chevalier a comienzos del siglo XX.

Debía ser rentable la exhibición de la Sindone cuando se persistía en exhibirla en la iglesia de Lirey.


ilustración del Códice Pray