jueves, 22 de febrero de 2024

LA MENTE PROGRAMADA

 







Como ya sabéis, para mí el Universo está programado desde su inicio y así sigue funcionando. Por la misma razón todo está programado, desde las galaxias, estrellas, planetas… los minerales y las plantas… hasta la ameba, los insectos, animales y el ser humano, es decir, todo lo que existe.

Mi convencimiento se ha transformado en seguridad total, cuando para pintar mis obras pictóricas, en las que trato este tema, he tenido que estudiar cada uno de los elementos que he ido plasmando y analizar como funciona, lo que me ha corroborado que cada elemento existente tiene su propio programa que, en unos casos siempre es el mismo, sin cambios, y en otros va cambiando a lo largo del tiempo, actualizándose, acorde con las interacciones con los elementos que le rodean a lo largo de su existencia y, en la mayoría de los casos, transmitiendo este programa y sus cambios a sus descendientes. Esto podemos verlo en las plantas y sus simientes, así como en los animales.

Evidentemente el género humano no es diferente a los demás elementos y por ello hereda de sus ancestros gran parte de su carga genética. Así tiene, desde antes de nacer, una serie de programas que regulan su cuerpo de forma automática y que perdurará hasta su muerte, y otros programas que irá incorporando según va aprendiendo a moverse por su mundo, como es coger cosas con las manos, andar, correr, etc. se desarrolla la visión y la audición, el olfato, el tacto, el paladar y en general la percepción.

En principio son nuestros padres los que de forma deliberada nos van enseñando cosas y por tanto van creando algunos de nuestros programas o actualizándolos, cambiándolos. Con ese bagaje inicial, se va implantando en nuestra mente una serie de respuestas posibles a los estímulos externos que recibamos. Luego contribuirán a nuestra programación todas las personas con las cuales nos relacionamos como hermanos, primos, tíos…amigos, vecinos, compañeros de clase, profesores, etc. etc. Por supuesto luego nuestras lecturas, películas, músicas, televisión…y actualmente todo lo que recibimos y visionamos por las redes con nuestro teléfono u ordenador.

Lo curioso de todo esto es que, en general, no somos conscientes de nuestra programación, sino que vamos absorbiendo, como una esponja, todo aquello con lo que entramos en contacto, así cuando somos capaces de pararnos a pensar un poco sobre como somos, como pensamos, como vemos el mundo que nos rodea, nos creemos que nuestro yo es genuino, que somos así porque nosotros hemos querido ser así, pero en la mayoría de los casos no es verdad, porque no hemos decidido de forma consciente, ha sido nuestro subconsciente el que ha ido acumulando conceptos, ideas, creencias, etc. que nos han inculcado los demás y que al no pararnos nosotros a reflexionar sobre lo que hemos visto, oído, leído, vivido, significa que nosotros no hemos decidido realmente sobre la información que hemos ido acumulando en nuestro cerebro, en nuestra mente, ha entrado sin digerirla, lo que luego nos puede llevar a tener determinados conflictos al no tener las ideas claras sobre determinados temas.



La mayoría de las personas funcionan de esta forma inconsciente toda su vida, lo que les hace muy vulnerables a aquellas personas, entidades o grupos que viven y obtienen poder a costa de ellos, tal como son la publicidad, la propaganda, las ideologías políticas, las religiones, las sectas de toda índole. Así siempre tropezaremos con personas que quieren aprovecharse de nosotros llevándonos a que pensemos y hagamos lo que ellos quieren, especialmente si nos atacan por los sentimientos y no por el razonamiento, aunque también.

El funcionamiento de las sectas, es la forma más extrema de la manipulación mental de las personas, inculcando una serie de ideas en las cuales fundamentan un tipo de comportamiento concreto, lo que en definitiva es una programación o más bien reprogramación de la mente de los adeptos, con lo cual se adueñan totalmente de su voluntad convirtiéndolos en esclavos del líder, lo que alimenta el narcisismo del mismo y le hace sentir poderoso. Por eso, las sectas acaparan la atención de sus seguidores y les prohíben el contacto con amigos e incluso con su familia, para evitar que sean ellos quienes les ayuden a reflexionar y cuestionar las creencias que la secta les ha inculcado, lo que repercutiría en su credibilidad y por lo cual podrían abandonar la secta, al cambiar la programación.

La mayoría de las sectas utilizan las creencias ideológicas, especialmente las religiosas. En este terreno el grupo sectario más poderoso y conocido es el Opus Dei, pero hay pequeños grupos locales y parroquiales, que actúan de forma semejante dentro del catolicismo. Otro grupo sectario muy importante es el llamado Testigos de Jehová. Sé y soy consciente por ello, que estos grupos tienen muchas cosas positivas, como son su hermandad y ayuda entre ellos a todos los niveles, pero las creencias inculcadas están muy lejos de la realidad y es gracias a esas creencias como les manipulan en todos los aspectos, aislándolos de la realidad de la vida, creándoles una realidad paralela absolutamente ficticia.

No obstante, ese líder nada podría conseguir de sus seguidores si estos hubieran desarrollado su capacidad de análisis y de discernimiento de las ideas, pues enseguida se darían cuenta de como los quieren manipular.

Lo que quiero dejar claro es que cada cual vivimos una realidad diferente, debido a la importante influencia de nuestras creencias que actúan como un filtro que nos hacen ver el mundo de una forma diferente a los demás, de ahí la enorme importancia de la programación mental que poseamos y de si esa programación es propia o es externa, pues al final vivimos una vida probablemente falsa, engañados por una serie de cosas aprendidas que nosotros tomamos como reales, auténticas, tal como sucede con las sombras proyectadas en la pared de la CUEVA DE PLATÓN.



Platón describió, en su alegoría de la caverna, un espacio cavernoso en el que se encuentran un grupo de hombres prisioneros desde su nacimiento, con cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos se encuentra un muro con un pasillo y seguidamente, y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.

Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.

Solo uno se atreve a escapar de la cueva y al salir al exterior descubre cual es el mundo real. Entonces vuelve a la cueva para explicarles a los compañeros su experiencia en el exterior, pero nadie le cree y ninguno se atreve a salir e incluso piensan que la luz externa le ha cegado o le ha vuelto loco.



¿Cómo podemos luchar contra esta posible manipulación externa?

La realidad es que supone un cierto esfuerzo mental que no todos están dispuestos a llevar a cabo, pues debemos cuestionar absolutamente todo lo que nos llegue a la mente nada más que lo percibamos. Así cuando vemos un anuncio en la televisión, en vez de tragárnoslo sin más, supone que debemos analizarlo y cuestionarlo, discernir que dice exactamente, los gestos, la música, la escena, los movimientos de los personajes y cosas, etc. para concluir que parámetros está utilizando para hacernos creer que si compramos eso vamos a resolver nuestros problemas, nos vamos a sentir muy felices, vamos a disfrutar de lo lindo, vamos a conquistar al sexo opuesto…en fin, todas esas cosas que nos quieren vender. De la misma forma habremos de actuar cuando un amigo nos quiere “llevar al huerto” para que hagamos lo que él quiere, aunque luego le digamos que si porque nos gusta y consideramos que nos viene bien hacerlo, pero que sea porque lo decidimos de verdad, pensando en los pros y los contras y no porque nos seducen sin darnos cuenta.

Evidentemente esta actitud hay que trasladarla a todas nuestras acciones, aunque soy consciente, pues he pasado por ello, que en el campo religioso es muy difícil salir, ya que nos han programado desde antes de nacer, y si vivimos en un ambiente con unas determinadas creencias, no concebimos que esas cosas puedan ser diferentes a lo que nos han inculcado desde siempre. Por eso traslado la reflexión de que seríamos y que creeríamos de haber nacido en la India, China, Japón, Congo, Libia, Rusia, Inglaterra o Países Bajos. Todos creen que solo su religión es la verdadera cuando cada cual cree en cosas diferentes, dioses diferentes, ritos diferentes, todo diferente, por tanto algunos deben estar equivocados ¿no? Ya sabéis como yo pienso: Todas las religiones son falsas, todo es mentira, todo es un invento pero, si os va bien con vuestras creencias, seguid, no cambiéis. Si tenéis muchas dudas, no comprendéis casi nada y nadie os resuelve vuestras incógnitas, probad a estudiar otras religiones, el inicio de las mismas, y lo mismo descubrís que no hay ninguna que tenga sentido, que no necesitáis de un dios concreto y que os basta con ser una persona honesta y justa que ayuda a los demás en lo que puede, que es tolerante con las creencias de los demás y que puede ser amigo de ellas, que se siente feliz sin tantos miedos a lo intangible y que no es necesario en absoluto asistir a sermones ni a extraños ritos sin sentido alguno.



Por otra parte está claro que si vemos las mismas películas que los demás, leemos los mismos libros, vemos los mismos canales de televisión, visitamos los mismos lugares, hacemos lo mismo que hacen los demás etc. lo más probable es que pensemos de igual manera. No digo que eso sea bueno o malo, pero que cada cual debe elegir acorde con sus intereses o con su línea de pensamiento. Por tanto si queremos ser diferente a los demás está claro que debemos hacer cosas diferentes a ellos.



Ya sabéis, lo conveniente es cuestionarlo todo, incluso a nosotros mismos y de esta forma, actualizando continuamente nuestros valores y nuestros pensamientos y creencias podemos estar seguros de que somos genuinos, auténticos.









miércoles, 21 de febrero de 2024

¿DIOS?

 


LA TRINIDAD  Sangil

 

Entiendo que lo primero a clarificar es a que llamamos Dios. Para mi es evidente que el dios que pregonan las religiones es inexistente, ese padre amoroso o vengativo y controlador de nuestras vidas, depende de la religión y del predicador. Ahora bien, si pensamos en qué fue lo que creó el Universo y a lo que creó el Universo le llamamos Dios, pues existió y existe un dios. Luego observamos que el universo funciona con unas leyes que se cumplen de manera inexorable, las conozcamos o no, por tanto, hay algo que organiza el Universo y hace que funcione. ¿Llamamos Dios a lo que hace funcionar el Universo? Entonces Dios existe. Ahora la gran dificultad es dilucidar que es Dios, no podemos hablar de quién, pues no sabemos si es un elemento antropomorfo o un ser vivo, tal como nosotros lo entendemos. En principio podríamos pensar que Dios es la propia Naturaleza pues es la que recrea de manera continua todos los elementos del Universo y ésta ejecuta un programa similar a los programas informáticos y cada elemento del Universo, desde las Nebulosas y Galaxias hasta los virus y las partículas subatómicas tienen su propio programa, en conexión con el programa general que funciona creando su desarrollo y evolución, así como su respuesta y reacción al entorno en el que se desenvuelve. Así el Big-Bang fue el inicio de la ejecución del Programa Divino que creó el Universo. Para mi, Dios es el átomo primigenio que contenía el Programa Cuántico Superior, y como el Universo es la evolución de los fragmentos en que se dividió ese átomo primigenio, Dios es también todo lo que existe en el Universo. Nosotros somos por tanto una pequeña partícula de la estructura de Dios.

En realidad, la palabra DIOS ha sido una forma muy simplificada de denominar al ente supremo que creó el Universo al que pertenecemos, por eso yo prefiero denominarle CREADOR SUPREMO para no confundirlo con alguno de los múltiples dioses que se han utilizado en las múltiples religiones, cuando nada tiene que ver con ellos.

También podríamos denominarlo INTELIGENCIA SUPREMA pues para crear el UNIVERSO al que pertenecemos es necesario un nivel de inteligencia muy muy superior. O bien le podemos llamar ENERGÍA PRIMIGENIA, Suprema o Fundamental.

Imaginemos que queremos crear un cuadro. Lo primero que hemos de hacer es generar una idea de lo que queremos representar, que contenido va a tener ese cuadro, de que elementos se va a componer. En nuestro caso, normalmente utilizaremos elementos que ya conocemos, tales como objetos de uso cotidiano, frutas, mesas, sillas, telas, etc., si vamos a pintar un bodegón o naturaleza muerta. Esto significa que partimos de elementos existentes ya conocidos, salvo que se trate de una pintura abstracta en que solo sean manchas amorfas, pero en figurativismo no suele haber inventos. Si nos vamos al surrealismo, podemos utilizar elementos híbridos compuestos de la mezcla de otros elementos, o bien deformados, distorsionados, pero siempre partimos de elementos ya conocidos.

En la creación del Universo se parte de la nada. No solo fue necesario diseñar cada uno de los elementos de los cuales partir para crearlo, sino imaginar como a través del tiempo, a partir del Big Bang, evolucionarían estos elementos primigenios para ir transformándose en nuevas formas con nuevas características. Pensemos en los diferentes elementos vivos existentes hoy, sean vegetales o animales, sus múltiples especies y dentro de una misma especie las múltiples formas y variantes. Esto que algunos piensan que es producto del azar, es claro que las cosas no suceden por casualidad y, por tanto, la única forma de que todo funcione de manera tan perfecta, es debido a un magnífico programa que define de antemano las múltiples variables posibles y que elementos influirán para derivarse por un camino o por otro.

Así pues, podríamos definir al ente creador del Universo como la Energía Primigenia que contenía el programa que definía claramente como se crearía el UNIVERSO y como evolucionaría para que, a lo largo del tiempo, se fueran creando todos los elementos que contiene. No encontrar una explicación plausible al funcionamiento del Universo no significa que todo ha sucedido por casualidad, por un error, por un milagro o por un acto de magia de un supuesto dios del que nada sabemos. Estas explicaciones pueden servir para satisfacer la ingenuidad de un niño o la ignorancia supina de una persona madura, pero no sirven a una persona formada.

Evidentemente desconozco cual es la estructura real del creador del Universo y la forma en que se inserta el Programa Cuántico Superior que regula el Universo, pero vislumbro que podría ser algo semejante a como funciona el ADN para hacer una copia de un ser vivo y como al mezclarse el correspondiente a un macho y una hembra, como el resultado es una mezcla de ambos ADN y si algún gen se daña o cambia por alguna razón, se producen cambios concretos en el resultado final. Como se ve, todo es un programa.

Así pues, el Creador del Universo es a la vez diseñador todo terreno, físico, químico, biólogo, ingeniero de todas las ramas, botánico, geólogo, programador…pero no es un mago, ni hace milagros, ni realiza nada que esté fuera de como funciona la Naturaleza, por tanto, no tiene nada de sobrenatural, todo es natural, aunque no tengamos una explicación para ello. Posee un conocimiento profundo de todo lo existente y probablemente también de otras infinitas formas no existentes en este Universo, pero que pueden formar parte de otro Universo diferente a este del que conocemos solo un poquito. Los humanos estamos necesitando muchos miles de años para ir arañando y descubriendo algunos de esos conocimientos, pero eso solo unos pocos, mientras la mayoría permanece absolutamente ignorante de toda esta realidad y se sigue creyendo un montón de patrañas que algunos humanos “listos” inculcaron hace miles de años, desde el inicio del despertar de la inteligencia, pero que la élite no quiere que ese conocimiento llegue a todos.

En estos momentos, nuestro nivel de conocimientos más profundo de la estructura de la Naturaleza está relacionado con la Mecánica Cuántica y nuestros ordenadores más avanzados y que funcionan a la máxima velocidad ya no son los digitales, sino que son precisamente los Ordenadores Cuánticos. Por eso yo hablo de Programas Cuánticos, pero estoy convencido de que no es así, pues seguramente están resueltos con una tecnología aún inexistente, infinitamente más avanzado que hoy ni siquiera podemos vislumbrar. No obstante, estoy convencido de que se trata de un sistema que está formado por un ordenador, computador o algo semejante y un superprograma muy sofisticado.

¿Alguien puede creer que este dios que introdujo en su programa que se desarrollaran los seres humanos, miles de millones de años después del Big Bang, los creó para que le rindieran pleitesía y le adoraran como esclavos sumisos y serviles, haciendo un montón de ritos y parafernalias? Y como sabía que muchos no le harían ni caso, ¿creó también el Infierno y el Purgatorio para castigar a los díscolos y el Cielo/Gloria para premiar a los que se portaran bien? ¿Es creíble que el dios del que hablo necesita que los infelices humanos sean sus esclavos como haría cualquier dictador canalla y asesino? Pensad un poquito, ¿no es más probable que sean la élite los dictadores canallas y asesinos los que necesitan ese servilismo, y que disfrutan con nuestro control?

Esto es lo que yo vislumbro, pero estoy dispuesto a escuchar vuestras teorías y vuestras visiones al respecto.

Ya sabeis que no estoy en posesión de la verdad absoluta, pero la busco.

 

Para quienes tengan interés o curiosidad de saber como comenzó y por qué todo esto de las religiones y los dioses, pueden entrar en mi blog BIBLIA SIGLO XXI

https://bibliasigloxxi-asanchezgil.blogspot.com/2022/07/capitulo-1-la-creacion-del-universo.html