viernes, 2 de junio de 2023

LA NATURALEZA Y SUS MISTERIOS

 







Me gusta leer e informarme sobre temas diversos precisamente para conocer cada vez más los muchos misterios que la Naturaleza encierra y que tantos esfuerzos, investigaciones, experimentos y tiempo, nos lleva descubrirlos.

He leído como cada animal, vegetal o mineral tiene su forma de defenderse de los depredadores, y como luchan por la supervivencia, unos porque tienen fuertes defensas en forma de garra, dentadura inmensa y poderosa, capacidad de vuelo y fuerza, cuernos, trompa, desencajar las mandíbulas, caparazón poderoso, arrojo y valentía, y cuando no tiene ninguna de estas facultades desarrollan una increíble manera de camuflarse como el camaléon, las rayas y otros peces y también ciertas plantas. Unas son carnívoras, otras contienen un veneno y hay unas muy especiales que imitan la forma de otros insectos, para que los polinicen o imitar los huevos que ponen ciertas mariposas para evitar que luego se coman las hojas las orugas que salen de los huevos.


ORQUÍDEAS ASTUTAS

Las orquídeas australianas del género Drakaea también conocidas como orquídeas martillo, llegan al extremo de la "perversión" por la manera como seducen a las avispas que las polinizan.




Estas orquídeas poseen un pétalo central (denominado labelo) que simula a las avispas hembras de la subfamilia Thynnidae, hembra e incluso, despiden un sensual tufillo de avispa. Los despistados machos se precipitan sobre la flor para "copular" con la supuesta hembra, literal y figuradamente.




Cuando el macho llega y se posa sobre la orquídea, el señuelo de hembra se yergue y martillea al macho, empujándolo hacia la parte de la flor que contiene el polen. El insecto cubierto de polvillo vuela a la siguiente orquídea, y así lleva a cabo la tarea reproductiva de la planta.

Yo me hago unas preguntas muy simples: 1. ¿Como una simple planta puede pensar y se le ocurre pensar que para polinizarse necesita la ayuda de alguien o de algo? 2. Una vez que una planta es capaz de hacerse esa pregunta ¿cómo decide que sea precisamente una avispa y ese tipo? 3. ¿Cómo sabe que debe imitar la forma de la hembra para que sea el macho el que polinice al moverse? 4. ¿Cómo sabe exactamente la parte necesaria de la hembra a reproducir? 5. ¿Cómo consigue reproducirlo y fabricarlo en forma y color? Está claro que la planta no tiene ojos para ver la forma y comportamiento de las avispas y no tiene manos para esculpir la forma.

Las orquídeas australianas Caleana major o pato volador son igualmente truculentas; y la orquídea mosca (Ophrys insectifera) es capaz de engañar a una avispa macho de la especie Mellinus arvensis para que se aparee con ella, porque su flor semeja el hermoso trasero de una hembra. ¿Cómo sabe la planta la forma de la avispa y que mecanismo logra esculpir esa forma?





Otra orquídea australiana, Chiloglottis reflexa, también tiene el aspecto y el olor de una avispa, pero va un paso más allá; o digamos, más abajo. Las avispas hembra no tienen alas y permanecen cerca del suelo cuando liberan feromonas. Por esta razón, Chiloglottis reflexa crece cerca del suelo. Estas orquídeas cultivadas en lo alto no atraían a las avispas macho, posiblemente porque los insectos saben que las hembras no vuelan.




No obstante, las orquídeas y las flores no son las únicas que engañan.

Endémica de las Américas, la flor de la pasiflora tiene puntitos amarillos en sus hojas, los cuales semejan huevos de su depredador principal, las mariposas Heliconius.



Como las mariposas hembra no comparten sus sitios de desove con otras hembras, evitan las hojas que presentan estas manchas y así, las astutas hojas quedan a salvo de las orugas.

Yo me hago la pregunta, puesto que las plantas no tienen ojos para ver el aspecto de las avispas, abejas, mariposas o sus huevos ¿Cómo pueden imitar perfectamente a estos elementos para engañar a estos insectos? No todos los humanos serían capaces de copiar con exactitud esos puntos amarillos para engañar a la mariposa.

Hay una planta que se propaga disfrazando sus semillas. La planta sudafricana Rhodocoma capensis produce semillas que parecen excremento de antílope. Así atrae escarabajos peloteros, los cuales conducen las semillas a su nuevo hogar.




También parece ser que Aristolochia watsonii, nativa del suroeste de Estados Unidos, imita las orejas de los ratones, por su forma y olor, pues despide un aroma mohoso.




La entomóloga agrega que esta planta es polinizada por tábanos hematófagos que piensan lo mismo. El insecto se interna en el conducto velloso y venoso de la planta, que ciertamente parece una oreja, tal vez creyendo que se dará un atracón de sangre, pero queda atrapado toda la noche hasta que es liberado a la mañana siguiente, cubierto de polen.




Esto demuestra que tanto los insectos como las plantas tienen una inteligencia creativa aunque se limite solo a garantizar su supervivencia.

Los átomos tienen la capacidad de combinarse de multitud de formas, de manera que según las combinaciones de protones, electrones, neutrones y otras partículas, son capaces de crear más de cien elementos que contiene la tabla periódica y estos componentes los extraemos mezclados con ciertos minerales que son otra mezcla de sustancias que les ha costado a algunos humanos muchos miles de años descubrirlos y que solo cuando hemos necesitado la aplicación de ellos es cuando se ha descubierto su existencia y si la sabíamos no teníamos ni idea en que aplicarlo.

El Universo con sus leyes de funcionamiento de campos electromagnéticos y gravitacionales aparte de las variadas radiaciones que producen los diversos astros, está poblado de nebulosas, galaxias, estrellas, planetas y satélites y algo que aún no está muy claro como es la “materia oscura”. Un porcentaje escaso de todos estos elementos hacen que exista vida en algunos planetas, donde a su vez se generan infinitos elementos del reino vegetal, mineral y animal. Y si nos adentramos un poco más veremos como vegetales y animales son seres vivos donde unos sirven de alimentos de otros, pero sin la existencia de los minerales la humanidad se habría quedado en la época cavernícola pues no se habría desarrollado la tecnología. ¿Cómo sabía el planeta que nos haría falta todo eso? Como vemos, ocurre igual que con los peces, ciertos otros animales o plantas, la Naturaleza crea todo lo que vamos a necesitar para un determinado momento y cubrir determinadas necesidades.

Y con todo este altísimo nivel de inteligencia que posee de manera intrínseca todo lo que existe, lo que vemos y lo que no vemos ¿todavía nos creemos los humanos la única especie inteligente del planeta y del Universo? Solo nuestro ignorante orgullo y soberbia nos hace creer que esto es así.

En cambio hay otros más ingenuos aún que todo se lo atribuyen a un determinado dios que presuntamente tiene una determinada forma y especiales atributos fruto de algunos embaucadores a lo largo de la historia de la humanidad y que por arte de “birlibirloque” ha creado todo de la nada. ¿Tan difícil es darse cuenta que todo lo existente tiene una inteligencia claramente definida y que el conjunto de absolutamente todo lo que existe podría ser ese dios en el que creen, sin utilizar la inteligencia, ni el raciocinio propio? La Naturaleza solo necesita que no se la destruya y mejor aún facilitar su desarrollo, pero no necesita que se le rece, adore o rinda pleitesía, pues eso no sirve para nada salvo para mantener la creencia de que alguien nos escucha. Si empezáramos con respetarnos a nosotros mismos y lo hiciéramos extensible a todo lo existente, estaríamos en armonía con la Naturaleza y no, que somos tan burros que nos empeñamos en dañarla, haciéndonos daño a nosotros mismos.

¿Qué humano sería capaz de diseñar un mundo, un universo, un multiverso tan complejo, con tantas posibilidades de estructuras y combinaciones, los cuales se van creando en un largo periodo de tiempo pero de forma inexorable? ¿Es todo casual? ¿Es fortuito? ¿O bien lo va creando un software que aprende de si mismo y de su entorno para ir modificándose acorde con las futuras necesidades y desarrollos para obtener objetivos concretos? No sé si alguna vez lo sabremos, pero eso que hoy llamamos “inteligencia artificial” está contenida en todo lo que existe, desde siempre, y de forma natural.