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A partir de las primeras elecciones de 1979 cada vez que la mayoría alcanzada no era absoluta, tanto PP como PSOE conseguían gobernar gracias al Gobierno Catalán o al Gobierno Vasco, lo que significa Convergencia i Unió o bien PNV, los partidos nacionalistas de derechas.
Debido a esta necesidad, aunque Pujol ya robaba, hacían la vista gorda para conseguir su apoyo y también porque tanto PP como PSOE también tenían cosas que ocultar. Cada vez que le necesitaban Pujol daba un apretón de tuerca para obtener prebendas.
Por tanto decir que el gobierno central dominaba en Cataluña es una falacia absoluta porque era justo al revés que tenían que doblegarse ante Pujol. Tanto unos como otros han sido una panda de ladrones pues al acogerse todos los partidos al mismo sistema de financiación, fuese el 3 ó el 10 %, todos robaban y las mordidas se iban quedando ciertas partes de la misma en las manos de los que las manipulaban, fuese en Madrid, Barcelona, Andalucía, Valencia, Murcia y otros. Cuando se les fue pillando a unos y a otros empezaron a envolverse en la bandera de Cataluña o de España para protegerse ante la justicia y todavía andamos enredados con esta historia nefasta. Mientras tanto en Cataluña se fue cambiando la historia y se fue adoctrinando niños y jóvenes en el odio a España con consignas como “España nos roba” y otras, además de ir inculcando la idea de la independencia. De la idea independentista originaria con un apoyo insignificante hemos pasado a lo largo de 45 años a la situación actual de cerca del 50%, con la madurez de los niños de antaño. Sin duda el PP ha contribuido con su actitud y gestos a aumentar el número de independentistas. Algo semejante se hizo y hace en Euskadi respecto a la manipulación en la enseñanza inculcando la independencia.
Los mandatos del PSOE en coalición con los demás partidos de izquierda, han bajado la conflictividad y bajado los resultados de los partidos independentistas. La situación actual después de las elecciones del 25 de Julio, es que estos partidos se han venido arriba, al ver que pueden tener la llave de la gobernabilidad de España. Ahora se sienten poderosos y se ponen muy exigentes pidiendo amnistía para los condenados por el “procés” y por los no condenados porque huyeron al extranjero para no afrontar sus responsabilidades por sus actos.
Hoy, ante el resultado negativo de la investidura del candidato Feijoó de las derechas, le toca el turno a la posible investidura del candidato Sánchez de las izquierdas, pero resulta que si los independentistas no apoyan con sus votos, la investidura sería también fallida y, aunque se deduce que el tema de la amnistía sería posible, se la llame como se la llame, los independentistas lanzan su órdago y ahora quieren, además, tener un referéndum para poder proclamar su república independiente. Luego querrán que se les condone la deuda que tienen con el estado, pedirán también que se les dé no sé cuantos millones que presuntamente España debe a Cataluña…y es que pedir no cuesta nada.
Sabemos que cuando alguien pide una prebenda y se le concede, a la siguiente oportunidad pedirá algo más importante y nunca se sentirá satisfecho, pues a todos nos gustan los privilegios y los políticos nunca tienen suficiente, como los ricos, siempre quieren tener más dinero y más poder, por tanto en algún momento habrá que decir ¡BASTA!
Si persisten en estas exigencias es claro que el candidato Sánchez se verá en la necesidad de convocar nuevas elecciones y los independentistas se quedarán sin nada de lo que pedían y lo que es peor, seguirán perdiendo apoyos de la ciudadanía al comprobar que son incapaces de realizar lo que prometen.
Solo la profunda ignorancia junto con el fanatismo inconsciente, produce esta clase de personas que se rinden ante los cantos de sirena de los políticos que nunca creen en lo que dicen creer, pues todo su esfuerzo está solo en conseguir votos.
Ahora, analizando la trayectoria de Sánchez, al que no querían la vieja guardia socialista y sin embargo consiguió que la militancia le apoyara hasta lograr la presidencia de España, pareciera que cuando se le pone en un aprieto, posee la capacidad de encontrar soluciones nuevas, aunque yo creo que cuando se propone alcanzar una meta, no se conforma con tener un solo plan, sino que tiene el plan A, plan B, plan C…así podría ser que al fallar dándoles la amnistía solicitada, aún en contra de las derechas y de otras gentes, incluidos algunos socialistas, por presunta violación de la Constitución del 78, ahora pone en marcha el plan B que es promulgar nuevas elecciones. De esta forma, previsiblemente, mejorará los resultados al dejar “desnudos” a los independentistas con sus exigencias y a las derechas con sus actitudes y también acciones de sus gobiernos autonómicos y municipales recortando derechos, lo que redundará en beneficio del actual Presidente de Gobierno en funciones.
Aunque ahora que lo pienso: Es muy posible que todo lo que está sucediendo y lo que sucederá ya estuviera previsto en el plan A.
