viernes, 30 de enero de 2015

ÁNGEL GÓMEZ MATEO Y LA ENTREGA DE LEDA



Ángel Gómez Mateo expone de forma sintetizada quien es y que hace:


Nací en Béjar (Salamanca) accidentalmente y pasé mis primeros años en un pequeño pueblo, San Esteban de la Sierra. La escuela rural, las fiestas, las ceremonias religiosas y la naturaleza, entre otras cosas, calaron en mi interior, dejándome una huella que pervive en mi pintura, en ocasiones inconscientemente.


A muy corta edad comenzaba mi andadura por los escenarios de España y América, integrándome en el mundo de la canción y el cine protagonizando algunos filmes. Mundo que quedaría atrás al cabo de una década cuando decidí realizar la carrera de Bellas Artes y Restauración, en San Fernando de Madrid. Siempre consideré que un pintor debe conocer y dominar el oficio técnico. Continuaba de esta forma con la gran pasión que desde los años de escuela me había llevado a plasmar los modelos del natural en cuadernos, lanchas y paredes. Mi etapa artística anterior aparentemente olvidada, también dejaría su marca en mi actividad pictórica. Hay en mis cuadros algo que resulta "teatral": telones, decorados, fachadas como lonas, papeles arrugados, plásticos, materiales que cubren o envuelven, usar y tirar.




Me agrada el recurso simbólico, culto o popular, que contribuya a enriquecer, a veces a complicar y otras a esclarecer el contenido de la obra. Me intereso por los recursos técnicos como la composición, el dibujo, el color o la luz que realcen estéticamente el cuadro y emocionen al espectador.

Mi identidad como pintor podría encuadrarme en el "nuevo realismo", rayando siempre en el "simbolismo" con un poco de "surrealismo". Mi meta, llegar a la sensibilidad de todo tipo de público, independientemente de su formación pictórica, este es el gran lenguaje de la pintura.

http://www.angelgomezmateo.com/


De las muchas y maravillosas obras que Ángel exhibe en su web, he tomado una de las versiones de la obra llamada LA ENTREGA DE LEDA 116x89 óleo sobre lienzo.






Leda y el Cisne es un motivo de la mitología griega, en que Zeus, bajó del Olimpo en forma de un cisne hacia Leda cuando esta doncella caminaba junto al río Eurotas. De acuerdo a la mitología griega más tarde, Leda dio a luz Helena y Dioscuros, hijos de Zeus mientras a la misma vez teniendo a Dioscuros y Clitemnestra, hijos de su esposo Tíndaro, el Rey de Esparta. Según la historia, Zeus tomó la forma de un cisne y violó o sedujo a Leda en la misma noche que ella se acostó con su esposo, el Rey Tíndaro. En algunas versiones, ella puso dos huevos de los que nacieron los niños. En otras versiones, Helena es una hija de Némesis, la diosa que personificaba el desastre que le esperaba a las personas que padecen el orgullo de Hibris.


El motivo fue visto rara vez en la escultura a gran escala de la antigüedad, aunque una representación de Leda en una escultura se ha atribuido en los tiempos modernos a Timoteo; esculturas de pequeño formato que muestra sobrevivir mostrando sus poses reclinables y de pie, en camafeos y piedras preciosas grabadas y anillos. Gracias a las entregas literarias de Ovidio y Fabio Plancíades Fulgencio era un mito muy conocido a través de la Edad Media, pero surgió un lugar más destacado como tema clasicista, con tintes eróticos, en el Renacimiento italiano. (Wikipedia)


Ángel sitúa en el espacio un tablero cubierto por un gran paño o mantel colgante en el cual está Leda sentada con las piernas semiestiradas y el tronco inclinada hacia atrás apoyando las manos en el tablero. Parece estar regodeándose pensando en lo que va a suceder. El cisne asoma por la parte izquierda del cuadro detrás de un gran paño que no parece ser una cortina por los drapeados que presenta. En el lado derecho un gran papel azul hace de telón roto y arrugado. A nuestro pintor le encanta utilizar el papel como fondo en muchas obras con gran virtuosismo. Lo que se ve de fondo entre el paño y el papel es un precioso atardecer con sus colores característicos amarillos, naranjas y violáceos. Cercana a la esquina inferior derecha flota una concha de una caracola marina tipo “lambis crocata”


Analizando la obra desde el punto de vista cromático, el cisne y Leda quedan rodeados por el color azul del paño izquierdo, el papel de la derecha y el gris azulado del mantel que cae del tablero, aunque si observamos cuidadosamente, el artista impregna el lienzo de multitud de colores que son matices del color local de cualquiera de los elementos que componen el cuadro utilizando todas las variaciones posibles. Lo podrán observar en las telas, el cisne, la caracola y especialmente en la piel de Leda.


Los azules que hay por encima del tablero contrastan por complementarios con los naranjas del cielo dando una gran luminosidad, el color reverbera. Por debajo, vemos en el lado izquierdo todo cubierto de un violeta a través del cual se filtra el color naranja y bordea el mantel una pequeña franja del naranja obteniendo el mismo efecto de arriba y haciendo reverberar al violeta también. Algo de esto se ve también en el lado derecho pegado al mantel. Hasta la caracola la vemos impregnada de naranjas y violetas aparte de amarillos y grises nacarados que son la especialidad de nuestro pintor.


El sol está situado justo escondido a la altura del pubis de Leda y ese intenso amarillo se intensifica gracias a las sombras violetas del contorno del muslo.


Y el motivo principal, Leda, el desnudo, posee unas carnaciones nacaradas que solo puede tener el cuerpo de una diosa y ahí se centra la atención.


La composición está resuelta con un esquema de gran cantidad y variedad de líneas y también de figuras geométricas según mi personal visión.


Esta es la principal figura que centra y encierra la composición, un óvalo. El óvalo produce sensación de delicada tranquilidad femenina, majestuosidad y grandiosidad.




La segunda figura es este círculo que circunscribe la zona erótica y que por tanto encierra los elementos principales en la significación de la obra.






Además, hay una hermosa variedad de triángulos isósceles y rectos, aunque no he querido marcarlos todos para no crear confusión, pero hay más de los que aquí he marcado. El triángulo isósceles expresa grandiosidad, seguridad, equilibrio. Si está invertido, como sucede con el formado por el tablero y el mantel, pierde estabilidad pero crea impresión aérea y tiene mayor majestuosidad que los asentados en la base y además, en este caso es el de mayor tamaño.






La caracola puede que quiera indicarnos que el fondo es realmente el mar aunque en la obra no se distingue si es mar o tierra lo que hay detrás o si nos atenemos al simbolismo budista se asocia al mar y al ocaso del sol; en el islamismo representa la oreja que escucha la palabra divina. Los tres significados concuerdan perfectamente con lo que hay en la obra.


Añado aquí las otras versiones que ha realizado de la misma obra que aún tratándose no solo del mismo tema sino que las dos figuras principales el cisne y Leda permanecen intactos, el aspecto del cuadro y por tanto ciertos elementos compositivos son diferentes.















NUESTRA EXPOSICIÓN EN R.U. CARDENAL CISNEROS