sábado, 21 de noviembre de 2020

¿DE DONDE VENIMOS?




Esta pregunta también nos la hemos hecho todos en algún momento aunque no siempre hemos tenido una respuesta satisfactoria pues todo depende de cual sea la información en la que nos basamos.

Si preguntamos a las religiones la respuesta es muy sencilla, venimos de dios, él nos creó. Dependiendo de la religión, la forma en que ese dios nos creó difiere un poco.

Para los zulúes el dios Unkulunkulu emergió del vacío y usó dos rocas para crear al hombre y a la mujer.

Los egipcios creen que el dios Ra envió a uno de sus ojos a buscar a sus dos hijos Geb y Nut y al no encontrarlos volvió el ojo y entonces encontró el lugar ocupado por otro ojo. Ra entonces colocó a este primer ojo en su frente creando así el Sol. Este ojo comenzó a llorar y al caer las lágrimas en la tierra nacieron los primeros hombres y mujeres.

Los dioses mayas, después de crear el mundo deciden crear a los humanos, dos veces trataron de crear a la humanidad y las dos veces fallaron, llamando a dioses cada vez de menor rango para que los ayuden. La primera trataron de hacerlos con barro, pero los humanos no pudieron emerger del barro y además eran tontos y sin alma. Luego intentaron con madera, y estos humanos se movían y hablaban, pero eran perezosos y no tenían voluntad. Y finalmente crearon a los humanos con masa de maíz mezclada con la sangre de los dioses: Balam Quitzé, el segundo Balam Akab, el tercero Mahucutah y el cuarto Iqui Balam fueron los 4 hombres y después otras 4 mujeres. Así la sangre de los humanos es su alma y es el alma de los dioses, así los hombres eran uno con los dioses y a ellos debían volver.

Según la mitología nórdica, los primeros seres humanos fueron Ask (ash, fresno) y Embla (elm, olmo), que fueron tallados de madera y traídos a la vida y dados atributos humanos por  el dios Odín junto a sus hermanos Vili, y Ve según Gylfaginning o junto a Hœnir y Lóðurr según Völuspá.

La mitología griega lo cuenta de otra forma. Los dioses, liderados por Zeus, decidieron crear seres para poblar la tierra. Así, encargó a los hijos de Jápeto que dotaran de gracia y fuerzas a las criaturas terrenales. Epimeteo dio a cada animal un don, a unos la belleza, otros velocidad, algunos la corpulencia, etc., según su conveniencia. Dieron todos los dones a los animales, dejando por último al hombre, que quedó desnudo, indefenso y desarmado. Ante aquel desastre, Prometeo moldeó una figura de arcilla, a imagen y semejanza de los dioses y Atenea, diosa de la sabiduría, sopló aliento de vida sobre la figura. Prometeo robó el fuego al Olimpo, dotando a los humanos de sabiduría, enseñándoles la supervivencia, las artes y las ciencias.

Zeus, ante esto, lleno de ira, arrojó rayos, relámpagos y centellas, encadenando a Prometeo en el monte Cáucaso, en los límites del universo, donde cada mañana un águila le come el hígado, que le vuelve a crecer por la noche, para ser devorado nuevamente la mañana siguiente.

Para los chinos el dios Pangu fue el creador de la Tierra y de la humanidad.  Su cuerpo se transformó en las montañas, su sangre en los ríos, sus músculos en las tierra fértiles, el vello de su cara en las estrellas y la Vía Láctea. Su pelo dio origen a los bosques, sus huesos a los minerales de valor, la médula a los diamantes sagrados. Su sudor cayó en forma de lluvia y las pequeñas criaturas que poblaban su cuerpo (pulgas en algunas versiones), llevadas por el viento, se convirtieron en los seres humanos.

Buda prefiere no responder a esta pregunta. Buda, al referirse al origen de la vida, dijo: «Pensar acerca del (origen) del mundo, oh monjes, es un impensable que no debería ser pensado; pensando en esto, uno experimentaría aflicción y locura. Estos cuatro impensables, oh monjes, no deberían ser pensados; pensando en estos, uno experimentaría aflicción y locura». Respecto a ignorar la pregunta del origen de la vida, Buda dijo: «¿Y por qué no hablo sobre esto? Porque no tiene relación con el objetivo, no es algo fundamental para la vida santa. No conduce al desencanto, la falta de pasión, la cesación, la calma, conocimiento directo, el despertar, la libertad. Es por eso que no hablo de ello»

Lo cual indica claramente que no tenía ni idea y en vez de contar una mentira tuvo la valentía de no dar una respuesta.

El judaísmo ya sabéis la respuesta pues lo cuenta la Biblia y por tanto el cristianismo, el mahometismo, catolicismo y los demás, como protestantes y testigos de Jehová y las muchas derivaciones de éstas.

Los sumerios cuentan en sus tablillas de barro, la historia del planeta Tierra a partir de la llegada de los dioses que se hicieron llamar Anunnakis. Estos vinieron buscando oro para resolver la atmósfera de su planeta Nibiru, pero extraerlo de las minas era un trabajo muy duro y los trabajadores se rebelaron por lo que buscaron la forma de resolver este problema. Por ello tomaron la decisión de crear un Trabajador Primitivo mediante ingeniería genética aplicada a los primates habitantes de la Tierra, mediante óvulos de hembras terrestres y espermatozoos Anunnaki. Tuvieron que hacer bastantes experimentos hasta que les salió bien el nuevo ser, con las capacidades que ellos buscaban de comprender las órdenes y saber manejar las herramientas. Adamu le llamaron al varón y Ti-Amat a la hembra. Para cuando comenzó la tercera generación de Trabajadores Primitivos ya habían transcurrido 80 Shars, es decir, 288.000 años terrestres. Pero estos tenían la inteligencia justa para trabajar sin protestar ni refunfuñar. En los escritos sumerios no se expone que pensaban los terrestres de los Anunnaki, pero por la total y absoluta sumisión que tenían a ellos, está claro que los consideraban dioses. Ahí pues, comienza el humano a tener el concepto de "dios" pero no como creador, pues su inteligencia no llegaba a tanto, sino como seres superiores a los que debía servir de manera total.

Pero con Adamu y Ti-Amat pasado el tiempo vieron que había un problema y es que no tenían descendencia, no podían procrear. Estudiaron el asunto y llegaron a una conclusión después de analizar el ADN, solo tenían 22 cromosomas, les faltaba uno.

Entonces el experto hizo descender un profundo sueño sobre un hombre y una mujer Anunnaki, que eran Enki, uno de los dos jefes supremos y el primero que llegó a la Tierra, y su hermana de padre Ninmah que era experta en medicina, este también anestesió a  Adamu y Tiamat.

 

De la costilla de Enki extrajo la esencia vital, en la costilla de Adamu insertó la esencia vital de Enki. De la costilla de Ninmah extrajo la esencia vital que puso en la costilla de Ti-Amat. Allí donde se hicieron las incisiones, Ningishzidda (el experto en genética) cerró la carne después. Posteriormente los despertó.

¡Al Árbol de la Vida de ellos se le han añadido dos ramas, con fuerzas procreadoras se han entrelazado ahora sus esencias vitales!

Estas frases recuerdan al Génesis cuando presuntamente Yahve  hace a Eva de una costilla de Adán. ¡Como se desvirtúan las cosas cuando se copia mal intencionadamente!

Transcurrieron 8 Shars (28 800 años terrestres) más para que se creara el Homo Sapiens-Sapiens. Enki, el creador de Adamu y Ti-Amat, tuvo relaciones sexuales con dos mujeres descendientes de esta pareja y nacieron un niño y  una niña, que fueron los dos primeros humanos sapiens sapiens. Adapa se llamó al niño y Titi a la niña.

Desde mi punto de vista esto es más creíble que cualquiera de las leyendas y mitologías pues tiene verosimilitud científica.

Si lo relaciono con mi hipótesis del UNIVERSO PROGRAMADO podemos ver claramente como nuestro planeta tiene un programa que va definiendo la evolución de todo lo existente en el mismo, así partiendo de las bacterias se llegó a las algas y pasó al protozoo originario, la vida fue evolucionando a lo largo de millones de años, continuando con las plantas y luego los animales. De la gran variedad de ellos llegamos a los mamíferos y a través de diversas mutaciones se llega al primate, el ser más evolucionado del planeta cuando llegaron estos visitantes. Ellos, por su interés, les hicieron evolucionar en unos miles de años, lo que habría costado millones a la Naturaleza si no hubieran intervenido.

Ahora que cada cual crea lo que quiera. Yo no pretendo cambiar las creencias de nadie pero pongo a vuestra disposición alguna información que pocos conocen su existencia y muchos menos han leído.

Os podéis bajar gratuitamente EL LIBRO PERDIDO DE ENKI en formato PDF

https://librosgeniales.com/ebooks/el-libro-perdido-de-enki-zecharia-sitchin/

 

 

 

 

 


 

martes, 17 de noviembre de 2020

LAS ARTES PLÁSTICAS HOY

 


Todos  sabemos que en el Gótico los artistas plásticos de renombre vivían principalmente gracias a la Iglesia. Así siguió hasta el Renacimiento en que los Reyes y los mandamases se unieron a esta corriente como forma de demostrar su poderío económico y por tanto político. En el Barroco se sumó la nobleza que quisieron demostrar también su poderío. En cualquiera de los casos no significaba que los que encargaban obras de arte fueran entendidos sino que buscaban prestigio a través de las obras adquiridas, aunque siempre había algunos que les gustaba el arte y disfrutaban de él.

Ya en el siglo XVIII y especialmente el XIX empiezan a proliferar los comerciantes de arte que luego derivan en Galerías de Arte y esta tendencia ha proliferado de manera abundante hasta hace unas décadas en que debido a las crisis financieras tuvieron que cerrar muchas de ellas y, las que quedaron, en su mayoría, ya no cumplen los requisitos y funciones de antes con lo que se han vuelto inútiles para los artistas.

Durante el siglo XX una galería de arte cumplía varias funciones: La más visible era exponer en una sala las obras del pintor o escultor con el fin de venderlas, pero esto sirve de poco si no realiza otras labores que lleven al potencial comprador a la sala y una vez dentro se le “vende” la obra. Había una labor de marketing hábilmente construida a lo largo de los años acumulando una lista de clientes antiguos con nota de sus particulares gustos en arte, su capacidad económica, etc. a los que se les enviaba un catálogo ilustrado de la futura exposición a realizar. Estos mismos catálogos existían en la galería a disposición de los visitantes de forma gratuita. Simultáneamente hacía la labor de marchantes ofreciendo las obras por otros lugares, especialmente del extranjero, donde se entregaban dosieres de los artistas con toda la información sobre el artista, su obra y su trayectoria, buscando hacer exposiciones en el extranjero en lugares de prestigio reconocido. Se anunciaban en la prensa las exposiciones en un listado resumido y además en revistas del ramo con fotografías incluidas. Como clientes estaban la burguesía formada por ricos comerciantes y dirigentes de importantes empresas siendo algunos de ellos coleccionistas. Por los años 70 recuerdo un anuncio que apareció en todos los periódicos de tirada nacional que decía más o menos “ Necesito pintura de arte de medidas aproximadas 140x116 de firma reconocida con buena proyección en su carrera. Presupuesto 500.000 pesetas” A partir de aquí los galeristas comenzaron a “vender” la idea de que sus pintores llevaban una buena trayectoria asegurando que sus obras se revalorizaban cada año. Los pintores muy disgustados, especialmente si no entraban en ese grupo, porque su obra no la adquiriese un amante del arte sino un especulador de valores.



Toda esta labor se desarrollaba de forma individualizada para cada artista, las exposiciones eran individuales. Al igual que la Galería disponía de ese listado de clientes, tenía también un listado de artistas con los que trabajaba en exclusiva.

Las condiciones impuestas a los artistas, en algún caso podrían ser leoninas, llevándose hasta el 60 % de las ventas y cobrando al artista una buena cantidad por exponer 15 días. Pero lo cierto es que había otras que incluso arriesgaban no cobrándole sino solo a través de las ventas y cuando esto no daba, quedándose con unos cuadros como pago, aparte podían tener varias obras en depósito para ver la forma de colocarlas aunque no estuviera exponiendo este artista. De hecho yo tengo varias obras en una galería de Málaga en depósito por petición de la Directora de la Galería.

Se realizaban exposiciones colectivas, solo a final de temporada, en el mes de Junio, con las obras en depósito de diferente artistas.

Hoy, la mayoría de las galerías realizan exposiciones colectivas sin ningún tipo de marketing, salvo la difusión de su cartel en Facebook e Instagram, ya no hay catálogos, salvo alguno que lo hace digital y por tanto ya no existe el marchante ni nada que se le parezca, salvo que los mismos que organizan exposiciones aquí, se ponen de acuerdo con galerías de otros países o bien otros centros de diferente índole, caseríos, hoteles, edificios emblemáticos, etc. y hacen las mismas exposiciones colectivas que aquí. Ahora la publicidad y el marketing ya no se dirige a los potenciales compradores sino a los mismos artistas que son los auténticos clientes de estas galerías. Así sus ganancias proceden de los artistas y no de las ventas de obras, pues la realidad es que no venden nada, lo cual es lógico pues si no siembras no puedes obtener cosecha, independientemente de que el mercado ha cambiado.

Además, en las inauguraciones, nos encontramos los artistas que exponemos en compañía de amigos y familiares y desde luego ningún comprador potencial. Entre todos pasamos una buena velada viendo arte y disfrutando de amenas charlas con los colegas normalmente de arte pero también de otros temas, tomamos unas copichuelas y nos vamos todos muy contentos a casa por “el deber cumplido”.

Lo cierto es que, durante el tiempo de la exposición, poquísima gente visitará la galería y nadie con la intención de comprar, salvo honrosas excepciones.

Lo cierto es que para la mayoría de los artistas, no tiene mucho sentido crear obras si no van a ser expuestas, pero acepta que no se venda y aun así expone. Esta es la situación que aprovechan estas galerías para seguir trabajando aunque para ellos tampoco sea especialmente rentable.


Paralelo a estas galerías, varios artistas, asociaciones de artistas y otros que no son ni artistas ni galeristas, organizan exposiciones, bien alquilando salas para exponer, o utilizando las que los ayuntamientos y otros estamentos tienen disponibles para esta función, la mayoría son gratis y algunas son de alquiler. En ninguno de los casos hay un trabajo de marketing salvo realizar un cartel que se comparte en las redes o bien en papel que se pone en la fachada de la sala en cuestión.

Yo, a título individual, he hecho el experimento de exponer en algunas salas correspondientes a los Centros Culturales de Madrid, regida por los distritos realizando exposiciones individuales, solo obra mía y de entrada para la inauguración no asiste nadie a la misma o solo contados amigos. La exposición la ven, casi en exclusiva, los asistentes a los Centros Culturales a las diversas actividades que estos tienen y de paso las ven. Excepcionalmente puede visitarlas algunas personas que viven en la zona y tienen inquietudes artísticas.

Y con todo este panorama resulta que, generalmente, aquel que se decide a preguntar por el precio de una determinada obra enseguida busca una rebaja, empieza a regatear el precio como si la galería fuese El Rastro o la subasta del pescado. A alguno ya le dije si “cuando va a comprarse un televisor le regatea el precio al tendero”.

Y ahora viene la pregunta del millón, con las condiciones actuales ¿para qué sirve al artista exponer? ¿Qué consigue con ello?

La realidad es que no se vende nada y solo algunas veces se vende un cuadro o dos, por lo tanto es una auténtica lotería.

Yo creo que no queremos ver la realidad y entendemos que pintamos para exponer, para que se vea nuestro trabajo y, aunque la vea poca gente, sin mucho interés y con menos conocimiento, seguimos empeñados en exponer y como nos juntamos los colegas y pasamos un buen rato, seguimos la rutina sin atrevernos a romperla.

Yo entiendo que nuestro interés máximo debería estar en que la viera gente que sabe de arte y que podría ayudarnos a proyectarnos en el mundo del arte, luego que la vea mucha gente para que todos conozcan nuestro trabajo y lo disfruten, seguido de la posibilidad de ventas, al menos para paliar los gastos que nos lleva todo el material y la verdad es que nada de esto sucede. Así que para que la vean como mucho 40 personas y esto pocas veces, y nada de gente entendida y menos dispuestos a comprar, no veo el interés de exponer. Si quiero enseñar a mis amigos mis trabajos los invito a mi casa a tomar una cerveza, charlamos y comentamos y ya está.

Yo no tengo especial interés en que mis colegas vean mi trabajo, puedo tenerlo en ver el suyo si lo que hacen me satisface pero nada más, pues luego tenemos los factores de siempre, los egos –cada uno tenemos el nuestro-, los criterios- todo lo que hagan los demás diferente de lo que hago yo no me parece bien-, las envidias –este se cree que pinta mejor que yo cuando realmente es al revés-, etc. Ni siquiera hay una conversación o transmisión que te permita mejorar por los conocimientos que los colegas te transmitan, bien sea por evitar choques emocionales o simplemente porque no sabe o no quiere contarte nada y cuando intentas algo de esto, el aludido se ofende y te dice o piensa ¿Quién te crees tú que eres?

Sin embargo, en Facebook, la mayoría de los ME GUSTA  y comentarios proceden de nuestros propios colegas pues la mayoría del resto de la gente no tiene interés por la pintura ni la escultura, y esto es así o al menos es lo que yo creo. Por tanto trabajamos por amor al arte y no tenemos ninguna posibilidad de proyectarnos más allá, salvo que tropecemos con el marchante, cazatalentos, impulsor que esté dispuesto a promocionarnos, a lanzarnos y que tenga las características y contactos necesarios para ello.

La gran ventaja de las redes Facebook e Instagram, especialmente, está en que todos los que pintan y esculpen, lleven mucho tiempo o poco, lo hagan muy bien o menos bien, sepan más o menos, exponen sus trabajos y sienten la satisfacción de que hay mucha gente que les sigue y les estimula. El problema puede venir en el hecho de que, como todo el mundo le alaba, se llegue a creer que ya ha alcanzado la consagración como artista. Esta es una actividad o profesión en la que hay que estar estudiando siempre, no hay ciencia infusa ni toque divino.

Y podemos hablar de los concursos de artes plásticas que, en los importantes, sí suelen estar algunos cazatalentos, directores de importantes Galerías de Arte y de Museos de Arte Contemporáneo, para llevar luego a sus salas a los ganadores, aunque tienen el problema de que, normalmente, los ganadores están fijados de antemano y utilizan el concurso como trampolín. Los concursos de segunda fila no sirven para nada, en mi opinión, tal vez para el currículum y los 500 a 2.000 € que se llevan los ganadores. Los concursos que hacen determinadas asociaciones de artistas y que el premio es solo un trofeo o certificado, solo le sirve a la asociación, para cuadrar el presupuesto de su financiación.

También están las Ferias de segundo nivel donde pagas tu estand y te buscas la vida o bien hay asociaciones que reservan un grupo de stands y luego te ofrecen sus servicios, ocupándose de todo mediante una cuota adicional a la estándar. Este verano expuse en Marbella y Sotogrande de esa forma y me encontré con que mis cuadros gustaron muchísimo pero nadie estuvo dispuesto a pagar lo que pedía y eso que, desde mi punto de vista, pedía por debajo de lo justo. También las galerías te ofrecen participar en ferias en España y en el extranjero pero tienes que pagar por cuadro de 3 a 5 veces lo que te cobran aquí en galería y tampoco se vende. 


Por mucho que se quiera, el arte no se democratiza, pues poca gente está dispuesta a gastarse ni siquiera 100 € en una pintura pues prefiere comprarse una lámina por 30 € aunque luego se gaste 100 en el marco, para aparentar. No se valora porque no se sabe, por tanto habría que empezar por formar o al menos informar, de que va esto del arte, para que todo el mundo pueda disfrutar al máximo de él y no conformarse con mirar estéticamente como cuando vemos un álbum de fotografías, mero pasatiempo y satisfacción de la curiosidad humana.

Y luego están las webs que por una cantidad anual te conceden una página en la cual tú mismo pones las fotos de tus cuadros con sus características y si alguien se interesa por tu obra ellos se ocupan de las ventas. Se de una, a la que solicité entrar a formar parte, que me dijeron debía esperar meses, dado su éxito y la demanda provocada, pero lo que si hacen es colocarme, en todos los sitios que visito, anuncios con fotos de algunos de los artistas que ellos promocionan. Se llama SINGULART. Se ve que tienen un maravilloso algoritmo en marcha. Desconozco la eficacia de este sistema pero te meten las fotos de las pinturas hasta en la sopa.




Tal vez, las que tienen además una sala de exposiciones, cabe la posibilidad de ventas y si tienen conexiones con salas importantes y con Museos de Arte Contemporáneo pueden ser importantes, tal como ARTELIBRE, en la que estoy. Hay una en la que tengo puestas más de 80 obras desde hace unos 10 años y solo una vez me llamaron porque alguien se interesó por una obra, se llama Artelista, y estoy de forma gratuita, no se si pagando obtendría mejor resultado.

¿Dónde están los marchantes, los cazatalentos, negociantes y mercaderes de arte? ¿Esos que se dedicaban a promocionar, promover, impulsar, lanzar, ascender la carrera de un artista plástico? Yo aún no he encontrado ninguno.

En resumen, creo que el sistema actual de mercado del arte está agotado, y será necesario crear uno nuevo. Probablemente el camino esté en una combinación de ventas “on line” con sala de exposiciones y conexiones internacionales con un acertado “marketing”.
El sistema que si funciona, con las bendiciones de los muy ricos, es el que utilizan el triunvirato que conforman ciertas galerías de “alto standing” en combinación con Museos de Arte Contemporáneo y Ferias Internacionales como Arco, Bienal de Venecia, etc. son capaces de vender humo a los ricachos, pues ellos compran valores de inversión o directamente blanquean dinero negro.

De todas formas hay que recordar las palabras de Jesucristo: Muchos son los llamados y pocos los escogidos. Solo unos pocos podrán vivir de esto.
En cualquier caso, con independencia de la calidad de las obras que realicemos, el hecho de pintar, esculpir, escribir, poetizar, tocar un instrumento, cantar, bailar o cualquier otra actividad artística y creativa, es un placer poder expresarnos libremente y disfrutamos de ello y esto es lo realmente importante, pero no nos engañemos, a todos nos gustaría alcanzar la gloria.

APRENDIENDO A VIVIR


Como ya sabéis, aunque escriba con vehemencia y dejando clara mi postura con total seguridad, soy consciente de que no estoy en posesión de la verdad absoluta y lo que escribo es solo mi manera de ver el mundo.

La mayoría de nosotros, en algún momento de nuestra existencia, nos hacemos la pregunta ¿para qué vivimos? ¿qué sentido tiene la vida?. De donde venimos considero que importa menos, aunque daría para otro escrito.

En mi opinión, este es un viaje que hacemos a lo largo del tiempo y que debemos entenderlo como tal. Quiero decir, debemos actuar de manera semejante a cuando hacemos un viaje de placer y vamos a visitar lugares desconocidos para nosotros, bien sea dentro de nuestro país o fuera de él.

Lo más adecuado, cuando viajamos a un lugar desconocido, ciudad, país, zona, es que previamente nos informemos de ese lugar, donde está situado en el mapa y nos enteremos de sus principales características, al menos de aquellas que más despierten nuestro interés, tales como tipo de población, actividades más importantes, su origen, aspectos en los que sobresale, su industria, su arte, su historia, lugares dignos de contemplar…Así, cuando salgamos de allí y volvamos a nuestra casa, tendremos un conocimiento más o menos amplio del sitio visitado y en el que hemos vivido unas horas, días o semanas, que nos permitirá poder transmitir nuestras experiencias a nuestra familia y amigos, aparte de disfrutar de nuestra estancia.

Que absurdo sería llegar a una nueva ciudad y dedicarnos solo a estar en bares, bailar en la discoteca, irnos al cine a ver películas o quedarnos en el hotel a ver la televisión.
De igual manera que dedicamos tiempo para ver y conocer lugares, pues con ese conocimiento disfrutamos de ello y aprendemos a movernos por el lugar, deberíamos dedicar también un tiempo a visitar nuestro interior para conocernos y aprender a manejarnos a nosotros mismos. Aprendiendo sobre nosotros sabremos mejor como desenvolvernos y así disfrutaremos más de lo que nos rodea.

Cuando visitamos una ciudad, hay dos maneras de realizar la visita: 1. Nos informamos previamente de lo que la ciudad contiene y provistos de un mapa o plano, nosotros decidimos nuestra ruta y los lugares que vamos a visitar o 2. Requerimos los servicios de un guía y es el quien decide la ruta y los lugares a visitar.

Respecto a la información concerniente a eso lugares, podemos informarnos previamente para tener un conocimiento del lugar o bien nos conformamos con lo que nos cuente el guía contratado, en cuyo caso lo que aprendemos será solo a través de él, sea verdadero o falso lo que nos cuente.

En mi opinión todo esto podemos trasladarlo a nuestro viaje personal de nuestra propia vida.
A nosotros son nuestros padres los que nos traen a la vida, respecto al viaje que supone nuestra vida resulta que ya han transcurrido varios años de nuestro viaje, donde ellos han sido nuestros guías, cuando nuestra consciencia nos permite saber donde estamos. Luego nos meten en el colegio y son otras personas, los profesores, los que nos guían en nuevas direcciones, y nos inculcan conocimientos e ideas que no habíamos recibido en casa. Todo esto condicionará nuestro viaje y especialmente nos condiciona en la interpretación de nuestras percepciones del mundo que nos rodea. Por tanto, la manera en que interpretaremos todas las vivencias que tengamos están condicionadas por los guías que tengamos o hayamos tenido, a menos que nosotros busquemos por nuestra cuenta otras informaciones de otras fuentes, las analicemos las comparemos y lleguemos a conclusiones propias, consiguiendo así elaborar nuestro propio criterio para interpretar nuestras experiencias.

Esto nos lleva a la conclusión de que, aunque tengamos libertad de expresión, no seremos realmente libres si no tenemos libertad de pensamiento y esta no la podremos adquirir si no desarrollamos nuestro propio criterio y no nos limitemos a asumir lo que unos y otros nos han ido inculcando a lo largo de nuestra vida.

Otra cosa sería si en la escuela nos enseñaran a pensar por nosotros mismos, si nos ayudaran a desarrollar nuestro propio criterio, nuestra manera personal de ver el mundo, de interpretarlo, de percibirlo, de disfrutarlo. Pero la realidad es que nos adoctrinan de manera que veamos el mundo tal como las élites, los poderosos, los que controlan el mundo, quieren que lo veamos, evidentemente para ellos beneficiarse sin que les creemos conflictos, para que seamos sus esclavos sin ser conscientes de ello.

Debemos hacernos a nosotros mismos, escudriñar en nuestro interior y averiguar que es realmente lo que nos hace sentirnos felices y actuar en consecuencia. Entonces veríamos que aunque tengamos que trabajar para poder vivir, tal vez nos gustaría tener un trabajo diferente para disfrutar con lo que hacemos o que, aparte de él, podríamos tener otras actividades que llenasen de placer nuestra existencia y descubrir así nuestras capacidades desarrollándolas hasta donde podamos. Entonces nos daríamos cuenta que lo importante no es tener mucho dinero, sino lo necesario para vivir dignamente; lo importante no es tener una casa fantástica supergrande y lujosa sino suficientemente digna; que tampoco es importante tener el mejor coche del mundo sino el adecuado a nuestras necesidades y que podamos pagar, etc. y tampoco necesitamos llenar nuestra casa de cacharritos que la publicidad machacona nos mete por los sentidos todos los días. Sobre todo es muy importante que no hipotequemos nuestra vida.

Os lo diré más claro, nos adoctrinan mediante una particular visión del mundo, utilizando religiones e ideologías, así como todos los medios a su alcance, para que seamos obedientes y actuemos como a ellos les conviene, especialmente que trabajemos sin rechistar y luego que compremos todo lo que ellos nos venden, para así ser cada día más ricos y poderosos a costa nuestra, y nos educan exclusivamente para eso. En eso consiste el sistema capitalista en el cual estamos inmersos, trabajar para comprar.

Por tanto, cuanto antes seamos conscientes de donde estamos y de como es el lugar o lugares por los que viajamos y cuales son los caminos o calles más adecuados por los que hemos de transitar para llegar a donde queremos, más disfrutaremos de la vida/viaje y cuando lleguemos al final del mismo, nos sentiremos satisfechos de nuestras experiencias adquiridas y de los caminos transitados, aunque hayamos cometido muchos errores, caminando en algunos momentos por las vías no adecuadas, pero que al tomar conciencia de ello corregimos y seguimos.

Busquemos lo que en lo más profundo de nuestro ser nos hace felices y peleemos por alcanzar ese estado, cogiendo del mundo aquello que nos ayude en nuestro camino y prescindiendo de todo aquello que no añada nada positivo a nuestro objetivo. No escuchemos los cantos de sirena de los políticos, de los curas, de los malos agoreros, de los falsos profetas, de la publicidad, de los que todo lo saben, de los que te crean necesidades innecesarias…escúchate a ti mismo y actúa. Esto es lo que yo pienso.