domingo, 29 de mayo de 2022

PUBLICIDAD HASTA EN LA SOPA






Definiciones de Wikipedia:
La propaganda es una forma de transmisión de información que tiene como objetivo influir en la actitud de una comunidad respecto a alguna causa o posición, presentando solamente un lado o aspecto de un argumento. Esta es usualmente repetida y difundida en una amplia variedad de medios con el fin de obtener el resultado deseado en la actitud de la audiencia.
De modo opuesto al suministro de información libre e imparcial, la propaganda, en su sentido más básico, presenta información parcial o sesgada para influir una audiencia. Con frecuencia presenta hechos de manera selectiva y omite otros deliberadamente para sustentar una conclusión, o usa mensajes controlados para producir una respuesta emocional, más bien que racional, respecto de la información presentada. El efecto deseado es un cambio en la actitud de una audiencia determinada acerca de asuntos políticos, religiosos o comerciales. La propaganda, por lo tanto, puede ser usada como un «arma de guerra» en la lucha ideológica o comercial.

Mientras que el término «propaganda» ha adquirido en algunos casos una connotación sumamente negativa debido a los ejemplos de su uso más manipulador y chauvinista (p. ej., la propaganda nazi para justificar el Holocausto), el sentido original de la palabra era neutro.
Cuando la propaganda tiene como fin el promover el consumo y las ventas de bienes o servicios, es llamada publicidad. Debido a que este último campo de la actividad informativa es muy amplio y extendido, generalmente se prefiere darle al término propaganda un significado más restringido a los ámbitos ideológico, político o religioso.

La publicidad es una forma de comunicación visual, escrita, o auditiva cuya función principal es informar, difundir y persuadir al consumidor sobre un producto o servicio, insertar una nueva marca o producto dentro del mercado de consumo, mejorar la imagen de una marca o reposicionar un producto o marca en la mente de un consumidor. Esto se lleva a cabo mediante campañas publicitarias que se difunden en los medios de comunicación siguiendo un plan de comunicación preestablecido.

A través de la investigación, el análisis y estudio de numerosas disciplinas, tales como la psicología, la neuroanatomía, la sociología, la antropología, la estadística, y la economía, que son halladas en el estudio de mercado, se podrá, desde el punto de vista del vendedor, desarrollar un mensaje adecuado para una porción del público de un medio. Esta porción de personas, que se encuentra detalladamente delimitada, se conoce como público objetivo o target.

Anuncio: Acción o efecto de anunciar. Conjunto de signos o palabras con que se avisa algo. Un anuncio publicitario es un mensaje para promocionar un producto o servicio a tus posibles consumidores, y que así se convenzan de adquirirlos. Sus características varían dependiendo de los diferentes formatos, como una imagen, un texto, un audio, un video, entre otros.

He querido trasladar aquí estas definiciones de Wikipedia para que se vea claramente que no es lo que yo creo sino que ya está definido así socialmente.

En los años 50 la radio era el medio que tenía más difusión y por tanto más influencia sobre el gran público ya que poca gente leía los periódicos, por ello la radio era el medio que más propaganda hacía de muy diversos productos como el Cola Cao que todos los niños cantábamos la canción susodicha.

Debido a las connotaciones negativas de la palabra propaganda posteriormente implantaron el concepto de publicidad.

Evidentemente la radio era y es solo sonido, audio, por lo que obligaba a los oyentes a forjarse la imagen mental de lo que comunicaban verbalmente. Por eso cuando llegó la TV nos quitaron el esfuerzo de la imagen pues ya nos la daban también y así penetraba de forma más potente.

Por supuesto en los medios escritos como periódicos y revistas también había anuncios y hasta se imprimían octavillas para repartir en mano anuncios de determinados productos y se utilizaban también como propaganda política o religiosa.

De igual forma se utilizaban los cines para proyectar propaganda de determinados productos y marcas como Coca Cola. Y no nos olvidemos de las vallas publicitarias que llegaron a proliferar tanto en las carreteras que tuvieron que eliminar el carácter publicitario de “El Toro de Osborne” y eliminar gran parte de las mismas.

En resumen, la publicidad no es nueva para nosotros pero hemos llegado a un auténtico paroxismo a partir de la implantación de la red Internet y la web. Ya no puedes ver ni siquiera un vídeo en el cual no esté insertado uno o varios anuncios publicitarios, los periódicos no te dejan leer los textos los anuncios que se interponen por delante y no entres en web alguna a ver algún artículo de consumo pues entonces Google te lo pone en cualquier lugar que entres, literalmente hasta “en la sopa”.

La televisión, hasta las noticias han pasado de ser una comunicación, difusión, información, para transformarse en auténtica propaganda con la que influir en el ciudadano, especialmente a partir de la “plandemia” del Covid19 que ha transformado la forma de comunicar las noticias “machacando” literalmente nuestras mentes con la repetición exhaustiva de determinados sucesos, todos los santos días, aunque no nos digan nada nuevo, sea la pandemia, el volcán de La Palma, la guerra de Ucrania o el Sursum Cordal.
La televisión sea el programa que sea, incluso en los tan traídos y llevados debates de “expertos” en todo tipo de temas, no les importa cortar la palabra al personaje que esté hablando para pasar a la publicidad, no demostrando el más mínimo respeto. Pero esto no es lo peor sino que hemos llegado al punto en que te dan 15 minutos de programa y 15 minutos de publicidad, con lo que el tiempo transcurrido para “disfrutar” de los contenidos del programa que esté visualizando es justamente el doble del necesario.

Dada la invasión masiva de la propaganda hace tiempo que decidí dejar la TV en silencio mientras están los anuncios, la publicidad o la propaganda –como lo queramos llamar- pues ellos encima suben el volumen del audio cuando los ponen. Otro procedimiento es cambiar de canal mientras están con la publicidad y así no consiguen su propósito. Tal vez deberíamos apagar la televisión mientras están con la publicidad y así no pueden apuntarse el “share” y presumir de máxima audiencia. ¿Qué pasaría si fuéramos a una sala de cine donde cada 15 minutos de película nos pusieran 15 minutos de publicidad? ¿Tragaríamos con ello?

Se le llama “share” a la cuota de pantalla, porcentaje de audiencia es una medida de audiencia que estima el porcentaje de hogares o espectadores que están viendo un programa de televisión y con respecto al total que tiene encendido su televisor durante la emisión.

La publicidad lo está llenando todo, hasta en camisetas y otros productos de consumo, por todo esto llego a la conclusión de que pronto veremos en nuestros platos y fuentes publicidad de cualquier producto que lo pague y por ello tendremos publicidad “hasta en la sopa”.
Sinceramente creo que no deberíamos permitir que nos MANIPULEN de esta forma.