martes, 5 de abril de 2022

EL MENSAJE DE JESÚS Y LA ORACIÓN

 


Con los conocimientos adquiridos a lo largo del tiempo y meditando sobre el tema de la oración, los rezos, las súplicas, las peticiones, los ritos, etc. que tienen todas las religiones he reflexionado sobre ello y llego a las siguientes conclusiones:

El mensaje de Jesús, a mi manera de ver, fue enseñarnos a vivir, a comunicarnos con el Programa que maneja el Universo y el nuestro personal, y reprogramarlo a nuestro favor para hacernos la vida más fácil y placentera, a alcanzar nuestras metas mediante hechos prácticos.

Traducido al mundo informático, pues en realidad es eso, nuestra oración es un pequeño programa, una subrutina, que introducimos en el programa de nuestra vida, para que haga una llamada al programa general del Universo y así que este nos suministre lo que pedimos, lo que creemos necesitar. Es necesario saber que el programa de la Naturaleza no suele responder de inmediato, de la misma forma que cuando nosotros emprendemos una nueva actividad no obtenemos los mejores resultados de inmediato, pues necesitamos aprender a hacerlo bien y eso lleva su tiempo. No obstante, la Iglesia lo tergiversó y lo convirtió en otra cosa.

¿Qué es orar? No es repetir de manera mecánica un texto que la iglesia nos enseña desde niños; orar es comunicarnos con el programa “divino” para lo cual es necesario estructurar bien el mensaje, decirlo en voz alta, pensando en las palabras y visualizando lo que queremos obtener. Repetir el padrenuestro, el ave maría, el credo u otras oraciones que otros se inventaron para alabar a Dios, diciéndole lo magnífico que es, lo bueno que es... lo único que conseguimos es implantar esas ideas en nuestro subconsciente para que así no piense en nada más y a partir de ahí creernos todo lo que digan los curas. Dios no necesita que nosotros le hagamos la pelota diciéndole que es bueno, sabio, poderoso, etc. eso solo lo necesitan los que se creen dioses o los que quieren actuar como tales ante nosotros para manejarnos a su antojo. Este tipo de oración no nos sirve a nosotros sino que les sirve a ellos.

Para comunicar con el Programa (Dios) no son necesarios los templos, ni por tanto las misas, los rosarios, los ritos, etc. ni necesitamos intermediarios, lo curas. La comunicación directa la podemos y debemos hacer desde cualquier lugar y a cualquier hora; solo es necesario estar en un lugar donde nada nos moleste ni nos distraiga. Es más cómodo y por ello más eficaz si siempre o casi siempre lo hacemos desde el mismo lugar y a la misma hora, solo porque así en nuestro cerebro se graba todo esto y, al tomarlo como costumbre, nuestra mente está más predispuesta a actuar, pero solo por eso, no porque sea imprescindible.

Lo cierto es que las religiones nos tratan como a borregos, tontos que no sabemos lo que tenemos que hacer y nos dejamos guiar por ellas, así nos adoctrinan y nos manejan y manipulan para que hagamos lo que ellas quieren. Dejamos nuestras vidas en sus manos con la tranquilidad de que haciendo lo que ellos dicen alcanzaremos nuestras metas y el cielo, la gloria eterna, pero todo eso es falso, son ellos los que obtienen de nosotros lo que quieren.

La vida es un camino a recorrer, una carrera de obstáculos, una lucha personal a través de la cual debemos ir aprendiendo donde estamos y quienes somos para adaptarnos al medio sacando el máximo provecho del viaje, de manera que al llegar al final nos sintamos realizados, más o menos satisfechos de lo conseguido.

Igual que cuando tenemos unos meses de vida vamos manejando las manos y cerca del año aprendemos a andar, paso a paso –nunca mejor dicho- así debemos aprender a manejar nuestro programa para obtener lo que consideramos que necesitamos para avanzar en la conquista de nuestros objetivos en la vida, tanto en el plano espiritual como material. Hemos de darnos cuenta que los ambiciosos en el plano material suelen conseguir alcanzar sus metas, pues se polarizan en esa idea y ponen toda la carne en el asador, todo su esfuerzo, pisando a quien haga falta y, salvo que cometan errores graves, lo conseguirán con el tiempo. Pues eso es lo que debemos hacer, para todo lo que queramos alcanzar, debemos sentir seguridad de que lo conseguiremos pero sin dañar a nadie.

Hemos de implantar esa idea en nuestra mente y a base de repetición y fe en nosotros mismos, con el tiempo lo conseguiremos, si definimos bien lo que queremos conseguir y lo expresamos adecuadamente, sin confusión, con nuestras palabras y conceptos.
Ese programa se irá implantando en nuestro cerebro de tal forma que se convierte en algo propio de nuestra forma de creer y sentir. Cuando esté perfectamente incorporado es cuando comenzará a actuar en la consecución de nuestro objetivo, pues entonces comenzaremos a actuar de manera consecuente para alcanzarlo, pues si no actuamos nada conseguiremos.
Recordad el refrán “A Dios rogando y con el mazo dando”.

Como ya sabéis, yo respeto todas las creencias de todo el mundo y no me considero en posesión de la verdad absoluta y si os comunico esto es porque a mí me ha funcionado en las cosas que me he propuesto, pero ya os digo que no me ha servido para que me toque la lotería, probablemente porque no creo en ella como medio de obtener dinero, ni siento necesidad de ser rico en bienes materiales.

EL TSUNAMI-EL AGUA 100X65 óleo/lienzo



Pertenece al tríptico dedicado a los 4 elementos: aire, tierra, agua y fuego que yo he simbolizado con el tornado, tsunami y volcán. La tierra está presente en los tres.
Como ya sabeís todas estas obras forman parte de la serie UNIVERSO PROGRAMADO.
Añado fotos de detalles para que se vea como está resuelto con "pincelada óptica" que produce la sensación de ser descuidada pero que visto a distancia produce la sensación de realismo.










RESPUESTA EMOCIONAL EN LAS REDES



En general, vemos en las redes que la respuesta a los trabajos presentados por aquellos que aportan algún escrito o foto de lo que sea, suele ser escasa, salvo excepciones en que vemos como se acumulan cientos de ME GUSTA, pero todavía son más escasos los comentarios, tal y como ya he comentado otras veces. Esto se explica porque todos vamos con mucha prisa y queremos verlo todo, con lo cual si algo se comenta es de la manera más corta posible y preferimos poner una pegatina (sticker) a escribir. Esto es independiente de quienes se han ganado a pulso por la calidad de sus obras, es decir, cuasi fotográficas, una merecida fama y son cientos de personas quienes les ponen sus ME GUSTA/ME ENCANTA/ME IMPORTA y escriben sus comentarios aunque solo escriban fantástico, increíble, maravilloso, etc.

No obstante hay una notable diferencia entre quienes acumulan un montón de ME GUSTA y comentarios aunque sean cortos y quienes apenas obtienen unos ME GUSTA y, dadas las prisas que tenemos a la hora de ver lo
que han puesto los demás, no puede deberse a reflexión alguna por nuestra parte sobre la calidad de lo que vemos, por tanto está claro que nuestra respuesta es más bien de tipo EMOCIONAL. Dicho en román paladino: algunas cosas tocan nuestra fibra emocional inconsciente y nos lleva a responder de manera positiva ante lo que contemplamos sin que objetivamente tenga nada que ver con el análisis del escrito o foto y su calidad correspondiente.

Recuerdo una exposición colectiva que hicimos en Zaragoza con motivo del festival de cine de allí, donde las obras tenían que ver con determinadas películas. De las más de 50 obras que se presentaron solo se vendió una y puedo asegurar que la inmensa mayoría de las obras eran de calidad. La obra vendida representaba el glaciar PERITO MORENO situado en los Andes entre Argentina y Chile. Es verdad que la obra era espectacular resuelta al pastel por Maria Eleonora González Videla cuyo título ME ESTOY DEJANDO VIVIR…Y TÚ? y de unas medidas relativamente grandes 100x65. No obstante, la realidad es que la razón de que una pareja se interesara por esta obra, es porque el año anterior habían estado visitando este glaciar y, al verlo allí representado, se emocionaron y les entró el deseo de adquirirlo, aunque ofrecieron la mitad de su valor y la pintora al final accedió, para poder cubrir los gastos acarreados por el transporte aduana, pues ella vive en Argentina.

Yo mismo he obtenido, con un cuadro, más del doble de ME GUSTA que habitualmente obtengo al poner mis obras, fundamentalmente por el hecho de que el volcán que pinté, había estado más de dos meses tirando lava y todos los días nos hablaban de él en los medios de comunicación y veíamos imágenes del mismo, provocando un gran impacto emocional en la gente, por su bello espectáculo y por la triste repercusión en los habitantes de la isla de La Palma, cuyas viviendas y negocios quedaron destruidos.

Es verdad que el arte lo que debe hacer es emocionar, pero lo cierto es que a veces, la emoción que produce una obra, no es solo mérito de la propia obra sino de las circunstancias personales de la persona que la contempla y puede pesar más lo segundo que lo primero.