miércoles, 9 de octubre de 2013

EL DIBUJO EN EL ARTE: EL TONO



Las formas se definen gracias a la luz. El modelado o volumen de los objetos se produce por la combinación de la luz con la sombra. El dibujo no es la forma sino la manera de ver las formas (Degas).
Se llega a la representación de un objeto mediante el dibujo, con una gran capacidad de observación de la realidad y potencia analítica, para ver el cómo y el porqué de lo que se observa, y así encontrar el método más simple para su representación en el papel.
Cuando nosotros observamos un objeto, en este caso un jarrón, observamos que hay unas zonas más luminosas que otras y para dibujarlas es necesario identificarlas con exactitud.

Así, podemos ver en la foto las diferentes zonas tonales en que la luz divide a un cuerpo: medio tono, sombra propia, reflejo y luz. Fuera de él está la sombra proyectada. Después de resolver el contorno de este jarrón, el artista delimita las diferentes zonas tonales para comenzar a rayar las más oscuras.

 

Para poder simplificar los muchos tonos que podremos apreciar al observar un objeto, definimos una escala de ocho mediante la cual podremos representar la intensidad de la luz considerando los valores y la diferencia entre las zonas “medio tono” y “sombra propia”.

Aplicando pues nuestra escala simplificada podríamos terminar el dibujo del jarrón de esta manera.



Dependiendo del contraste entre la zona de sombra propia y la de medio tono obtenemos efectos diferentes.

Conociendo ya los parámetros del dibujo –líneas, contornos, perspectiva y tonos- es el momento de que conozcamos los secretos del color que veremos en el próximo artículo.