miércoles, 6 de abril de 2016

LA CALIDAD DE LA PINTURA

Dada la degradación del arte de nuestro tiempo, debido a la manipulación por los grandes magnates y gurús de las artes plásticas, he considerado importante que todo el mundo que le interese pueda saber discriminar lo bueno de lo mediocre o malo. Por ello voy a transmitir los conocimientos que entiendo básicos para analizar una pintura.


 Para realizar cualquier tipo de trabajo es preciso y necesario adquirir una serie de conocimientos y desarrollar unas habilidades. Así, para ser escritor es necesario conocer muy bien la gramática de la lengua en la que se escribe, las reglas ortográficas, un vocabulario amplio, saber redactar y describir cosas y ambientes, situaciones, desarrollar una manera personal de expresarse y mucha imaginación, pero la única habilidad manual es saber escribir, bien sea con pluma/bolígrafo o con un teclado, por eso se les considera intelectuales porque no necesitan habilidades especiales manuales, usando casi en exclusiva el intelecto.



En el caso de un músico, debe adquirir conocimientos de solfeo y todos los parámetros que intervienen en la música, para ser capaz de leer la partitura e interpretarla con el instrumento correspondiente, la habilidad necesaria es dominar el manejo del instrumento musical o varios instrumentos con los que interpretar la música escrita en la partitura. Y esto sin considerar la capacidad creativa que permita crear su propia música. También es cierto que en la música hay niveles en que sin saber leer, no digo ya escribir, una partitura, puede interpretarse de oído y crear mediante grabadora, lo que nos lleva a una limitación interpretativa y también creadora al no poder escribirlo para luego leerlo cuando se necesite repetir y es prácticamente imposible que un compositor que no sepa solfeo pueda crear música para toda una orquesta y ni siquiera podrá pertenecer a una orquesta. Es cierto que la tecnología puede ayudar a paliar o atenuar estas carencias pero lo cierto es que no deja de ser un camino para suplir lo que no se sabe.


Instrumentos musicales




Distribución de instrumentos de una orquesta


En el caso de la pintura, hay que adquirir conocimientos de dibujo (representación espacial, perspectiva, anatomía animal y humana) y de pintura (colores, mezclas, incompatibilidades químicas entre colores, técnicas propias de cada tipo de pintura) y sobre los soportes y su preparación.

Debe desarrollar la capacidad de percepción e interpretación, pues vemos las formas en tres dimensiones y debemos plasmarlas en un plano, por tanto dos dimensiones, de manera que parezcan tres. Y la destreza en el manejo de las herramientas a mano alzada como lápices, pinceles, espátulas.

Una pintura se compone de varios elementos, factores o parámetros que nos permiten evaluarla de forma objetiva tal como podemos evaluar una novela, película, obra de teatro, canto, baile o música.


La pintura es fundamentalmente forma y color. Si no hay color será monocromo y entonces no podemos evaluar los conocimientos y habilidades del pintor con el color al solo poder ver un aspecto. Si no hay forma, más o menos definida, no podremos evaluar los conocimientos y habilidades del pintor, en cuanto a dibujo. Por eso la mayoría de los pintores abstractos se han acogido a esta forma o manera de hacer, porque tienen dificultades con el dibujo.



Pintura abstracta


Estos son los factores o elementos que definen y permiten valorar una pintura.
-Dibujo: líneas, formas, proporciones, perspectiva lineal, armonías
-Color: mezclas, armonías, matices, luz, contrastes, perspectiva aérea
-Composición: el espacio, división del espacio, líneas y formas geométricas, cromática, sección áurea, equilibrio de pesos, contraste de tonos, claves tonales.
-Ritmos: lineales, de formas, cromáticos
-Destaque o centro de interés.
-Recorrido visual
-El lenguaje

 El valor más importante de un pintor está en desarrollar un lenguaje propio, como sucede con un escritor, un bailarín, un músico... y no copiando el lenguaje de otro artista o el lenguaje de una fotografía.

De la adecuada combinación de todos estos parámetros y del dominio que tenga el pintor de ellos depende el resultado final de la obra.


Un buen dibujo sirve de base y estructura para poner los colores en su sitio y así representar una realidad imaginada en la mente del pintor o bien tomada directamente del natural. Para representar una forma determinada, aunque sea  simplemente un vaso debemos atender no solo a la forma de las líneas que definen su contorno sino también a las proporciones para representarlo en sus justos términos.



Vaso real




Dibujo del vaso


Es evidente que dependiendo de la altura en el espacio de este vaso con respecto al punto de vista (altura de los ojos del pintor) cambiará la visión de este vaso y también la distancia con respecto a otros objetos y aquí hay que aplicar las leyes de la perspectiva.


Visión de un objeto según la posición respecto al observador


La armonía de líneas de este objeto con otros que le rodeen también tiene su importancia.

Hay que distinguir entre distorsiones en el dibujo que puede realizar el pintor de forma consciente y a voluntad, como se hace en el expresionismo o en la caricatura, de las distorsiones que se produzcan por desconocimiento y falta de experiencia por mucho que se pretenda camuflar como estilo o factura.



TERRORÍFICA MENTE, ARTE, PENSARTE 60X46,5 M. Magdalena Travieso



Dibujo de aprendiz


También es necesario conocer las leyes de la perspectiva para resolver el efecto de distancia/profundidad y punto de vista desde el que observa el pintor.



Perspectiva de una calle



Perspectiva de una habitación


Después del dibujo, la base de la pintura es el color y es necesario saber mezclarlos para obtener el que se busca y conseguir armonizarlos todos en el cuadro, introducir variaciones del color base de una zona para plasmar matices del mismo que produzca auténtico placer su visualización. A su vez se debe manejar el color para provocar contrastes que produzcan efectos de luz y de perspectiva aérea para representar la atmósfera y la distancia.



Bentayga 160x97. Fermín García Sevilla


Si hablamos de composición resulta que incluso la mayoría de los pintores que se defienden muy bien con el dibujo y los colores, componen sus cuadros por intuición, por el sistema de “me gusta” o “no me gusta”. Son muy pocos los que tienen profundos conocimientos empíricos de composición y los aplican en la creación de sus obras, limitándose una mayoría a copiar una foto lo mejor que pueden sin que realmente intervenga la creación y en todo caso hacen una ligera variación del encuadre. Los auténticos profesionales dominan el dibujo, el color y la composición.



El rapto de las hijas de Leucipo. Rubens


No digo ya nada relativo a elegir las proporciones adecuadas del espacio pictórico, su distribución, equilibrar pesos, buscar armonía de líneas y formas, etc. No pasa nada por trabajar con fotografías, pues lo importante es el resultado final de la obra, no los medios utilizados, pero si nos limitamos a copiar una foto no hacemos uso de nuestra creatividad, como mucho elegimos la foto y la interpretamos y a veces ni eso, sino que lo hacemos como podemos,  que no como queremos. Algunos hiperrealistas copian muy bien con una depurada técnica pero con poca interpretación pues ni siquiera se ve la huella del pincel y con menos creatividad. Así nos podemos encontrar con obras fantásticamente resueltas pero sin alma. Entiendo siempre que las fotos deben servir de ayuda y mejor si las fotos las hacemos nosotros mismos de aquello que nos atraiga en vez de limitarnos a copiar las fotos de otros.


Los ritmos, al igual que en la música, son esas notas que se repiten en el espacio que marcan cadencias y en pintura se resuelven mediante líneas, formas geométrica y colores. De igual manera que no se entiende una música sin ritmo, sin tempo, no puede entenderse una pintura sin ritmo, sin ecos o reverberaciones.



El estanque de nenúfares. Monet


Un cuadro necesita tener un centro de interés o punto de destaque que es donde se va la mirada y el pintor debe, no solo crear ese punto de destaque sino que, además, ha de trazar el camino que recorrerá el espectador, por eso le llamamos “recorrido visual” y esto es algo que pocos hacen, pues lo desconocen totalmente.


Venus 130x97. Sangil


Los experimentos de los maestros de la pintura a lo largo de la historia han ido dirigidos a buscar la excelencia de alguno o varios de estos factores para representar una presunta realidad. Después del Renacimiento, las academias de las artes, considerando que se había alcanzado el máximo verismo, se volvieron muy rígidas en sus conceptos y esto provocó la ruptura, naciendo el impresionismo que en principio atendía a dos principios, la luz y los efectos ópticos, debidos al funcionamiento del ojo. Por ello desatendiendo el dibujo riguroso pusieron su énfasis en separar colores en el lienzo que el ojo fundiría a cierta distancia, jugaron con los colores complementarios para hacer reverberar el color y así aumentar su luminosidad.



Jardín. Monet


A partir de aquí, se han ido degradando las exigencias sobre la pintura. de manera que se prescinde de algunos de los factores enunciados y llegamos hasta el absurdo de prescindir de todos, dejando el lienzo en blanco y querer venderlo como una obra de arte o considerarse un pintor aquel que ni siquiera sabe coger el pincel ni mezclar colores, limitándose a coger objetos del cubo de la basura y colocarlos en una habitación, como ya hizo Duchamp con el urinario que por el simple hecho de colocarlo en una sala de exposiciones de arte ya se transformaba, el urinario, en una obra de arte. Claro que hay por ahí algunos presuntos artistas que lo que venden es la descripción de una presunta obra de arte que no existe, solo  escrita en un papel y que cuesta un dineral. Evidentemente si pierdes el papel has perdido la obra y el dinero. Si, si, insólito, inaudito, absurdo, ilógico, irracional, descabellado, pero es así.



Urinario. Duchamp


En estos momentos vemos en las ferias cosas inusitadas, insólitas, increíbles, extravagantes, absurdas, chocantes, irracionales, desatinadas, disparatadas…para las que no son necesarios conocimientos ni habilidades algunas, salvo construir un discurso también disparatado con el que nos quieren convencer de que eso que nos enseñan es una obra de arte.


ARCO 2016


En resumen, si para realizar una obra de arte, es preciso y necesario tener una serie de conocimientos y habilidades especiales que pocos alcanzan, y que al emplearse y reflejarse en la obra podemos percibir su excelencia, nadie nos podrá convencer de que sin conocimientos y sin habilidades se puede hacer algo que merezca denominarlo obra de arte.

Es admisible que en la realización de una pintura prescindamos de algunos de los factores que de manera general deben estar, así podemos pintar un cuadro monocromo, podemos distorsionar el dibujo para resaltar cierta expresividad o aspecto, como hace la caricatura o los expresionistas, realizar una composición sencilla sin tener en cuenta todos los aspectos, pero no podemos prescindir de los ritmos, destaque y recorrido visual pues entonces quitaremos excelencia y comunicación a nuestra obra, y por tanto rebajaremos la emoción.


Caballos




En música también intervienen varios factores que pueden resumirse en dos, notas y tempos.


Una pieza musical se compone de notas, claves, silencios, figuras, compases, ritmos, instrumentos, voces, armonías que combinadas convenientemente nos producirá un especial placer y nos pondrá los pelos de punta, cuando nos emocione especialmente. Alcanzar este nivel no es nada fácil y hay muy pocos músicos que tienen el conocimiento y la capacidad de utilizar todos los recursos existentes en sus composiciones y menos aún los que crean nuevos recursos.



Partitura sencilla para guitarra



Quinta sinfonía para piano. Beethoven


Sin embargo, resulta curioso que incluso el más lego, sabe distinguir una música válida de una que no lo es, o una buena interpretación,  aunque no sepa cuantos tipos de notas hay, ni de compases, ni de claves…y por ello los malos músicos no prosperan, es cierto que para la mayoría de la gente le llegará más una música sencilla y repetitiva que una sinfonía clásica y puede que sea la sinfonía la que no le guste aunque se valore, pero en artes plásticas se crea la duda, a los ingenuos, mediante un discurso incomprensible, de si esas cosas que nadie entiende son arte o no. Y no se comprende que se vendan por un dineral, aunque el negocio es el negocio.



Instrumentos de cuerda, aire y percusión