Los humanos poseemos muchas capacidades que la mayoría de la gente desconoce y por ello no las explora y se investigan poco o nada porque los científicos temen que si no consiguen una explicación convincente pueden desprestigiarles.
La hipnosis, autohipnosis, el sueño, experiencias en muerte clínica, los efectos de la anestesia, efectos de la ingesta de la ayahuasca y otras sustancias, estados místicos…a veces ayudados por ciertas músicas, ritmos y bailes, pienso que todos ellos son un mismo fenómeno aunque activados por diferentes caminos y formas.
En mi opinión todos ellos conducen a un efecto final que es el desprendimiento del cuerpo astral que viaja en el espacio-tiempo y que conecta con los llamados Registros Akásicos o memoria cósmica del Universo que contiene toda la información del Universo, incluidos los diversos programas que le hacen funcionar y que impregna todo el Universo, funcionando como el disco duro de un ordenador con su software y su información o base de datos..
Y ¿cómo y por qué se produce este fenómeno?
En cualquiera de los casos el hecho concreto es que el individuo desactiva sus sentidos, por tanto corta toda conexión con el exterior, lo que le permite conectarse con su yo, con su astral, con su doble energético, que viaja para obtener información.
Si efectuamos un símil con un ordenador, resulta que los humanos tenemos
conexión con unos periféricos de entrada de datos, tales como una cámara de
vídeo (vista), un micrófono captador de audio (oído), teclado, ratón o
pantallas táctiles (tacto), y la intuición (olfato y gusto). Nuestra boca con
el sistema fonador es el equivalente a un altavoz para comunicar información a
los demás.
Si tenemos activados estos periféricos y solo nos centramos en ellos, impedimos
totalmente entrar en conexión con Internet, entrar en conexión con el
ciberespacio. Debemos dejar de usar estos periféricos, desactivarlos, aunque
sea solo un instante, para activar nuestra conexión con el ciberespacio y, una
vez en él, podremos volver a usarlos todos los periféricos.
En el caso de una persona, de un humano, necesitamos más tiempo para
desconectar nuestros periféricos, nuestros sentidos, y una vez que entramos en
conexión con el espacio-tiempo, con otra dimensión, con el programa externo a
nosotros que nos conecta con el Universo, se activan los sustitutos de nuestros
sentidos físicos, los de nuestro cuerpo astral, que son más sensibles y
precisos que los físicos.
Hay gente que por su estructura mental innata tiene facilidad para realizar
este escape de su cuerpo físico, otros mediante entrenamiento y técnicas
concretas y otros mediante situaciones o sustancias que le facilitan la
desconexión de sus sentidos y la conexión con su cuerpo astral que viajará en
el espacio-tiempo.
Por experiencias con sujetos con los que he experimentado y por personas que
conozco que realizan los viajes astrales con facilidad, casi de forma
instantánea, cuando lo experimentan por primera vez, en principio no saben muy
bien donde están y como orientarse, desconociendo que no pueden entrar a
curiosear en cualquier parte, por ello les pueden aparecer “los vigilantes del
espacio-tiempo” como los vigilantes de la playa, para guiarles o para
prohibirles ir a determinados lugares.
Normalmente las personas que tienen facilidad para el
desdoble astral poseen también la capacidad de ver el aura de otras personas,
también pueden penetrar su visión en el interior del cuerpo y observar los
diferentes órganos internos detectando si alguno está enfermo, llegando incluso
a la posibilidad de curarlo.