Parece ser que, incluso aplicando la física cuántica, se demuestra que sucede lo que de manera consciente o inconsciente deseamos y, por ello, provocamos que suceda, especialmente si se le pone emoción, deseo profundo.
Así, un investigador nato, si dedica el tiempo y el esfuerzo continuado necesario, llegará a alcanzar fantásticos descubrimientos, el deportista alcanzará nuevas marcas, el escritor logrará buenos escritos, etc. pero no logrará hacerse rico, a menos que tenga detrás un patrocinador que se forrará con él.
La ambición solo alcanza a lo económico cuando se aspira a ello, al dinero, y no a otras cosas, por tanto cada cual crea su propia realidad. Y ¿a que aspira un político o que ambiciona? Dinero-poder o poder-dinero. Por ello alcanza esas dos cosas, sea de manera legal o ilegal, tanto da. Cabría suponer que los políticos se dedican a ello con la noble intención de servir a su país, a sus conciudadanos, para mejorar la vida de todos y hacer grande a su país, pero la inmensa mayoría parece que olvida esa noble intención y encamina sus pasos por otros senderos más directos hacia si mismo.
Los políticos antiguos poseían una ideología, y aunque eso no garantizaba su buen comportamiento, la mayoría anteponía su ideología a sus intereses personales, pero ahora no hay ideologías, nadie cree en ellas, por tanto llana y simplemente, ser político hoy es una profesión y normalmente muy rentable, durante y después de ejercer como político, especialmente para los altos cargos. Cada cual en su nivel procura alcanzar la máxima cota de poder y de dinero. Por eso fácilmente se ponen de acuerdo en el Parlamento para ponerse el sueldo y los privilegios de planes de pensiones, viajes, dietas, etc. que todos sabemos. Y no digamos nada de los alcaldes, donde algunos ganan más que el Presidente de la Nación.
Cuando tienen cierto nivel de poder, sin duda deben creerse que son seres especiales por encima de la mayoría de los mortales, a los que nos deben considerar imbéciles, razón por la cual hacen lo que hacen y nos tratan como nos tratan. Es verdad que la democracia es, hoy por hoy, el menos malo de los sistemas políticos, pero lleva anexo un estigma: siempre estamos gobernados por los más ignorantes…quiero decir que las mayorías son las que deciden quien gobierna y las mayorías son los más ignorantes, cosa que los políticos saben muy bien y por ello cuando llega un nuevo gobierno cambia el sistema educativo, empeorándolo un poco más, para que cada día seamos más ignorantes y por tanto más manipulables. Así que gobierna el que mejor engaña y somos tan ignorantes que volvemos a caer en el mismo error siempre, ene veces. Erramos con los socialistas y erramos con los populares. Todos nos mienten, unos antes y otros después.
Lo triste de todo esto es que a la hora de la verdad sucede que su poder lo ejercen sobre nosotros, pero ellos no son los más poderosos sino que por encima de ellos están los realmente poderosos: el capital, los bancos, los mercados, los realmente ricos; llamémosles como queramos. Estos son los que realmente gobiernan y los políticos son sus lacayos, son los ejecutores de las órdenes y deseos de ellos, son los mandos intermedios.
Los bancos crean los bonos basura e infectan el mundo entero, con lo cual se cargan el sistema financiero. ¿Alguien piensa que todos los banqueros son idiotas?
Si un dirigente empresarial comete un error de ese calibre de manera inmediata le ponen de patitas en
Así esclavizan a los gobiernos y los gobiernos nos esclavizan a nosotros pues no se conforman con dejar a millones de personas sin trabajo sino que, como disminuyen los ingresos nos cosen a impuestos empobreciéndonos a todos y no se conforman con eso sino que aprovechan para desmantelar “el estado del bienestar” tales como la sanidad, la educación y otras muchas prestaciones. Una persona enferma es más débil, una persona sin educación es más débil y así todos somos más manipulables.
En una empresa si un dirigente la hunde económicamente, no solo es despedido sino que se le pone una querella y se busca la manera de que pague el daño causado. Los políticos de los gobiernos centrales, autonómicos y locales se han gastado mucho más de lo que ingresaban y una parte de ese dinero no se lo han gastado en los servicios y sin embargo no les pasa nada, nadie les reclama nada, arruinan el país y sin embargo ellos siguen ahí; en el peor de los casos pasan del gobierno a la oposición, pero siguen ahí. Se supone que ellos están para administrar nuestro dinero y hacerlo revertir sobre nosotros, pero no es así, luego no saben administrar, en el mejor de los casos, eso si no nos roban, y sin embargo siguen ahí ¿no deberían dedicarse a otra cosa? Y encima siguen con sus privilegios. En estas labores ya han demostrado que no tienen ni “p” idea, que quiere decir “ni pequeña idea” por tanto deberían irse a “cazar gamusinos” a ver si se les da mejor. ¿Y los sindicatos? Los hermosos sueldos de los dirigentes y los muchos edificios que poseen de los que ellos no pagan nada, todo a nuestra costa. Pensad un poco, todo lo que estamos pagando, a nuestra empresa y al estado y lo que recibimos a cambio.
¿Cuánto pagamos al estado? Impuestos locales, IVA del consumo, IRPF.
¿Que recibimos a cambio? Educación, Sanidad, Pensiones, Prestaciones varias, Servicios, cada vez más restringidas.
Montan AVES y Aeropuertos donde no hacen falta, gastándose miles de millones de euros y no les pasa nada, y hasta una gran estatua para el aeropuerto sin aviones, a cambio nos suben el IVA, el IRPF, los carburantes, etc. etc. y como no les parece suficiente, recortan en educación y sanidad. Y aún les parece poco porque no es suficiente para equilibrar las cuentas, todo lo tenemos que pagar nosotros pero ellos no sufren merma alguna.
¿Porque no eliminan el Senado y la Diputaciones? ¿Porque tenemos tantos gobiernos? ¿No bastaría con un solo gobierno y una sola cámara? ¿Por qué nos cuentan tantas mentiras?
En síntesis: los bancos crean el desastre financiero, los gobiernos arruinan sus países para darles dinero a los bancos, la deuda soberana llega a tales niveles que las agencias de calificación las devalúan, los especuladores (el capital) sube los intereses de la deuda soberana, para arruinarnos más y, para que todo se equilibre solo se les ocurre que desmantelen el estado del bienestar y los derechos de los trabajadores, aumentando el desempleo a niveles insostenibles; como remate, los bancos, desahucian a las familias que se han quedado sin ingresos pero no les perdonan la deuda de la vivienda, les condenan para toda su vida. ¿Lo queréis más claro? ¿A que esperamos para movernos?
Antonio Sánchez-Gil http://www.arteycartelera.es