viernes, 19 de junio de 2020

REALISMO, HIPERREALISMO E HIPERREALISMO FOTOGRÁFICO

Fermín García Sevilla

El realismo, en pintura, es una manera de resolver un cuadro, cuya imagen plasmada se asemeja a la realidad que vemos con nuestros ojos. Según la técnica utilizada por el pintor, la sensación visual será más o menos cercana a la realidad vista de cerca, si tiene mucho detalle y produce la sensación de estar todo enfocado, o por el contrario, nos produce la sensación de que lo vemos de lejos o falto de nitidez por no estar reflejados los detalles ni los contornos muy definidos. De hecho, en una pintura realista, provocar la sensación de atmósfera y por tanto de cercanía y lejanía se resuelve utilizando lo que llamamos perspectiva lineal que es esa sensación de que las líneas paralelas se juntan en la lejanía, como cuando vemos las vías del tren o una carretera, y la perspectiva aérea que es justamente la sensación de atmósfera que consiste en que lo cercano es muy nítido viendo los detalles, contornos nítidos y diferenciados, con fuerte contraste de luz y colores saturados y, en cambio, lo lejano va perdiendo los detalles, los contrastes se suavizan, los contornos dejan de ser nítidos y pueden mezclarse entre si, los colores pierden intensidad y se van agrisando cuanto más lejos estén los objetos o elementos que representemos. No obstante, aunque la sensación sea, en algunos casos, cercana a la fotografía, sabemos diferenciarlo porque acercándonos vemos la pincelada y/o no lo vemos fotográfico sino que se percibe como trabajo manual, sin embargo, al alejarnos si nos puede parecer una fotografía, dependiendo de la manera de resolver del pintor.

Antonio López


Corot

Modesto Trigo

Tere Unsaín

Luís Bascuña


El hiperrealismo es semejante al caso anterior, salvo en que no vemos la huella del pincel y nos parece una fotografía incluso visto a 20 cm del lienzo, más cerca nuestro ojo no puede enfocar normalmente. De hecho perdemos detalle al verlo de lejos. No obstante al resolver esta pintura, según las distancias, dejan de percibirse ciertos detalles que nuestro ojo no percibe, ni una cámara fotográfica con objetivo normal.

Alyssa Monks

David Parris

Eduardo Naranjo


Pedro Campos

El hiperrealismo fotográfico es cuando se supera el hiperrealismo y la visión normal, de manera que aquello que nuestro ojo no es capaz de ver por la distancia, como un cabello separado de la cabellera, la pelusa de la lana, una arruga o los poros o una manchita o un granito o pecas de la piel,  imperceptibles a simple vista, etc. en este tipo de pintura si podemos verlo, aunque esto no es real, quiero decir que a cierta distancia nuestro ojo no es capaz de percibirlo.

Leng Jun

Leng Jun (detalle 1)

Leng Jun (detalle 2)



Leng Jun (detalle 3)

Nestor Canavarro 

Nestor Canavarro (Detalle 1)

Nestor Canavarro (Detalle 2)

Nestor Canavarro (Detalle 3)


En la pintura realista, el pintor lo que hace es interpretar la realidad que tiene delante, y la traduce en manchas de color que suelta sobre el lienzo según su particular manera de hacer, diferenciando en mayor o menor grado unas manchas de otras, más grandes o más pequeñas, con más o menos carga de pintura, fundiendo en mayor o menor grado las diferentes manchas, para que una vez resuelto todo, a mayor o menor distancia del espectador, respecto al lienzo o soporte, la sensación que percibe se acerque a la realidad. No obstante es claramente diferenciada la realidad de la pintura y de una potencial fotografía. Da igual que el pintor tome directamente del natural o se ayude de fotografías. En cualquiera de los casos se interpreta, no se copia.

Pero  en la pintura hiperrealista, normalmente lo que se hace es copiar de una fotografía sin interpretación alguna, hasta la forma desenfocada del fondo tal cual, de manera que ni siquiera veremos la huella del pincel pues todo se matiza para que no haya diferencia alguna entre la fotografía y la pintura, para lo cual se diluye la pintura para darla con el pincel y se dan capas delgadas, transparentes, usando la técnica de veladuras.

En la pintura hiperrealista fotográfica se parte de una fotografía de alta resolución en la cual se perciben con nitidez las arrugas más finas de la piel, los hilos de un bordado o encaje, las pelusas de la lana, los cabellos despegados de la cabellera, los pelos diferenciados de una barba…aunque la foto se haya tomado a más de dos metros. En estos casos el pintor, aunque de manera virtuosa, lo que hace es copiar fielmente la fotografía que, para poder verlo todo con el máximo detalle, se suele hacer bien grande. En algunos casos, se suele ampliar la fotografía a unas dimensiones tales que se ven los píxeles o puntos que el pintor copia religiosamente como si de un escáner se tratase. Imaginad una fotografía en papel a la que observáis mediante una lupa, entonces veréis los puntos de la trama, y vosotros como pintores reproducís en vuestro lienzo esos puntos que veis a través de la lupa.

Lo curioso es que estos pintores se consideran a sí mismos artistas, lo cual es un error, pues artista es el que crea, transforma, modifica, cambia la realidad a su modo. Estos pintores se limitan a copiar lo más fielmente posible lo que ven en la foto, porque si estuviesen mirando al natural, su ojo les impediría ver esos detalles que ellos ansían representar como virtuosos del pincel, por tanto hemos de llamarlos copistas. Copiar está dentro de la artesanía, no del arte.

Pero esto no es lo peor, el copiar fielmente cual escáner humano, pues algunos llegan a un nivel tan exagerado de ser fiel a una fotografía de alta resolución en la que se pueda ver hasta el alma, que viéndose incapaces de llegar tan lejos, la propia fotografía la imprimen sobre lienzo y luego te la venden como si la hubieran pintado ellos. Algunos, para poder decir que es pintura, luego le pegan cuatro brochazos burdos, incluso con colores chillones y discordantes sobre la fotografía y se quedan tan panchos.

Actualmente, dado que estamos en la era digital, tenemos también a pintores digitales, que sustituyen el lienzo por la pantalla de su monitor o tableta y los pinceles por un ratón, puntero o lápiz digital, con el que eligen colores y pinceles digitales con los que trabajan. Normalmente, estos pintores digitales, hacen exactamente lo mismo que los pintores hiperrealistas o hiperrealistas fotográficos, aunque hay una minoría que si crean.

Por todo lo dicho anteriormente, hay una regla, muy importante, que todo contemplador de pintura debe tener en cuenta y ésta es experimentar la distancia del cuadro a la cual le resulta más agradable verlo, pues cada uno según sus gustos y sus ojos debe encontrar su distancia personal.

En pintura, tal como resulta en literatura, el disfrute de la misma es independiente de la calidad de la misma muchas de las veces, pues es muy importante el número de libros leídos y de la amplitud del vocabulario del lector, de sus experiencias personales, de las evocaciones que vive, al leer, de su vida personal, del conocimiento de la materia que trate el libro, etc.