ENRIQUE DONOSO nació en Madrid en 1963. Tras una exhaustiva etapa de
formación académica, becado por la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, de Madrid. Obtuvo
numerosos Premios y Menciones, y realizó diversos estudios y prácticas con
grandes Maestros del Realismo actual, Antonio López, Naranjo y Muñoz-Vera,
entre otros. Empeñado en rescatar y actualizar las técnicas y procedimientos
empleados por los grandes Maestros de la Pintura clásica, abnegado investigador
en el campo de los pigmentos genuinos, e igualmente, en el de la preparación de
soportes. Desde 2003 compagina la faceta de Artista Pintor con la de Docente,
colaborando de forma activa en la formación y promoción de artistas emergentes.
Profesor de Técnicas y Procedimientos Pictóricos de la Escuela de Arte de Olías
del Rey, Toledo (España) desde 2004 hasta 2011. Desde 2011 y actualmente, es
Director, y Profesor de Técnicas y Procedimientos Pictóricos de La Escuela
Taller de Arte Figurativo Contemporáneo, Mocejón, Toledo (España).
RED AND BLACK III 140X93
pastel sobre madera con preparación de partículas de cuarzo y cristal.
El cuadro nos muestra a una bailaora en una pose de danza
flamenca con un abanico en la mano derecha que se apoya en la barbilla mirando
hacia arriba, con el cuerpo girado ligeramente a la derecha y la cabeza de
perfil.
Tal como dice su título, esta obra contiene fundamentalmente
el rojo y el negro, el rojo en la parte superior del vestido y las mangas, la
rosa en el pelo y el abanico. El color negro en el fondo y en el resto del
vestido, por tanto el cromatismo del cuadro es sencillo. La maravilla cromática
se encuentra en las carnaciones que es como un arco iris de matices. La luz
juega un importante papel a pesar de que la luz directa impacta solo en la
espalda de la figura, no visible salvo en una zona del borde del brazo
izquierdo, en la mano izquierda, en el cuello y en el cabello. También, casi
imperceptible, en algunos puntos de los pétalos de la rosa.
La exposición se tituló DANZA Y PASIÓN escribiendo la
palabra “pasión” en rojo, significando este color e indicando lo que expresa el
mismo.
El recorrido visual, al contemplar esta obra, comienza por
la esquina inferior izquierda del cuadro, avanzando hasta el cuello y
recorriendo el rostro. Sigue por el abanico hasta la mano derecha para
continuar por el brazo, recorre la clavícula de la modelo y pasa por el brazo
izquierdo llegando a la mano, cambia de dirección a través de las luces del
vestido par salir fuera.
La composición está estructurada en forma de X o aspa,
estando medio cuerpo en el lado derecho de la diagonal que parte de la esquina
inferior izquierda a la esquina superior derecha, y el otro medio al otro lado
equilibrando los pesos. La otra diagonal contiene la parte superior del cuerpo
un lado y la inferior el otro.
La parte principal de la figura se inserta en un triángulo
isósceles significando grandiosidad, seguridad y equilibrio, reafirmándose por
los triángulos rectángulos que se forman con los brazos dándoles así
importancia.
La pose de la modelo se construye formando una amplia curva
que transmite la sensación de femineidad con suavidad y elegancia y, en
contrapunto, creando un eco rítmico está la curva formada por el abanico que va
en sentido opuesto. La otra línea rítmica es la que circula de una mano a la
otra, una línea quebrada que da sensación de permanencia y sobriedad.
La rosa inserta en un círculo encuentra su eco en el pecho
izquierdo de la figura transmitiendo sensación de regularidad y equilibrio.
Nuevas líneas rítmicas aparecen en los bordes superior
–escote- e inferior de la parte roja del vestido formando un pico hacia abajo y
hacia arriba respectivamente.
Así mismo las arrugas que forma el vestido desde la cintura
hacia abajo son líneas que divergen hacia el lado derecho crean otro ritmo
compositivo.
El abanico es como un punto, la mano, que irradia energía
significando expansión y esplendor.
En la exposición DANZA Y PASIÓN que se celebró en la galería
Montsequi, cada una de las obras era la bailaora la protagonista con diferentes
poses y atavíos. Además estuvo danzando en la inauguración con toda la belleza
y elegancia que se desprende de los cuadros.
Enrique Donoso es un auténtico maestro, un gran pintor que
está en plena madurez de su arte, pero también es una gran persona como pude
comprobar al charlar con él sobre la técnica empleada en la resolución de estas
obras.
Para ampliar información podéis entrar en estas direcciones
de Internet.