viernes, 29 de noviembre de 2013
EXPOSICIÓN EN CASA DON PABLO
Como pueden ver estoy imparable. Durante este mes de diciembre también expondré aquí. Confío en que mis marinas subyuguen al personal y me las compren todas.
miércoles, 27 de noviembre de 2013
domingo, 10 de noviembre de 2013
LA COMPOSICIÓN: LAS LÍNEAS
Vemos que en la construcción del esqueleto del cuadro,
las líneas definen por si solas importantes sensaciones que son determinantes
para transmitir al espectador nuestro mensaje.
Pueden ser verticales, horizontales e inclinadas cuyas
sensaciones son muy diferentes unas de otras como podemos ver en la figura
Las rectas radiales son como un resplandor, una
explosión…y las quebradas son muy estáticas
Esta INMACULADA de Murillo se ilustra perfectamente la
composición de rectas radiales
Nuestro insigne Goya nos demuestra como usar una
composición de líneas quebradas.
Las curvas, dependiendo de la posición en el espacio
pictórico, pueden recordarnos a un escudo, una colina, olas marinas, cuencos...y
aunque no se representen estas cosas la sensación subliminal si las relaciona
De nuevo Goya con LA CARGA DE LOS MAMELUCOS nos ilustra
con una magnífica aplicación de las curvas.
martes, 29 de octubre de 2013
MI EXPOSICIÓN EN AMSTERDAM
Debéis visitar esta exposición para disfrutar de mis marinas. Esto está muy cerca de la Plaza de Cuatro Caños.
sábado, 19 de octubre de 2013
LA COMPOSICIÓN: EL ESPACIO
Hemos visto en obras de grandes artistas, cómo la distribución de los
elementos en el cuadro, no solo permiten una sensación agradable por la
armonía de las formas y colores, sino que esa especial distribución
trasciende para dar significados que se perciben a nivel inconsciente.Exponemos
aquí las leyes de la composición sintetizadas en una serie de láminas
didácticas, absolutamente gráficas e intuitivas, que les permitirán
comprender y asimilar fácilmente las técnicas utilizadas por los grandes
maestros del grabado y la pintura para transmitir sus mensajes.
De igual manera que el color azul lo asimilamos como frío por ser los mares y los hielos, azules y fríos, entendemos el amarillo y el rojo como calientes, pues el Sol y el hierro candente, como el fuego tienen estos colores. Pues bien, así mismo sucede con las líneas, las figuras geométricas, las masas y los tonos. Todo tiene su significado y el artista debe conocerlo y aplicarlo para transmitir las ideas y sensaciones que quiere hacer llegar al espectador.
Evidentemente si el espectador conoce a nivel consciente las claves, le será más fácil descubrir y percibir lo que el artista le quiere transmitir; en caso contrario sucederá lo mismo que dice el refrán “El que no sabe es como el que no ve” solo que en este caso habría que decir “El que no sabe no ve”
Vemos que no solo es importante cómo distribuimos los elementos dentro de la superficie del cuadro, sino que la forma y proporciones de esa superficie también tienen su importancia y determinan unas sensaciones que deben estar acordes con el tema de la obra. Así vemos que, internamente, las líneas transmiten sensaciones diferentes si son verticales, horizontales o inclinadas.
Y de igual manera, la superficie, si es alargada en sentido vertical u horizontal o cuadrada, transmite sensaciones diferentes. Aunque la mirada del espectador siga un recorrido inconsciente general, es el artista el que, con su composición, obligará al espectador a seguir el recorrido que él quiera, jugando con los ritmos creados por las líneas, masas y tonos.
El espacio pictórico creado por la superficie del cuadro, podemos dividirlo de muchas formas, pero especialmente hay tres, debido a sus proporciones: ½, 5/3 y cualquier otra. Solo la proporción 5/3 da unidad y variedad.
La Sección Áurea o proporción de Oro nos permite definir una superficie armónica en sus relaciones de longitud y altura, así como, interiormente, hallar los puntos y zonas armónicas, tomando como razón el valor 1,618. Nos bastará con multiplicar una distancia o longitud por el valor 1,618 para hallar la medida superior que cumpla la “Sección Áurea” o dividirlo para hallar la inferior.
Aplicando el valor 1,618 o bien usando la Serie de Fibonacci, podremos siempre determinar los puntos armónicos, es decir, dónde nos convendrá situar el/los elementos que queramos destacar de nuestra obra. Aunque siempre habremos de definir un orden de importancia para que solo un elemento destaque de todos los demás.
Hemos visto cómo influyen las proporciones del espacio pictórico y la posición del elemento de destaque sobre el mensaje que la obra transmite. En el siguiente artículo podremos ver el significado de los tipos de líneas usadas en la construcción de la obra de arte.
De igual manera que el color azul lo asimilamos como frío por ser los mares y los hielos, azules y fríos, entendemos el amarillo y el rojo como calientes, pues el Sol y el hierro candente, como el fuego tienen estos colores. Pues bien, así mismo sucede con las líneas, las figuras geométricas, las masas y los tonos. Todo tiene su significado y el artista debe conocerlo y aplicarlo para transmitir las ideas y sensaciones que quiere hacer llegar al espectador.
Evidentemente si el espectador conoce a nivel consciente las claves, le será más fácil descubrir y percibir lo que el artista le quiere transmitir; en caso contrario sucederá lo mismo que dice el refrán “El que no sabe es como el que no ve” solo que en este caso habría que decir “El que no sabe no ve”
Vemos que no solo es importante cómo distribuimos los elementos dentro de la superficie del cuadro, sino que la forma y proporciones de esa superficie también tienen su importancia y determinan unas sensaciones que deben estar acordes con el tema de la obra. Así vemos que, internamente, las líneas transmiten sensaciones diferentes si son verticales, horizontales o inclinadas.
Y de igual manera, la superficie, si es alargada en sentido vertical u horizontal o cuadrada, transmite sensaciones diferentes. Aunque la mirada del espectador siga un recorrido inconsciente general, es el artista el que, con su composición, obligará al espectador a seguir el recorrido que él quiera, jugando con los ritmos creados por las líneas, masas y tonos.
El espacio pictórico creado por la superficie del cuadro, podemos dividirlo de muchas formas, pero especialmente hay tres, debido a sus proporciones: ½, 5/3 y cualquier otra. Solo la proporción 5/3 da unidad y variedad.
La Sección Áurea o proporción de Oro nos permite definir una superficie armónica en sus relaciones de longitud y altura, así como, interiormente, hallar los puntos y zonas armónicas, tomando como razón el valor 1,618. Nos bastará con multiplicar una distancia o longitud por el valor 1,618 para hallar la medida superior que cumpla la “Sección Áurea” o dividirlo para hallar la inferior.
Aplicando el valor 1,618 o bien usando la Serie de Fibonacci, podremos siempre determinar los puntos armónicos, es decir, dónde nos convendrá situar el/los elementos que queramos destacar de nuestra obra. Aunque siempre habremos de definir un orden de importancia para que solo un elemento destaque de todos los demás.
Hemos visto cómo influyen las proporciones del espacio pictórico y la posición del elemento de destaque sobre el mensaje que la obra transmite. En el siguiente artículo podremos ver el significado de los tipos de líneas usadas en la construcción de la obra de arte.
domingo, 13 de octubre de 2013
EL DIBUJO EN EL ARTE: EL COLOR
Si un rayo de luz solar, luz blanca,
atraviesa un prisma de cristal, dicha luz se descompone en los seis
colores del espectro visible: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y
violeta.
Un cuerpo de color local blanco, cuando incide un rayo de luz blanca (rojo, verde, azul), refleja totalmente el espectro y por ello lo vemos de color blanco. Si el cuerpo es de color local negro, es porque absorbe toda la luz sin reflejar nada. Si vemos un cuerpo de color amarillo es porque absorbe el color azul y refleja el rojo y el verde. Si vemos un cuerpo de color rojo, es debido a que absorbe azul y verde y refleja solo el rojo. De igual modo, si vemos un cuerpo de color púrpura es debido a que absorbe el color verde y refleja el color rojo y el azul.
Cuando decimos que una flor es roja estamos hablando de su color local, pues en realidad cada pétalo tendrá diversos colores y no solo rojo, pues hay diversos matices, penumbras, sombras y reflejos. De hecho, hay diversos factores que influyen en el color de los cuerpos.
El color local es el color propio del cuerpo y que solo es perceptible en aquellas zonas donde no se vea modificado por otros factores.
El color tonal es una variación del color local al ser influido por la zona tonal (luz, sombra, medio tono, reflejo, sombra proyectada). Según la zona tonal que observemos, podremos percibir los colores y matices diversos existentes que son distintos del color local. Estos a su vez dependen del color local, de la forma del cuerpo, de la textura, de los colores de los cuerpos que le rodean, color ambiental (color de paredes, suelos, muebles, cortinas, etc.), del color de la luz, etc.
El color reflejado es especialmente perceptible en la zona reflejada que está dentro de la zona de sombra. Aunque aquí actúa todo lo que envuelve, especialmente es visible el color de los cuerpos más cercanos a dicha zona de sombra y así aparece la zona reflejada.
La gama de colores cálidos corresponde a la mitad del círculo donde intervienen el rojo y el amarillo fundamentalmente. No obstante, esto no significa que, en la ejecución del cuadro, no deban intervenir los azules, incluso aquellos que no tienen la más mínima tendencia cálida, pues lo importante es que la tendencia general de la obra sea hacia un cromatismo cálido aunque pueda intervenir cualquier color en las mezclas.
La
gama de colores fríos corresponde a la otra mitad del circulo, donde el
color principal es el azul, aunque en algunos colores intervengan algo
el amarillo y el rojo. De igual forma que en el caso de los colores
cálidos, aunque a la inversa, en la ejecución del cuadro, incluiremos
rojos y amarillos, pero de manera que la tendencia general de la obra
sea hacia el color azul.
La gama de colores grises o quebrados,
también llamados sucios, se obtienen mezclando los tres colores
primarios, o un primario con el secundario complementario, o dos
complementarios entre sí. Es decir, obtenemos una mezcla terciaria
haciendo predominar el color que nos interese, dependiendo de la
cantidad proporcional al mezclar: poniendo más cantidad del color que
queremos que sobresalga. Por ello podrán hacerse a la vez armonías
frías, cálidas y con tendencia a cualquier color.
- Colores primarios: rojo, azul oscuro y verde. Son primarios porque no se pueden obtener por mezclas.
- Colores secundarios: amarillo, azul celeste y púrpura. Son secundarios porque se obtienen de la mezcla de dos primarios
- Azul oscuro /Amarillo
- Rojo/Azul celeste
- Verde/Púrpura
Un cuerpo de color local blanco, cuando incide un rayo de luz blanca (rojo, verde, azul), refleja totalmente el espectro y por ello lo vemos de color blanco. Si el cuerpo es de color local negro, es porque absorbe toda la luz sin reflejar nada. Si vemos un cuerpo de color amarillo es porque absorbe el color azul y refleja el rojo y el verde. Si vemos un cuerpo de color rojo, es debido a que absorbe azul y verde y refleja solo el rojo. De igual modo, si vemos un cuerpo de color púrpura es debido a que absorbe el color verde y refleja el color rojo y el azul.
Los colores pigmento son los colores que utilizamos para pintar, se
obtienen con polvos colorantes mezclados con aceites y barnices.
- Primarios: rojo, amarillo y azul. No se obtienen por mezcla
- Secundarios: naranja, verde y violeta. Mezcla de dos primarios
- Terciarios: rojo, amarillo y azul. Mezcla de los tres primarios, predominando uno de ellos. Mezcla de dos secundarios.
Cuando decimos que una flor es roja estamos hablando de su color local, pues en realidad cada pétalo tendrá diversos colores y no solo rojo, pues hay diversos matices, penumbras, sombras y reflejos. De hecho, hay diversos factores que influyen en el color de los cuerpos.
El color local es el color propio del cuerpo y que solo es perceptible en aquellas zonas donde no se vea modificado por otros factores.
El color tonal es una variación del color local al ser influido por la zona tonal (luz, sombra, medio tono, reflejo, sombra proyectada). Según la zona tonal que observemos, podremos percibir los colores y matices diversos existentes que son distintos del color local. Estos a su vez dependen del color local, de la forma del cuerpo, de la textura, de los colores de los cuerpos que le rodean, color ambiental (color de paredes, suelos, muebles, cortinas, etc.), del color de la luz, etc.
El color reflejado es especialmente perceptible en la zona reflejada que está dentro de la zona de sombra. Aunque aquí actúa todo lo que envuelve, especialmente es visible el color de los cuerpos más cercanos a dicha zona de sombra y así aparece la zona reflejada.
La gama de colores cálidos corresponde a la mitad del círculo donde intervienen el rojo y el amarillo fundamentalmente. No obstante, esto no significa que, en la ejecución del cuadro, no deban intervenir los azules, incluso aquellos que no tienen la más mínima tendencia cálida, pues lo importante es que la tendencia general de la obra sea hacia un cromatismo cálido aunque pueda intervenir cualquier color en las mezclas.
A
lo largo de estos artículos hemos ido conociendo lo fundamental del
dibujo y del color pero nos queda la parte más sutil y desconocida: la
composición. Este es uno de los secretos que utilizaron de manera
sublime los grandes maestros desde el Gótico hasta nuestros días para
hacer llegar el mensaje, de manera subliminal, al espectador. Esto lo
iremos mostrando en los próximos artículos.
miércoles, 9 de octubre de 2013
EL DIBUJO EN EL ARTE: EL TONO
Las formas
se definen gracias a la luz. El modelado o volumen de los objetos se produce
por la combinación de la luz con la sombra. El dibujo no es la forma sino la
manera de ver las formas (Degas).
Se llega a
la representación de un objeto mediante el dibujo, con una gran capacidad de
observación de la realidad y potencia analítica, para ver el cómo y el porqué
de lo que se observa, y así encontrar el método más simple para su
representación en el papel.
Cuando
nosotros observamos un objeto, en este caso un jarrón, observamos que hay unas
zonas más luminosas que otras y para dibujarlas es necesario identificarlas con
exactitud.
Así, podemos
ver en la foto las diferentes zonas tonales en que la luz divide a un cuerpo:
medio tono, sombra propia, reflejo y luz. Fuera de él está la sombra
proyectada. Después de resolver el contorno de este jarrón, el artista delimita
las diferentes zonas tonales para comenzar a rayar las más oscuras.
Para poder
simplificar los muchos tonos que podremos apreciar al observar un objeto,
definimos una escala de ocho mediante la cual podremos representar la
intensidad de la luz considerando los valores y la diferencia entre las zonas
“medio tono” y “sombra propia”.
Aplicando pues nuestra escala
simplificada podríamos terminar el dibujo del jarrón de esta manera.
Dependiendo del contraste entre la
zona de sombra propia y la de medio tono obtenemos efectos diferentes.
Conociendo
ya los parámetros del dibujo –líneas, contornos, perspectiva y tonos- es el
momento de que conozcamos los secretos del color que veremos en el próximo
artículo.
martes, 1 de octubre de 2013
EL DIBUJO EN EL ARTE: LA PERSPECTIVA
La perspectiva es una técnica de dibujo mediante la
cual conseguimos provocar el efecto de lejanía y profundidad y por tanto
de volumen. A través de las imágenes iremos viendo ejemplos y
ofreciendo explicaciones para poder comprender mejor esta técnica. Al
ver las vías del tren vemos claramente como los raíles y los hilos de
las catenarias se juntan en un punto del horizonte.
En la perspectiva geométrica se definen una
serie de líneas y puntos que dan como resultado una especie de pirámide,
que si fueran muchas líneas parecería un cono, por lo cual se le llama perspectiva cónica.
En la observación de esta técnica hemos de distinguir: la línea de tierra, que es la línea o plano sobre el que nos apoyamos, la línea de horizonte que está a la altura de nuestros ojos, el punto de vista que está en la línea de horizonte y justo en línea con nuestros ojos y el punto o puntos de fuga que son justamente donde se unen todas las líneas de “la cónica”.
Para cualquier cosa que queramos dibujar con la perspectiva
correcta, partiremos siempre de una caja o paralelepípedo en cuyo
interior construimos el objeto o volumen concreto. Así un cuadrado se
transforma en un trapecio o un rombo y un círculo en un óvalo.
Dependiendo de la posición de los objetos o elementos
a dibujar necesitaremos un punto de fuga o más de uno. Para dibujar
este edificio necesitamos, claramente, dos puntos de fuga.
En cambio para este otro caso nos basta con un solo
punto de fuga, en la visión de la catedral de San Marcos y el Palacio
Ducal de Venecia, y podemos apreciar que hasta las sillas están situadas
dentro de la cónica.
En esta plaza de Astorga el punto de fuga está en el centro aproximadamente.
Si miramos desde abajo hacia arriba, el punto de
fuga estará en el cielo en una posición bastante más alta que donde
acaba el edificio.
En la perspectiva aérea el primer plano es más
nítido y contrastado, estando los colores más saturados. Los planos
siguientes pierden saturación del color y definición de las formas. Los
planos más lejanos pierden totalmente el contraste y el color se vuelve
gris. En la foto tenemos el perro en primer plano, después la arboleda y
la casa, detrás unos pequeños montes y al fondo una montaña. Detrás
casi no se distingue del cielo, el quinto plano de la sierra.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)