ORIGEN DE LA ESCUELA PARA LA CLASE
OBRERA
La escuela,
tal como la conocemos hoy, es una institución relativamente nueva. Aunque
existen antecedentes, ésta se origina y consolida en el marco de la modernidad,
es decir, comienza a esbozarse a partir de los siglos XVI y XVII para
finalmente consolidarse a partir del siglo XIX. Durante la segunda mitad del
siglo XVIII uno de los eventos que influyó de manera crucial -junto con otros
factores- en la conformación de la escuela moderna fue la Revolución Industrial,
la cual dio paso a la pedagogía moderna y a novedosas formas de
organización escolar.
La
Revolución Industrial, básicamente, representa un cambio en las relaciones
económicas y por ende, en la dinámica social. La tierra deja de ser el centro
de la economía para dar paso a las fábricas, las cuales estaban ubicadas en las
ciudades. Esto produjo un incremento de lo urbano debido al desplazamiento de
gran número de personas que abandonaban sus rutinas artesanales y
campestres para venir a la ciudad en busca de nuevas oportunidades económicas,
trayendo como consecuencia un rápido y descontrolado incremento de la población
urbana.
En este
contexto, surge la educación como una herramienta propicia para el
disciplinamiento (orden-control) de la nueva población urbana. Se despertó un
mayor interés por la educación elemental y finalmente
se estableció la escuela como un espacio cerrado por el que debían pasar
todos los jóvenes para ser educados. El modelo que se seleccionó e implementó, luego
de varias consideraciones, fue el de las escuelas de los hermanos de
la Salle.
La pedagogía “lasallana”
se basa fundamentalmente en la disciplina del cuerpo infantil, por lo cual se
procuraba en esencia controlar a los niños hasta en sus más mínimos
movimientos. Para ellos la educación física es inseparable de la intelectual.
Por tanto, en estas escuelas había que llevar siempre la cabeza derecha, con el
rostro alegre, ojos bajos, frente sin pliegues, brazos cruzados. El silencio
era la regla y ni siquiera el sonido de los pies era permitido. Otra de las
características de estas escuelas era la aplicación del método de enseñanza
simultánea, rasgo fundamental de la pedagogía moderna.
También se
comenzó a implementar el método de enseñanza mutua o método lancasteriano, el
cual permitía enseñar a gran cantidad de niños (hasta 1000) al mismo tiempo y
en el mismo espacio físico. Esta metodología resultaba ser rápida y económica
para el logro de la masificación escolar que se propusieron empresarios y altos
funcionarios de estado. De esta manera, se lograrían educar al mayor número de
niños en el menor tiempo y con los menores recursos posibles.
A la incorporación de la Escuela
Fábrica en 1802 se empezó a implementar una pedagogía acorde a los obreros de
la Revolución Industrial que actuaba sobre el cuerpo del niño, lo disciplinaba,
se intentaba lograr un orden, instalar una postura correcta, el silencio y la
sumisión hasta cuando no lo estaban observando. La disciplina tiene un carácter
preventivo. Con esta concepción, se cuestiona el método global y surge el
método mutuo alfabetizar a muchos niños en poco tiempo con el objetivo de
moralizar, domesticar e integrar a los trabajadores del mañana.
Por otra
parte, la escuela se establece como obligatoria para los niños que trabajaban
en las fábricas, con el fin de asegurar puestos de trabajo para los adultos.
Además se buscaba proteger a la infancia con el fin de:
- Ganar
en disciplina.
- Mejorar
el trabajo productivo
- Dulcificar
las costumbres
- Apartarlos
de las reuniones de la fábricas
- Evitar
que vagabundearan por las calles y
- Ajustar
sus ritmos de vida al cumplimiento de horarios.
En este
sentido, se evidencia que la idea era preparar un gran y poderoso ejército de
trabajo con la ayuda de la escuela. Concepción que aun subyace en la pedagogía
de gran parte de las instituciones educativas tradicionales.
Esta segmentación, el surgimiento de la legislación reguladora del trabajo infantil en las fábricas, la creación de escuelas de fábricas, la acción educativa de filántropos y congregaciones religiosas, la expansión del sistema masivo de enseñanza mutua y muchas otras cosas ayudaron y contribuyeron a la expansión de la escolarización.
Finalizando el S XIX las
organizaciones obreras ya poseen un creciente desarrollo y se perfila una
tendencia hacia los sindicatos y las corporaciones de clase. El estado intenta
poner en marcha una estrategia de pacificación, propulsando la integración de
la clase obrera y poder mantener el orden social
Seguros y contratos de trabajo, limitación de jornadas de trabajos, incremento de salarios, etc. Las instituciones de los hijos de trabajadores aparecen, para el Estado, como uno de los dispositivos más eficaces para moralizar.
Seguros y contratos de trabajo, limitación de jornadas de trabajos, incremento de salarios, etc. Las instituciones de los hijos de trabajadores aparecen, para el Estado, como uno de los dispositivos más eficaces para moralizar.
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