Todo está vivo: el universo como ser orgánico y
consciente
Desde la
ciencia, solemos analizar el universo como un gran conjunto de fenómenos
físicos, regido por leyes, medible y cuantificable. Pero hay otra forma de
mirar: el universo como un ser vivo, no solo en sentido metafórico, sino
estructural, funcional y evolutivo.
En la teoría
del Multiverso Inteligente Evolutivo, no hay separación entre lo vivo y
lo inerte. Todo forma parte de una dinámica vital, una expresión de un
gran organismo que se transforma y se actualiza a través de sus partes.
Si aceptamos que el universo ejecuta un programa que evoluciona, que se
enriquece con la experiencia y que genera conciencia, entonces debemos dar un
paso más: el universo no solo contiene vida, sino que él mismo es una
forma de vida. No se trata de una analogía metafórica, sino de una
posibilidad real y estructural: el universo como un ser orgánico y consciente,
un sistema vivo a escala cósmica.
El principio de vida: del átomo a la galaxia
Desde las partículas subatómicas hasta las estructuras macrocósmicas, el
universo está lleno de patrones de organización, equilibrio dinámico y
retroalimentación. Estos principios son característicos de los sistemas vivos: Autoorganizarse,
mantener un equilibrio interno y adaptarse al entorno.
La teoría de sistemas, aplicada tanto en biología como en ecología, sostiene
que lo que define la vida no es la materia, sino la relación entre sus
partes y su capacidad de autorregulación. Bajo esta lógica, el
universo cumple muchas de las condiciones de un ser vivo: nace, crece, se
transforma, genera formas emergentes, aprende de sus ciclos.
El universo como célula madre
En biología,
una célula madre es aquella que contiene todo el potencial para dar lugar a
cualquier tipo de célula especializada. Tiene la capacidad de generar
diversidad, evolución y autorregeneración. El universo, visto así, se
comporta como una gran célula madre cósmica.
- Sus leyes físicas son el código
genético.
- Sus galaxias, planetas y formas
de vida son órganos o tejidos especializados.
- Sus agujeros negros son núcleos
de reproducción o mitosis universal.
- Y su conciencia es el
sistema nervioso distribuido que crece con la experiencia.
Cada parte
del universo no es un accesorio, sino una expresión activa de su vitalidad.
Incluso lo que llamamos "materia inerte" participa del gran proceso:
los átomos no están muertos, están en relación, vibran, forman sistemas. Todo
coopera, todo se interconecta, todo evoluciona.