LENG YUN
Como sabe todo aficionado a la pintura, en principio, hay
dos formas o tipos de pintura: la realista o figurativa y la abstracta.
PINTURA FIGURATIVA es aquella en la cual se reconocen
las formas, los objetos representados tal como los vemos habitualmente.
PINTURA ABSTRACTA es aquella en la cual no se
reconocen los objetos representados, aunque en algunos casos puedan estar
insinuados por un grafismo o mancha y muchas veces ni siquiera se pretende
representar objeto alguno.
Evidentemente hay infinitas formas de representar la Pintura
Figurativa y la Abstracta, tantas como pintores, pues cada pintor resuelve de
una forma diferente, aunque se parezca a otras.
Podría hacer un resumen de los diversos estilos en que
podríamos agrupar las diferentes formas de pintar, pero en esta ocasión quiero
entrar en las motivaciones de cada pintor según el concepto que cada uno tiene
de la pintura.
PINTURA ABSTRACTA
En la pintura abstracta, las ideas y motivaciones de los
pintores abstractos se pueden dividir en dos formas.
CREADORES
Los creadores son aquellos que antes de pintar el cuadro
elucubran lo que van a resolver y como. Dentro de estos los hay que previamente
hacen unos dibujos o bocetos de las ideas que rondan su cabeza y definen con
bastante exactitud como quedará visualmente y que materiales y medios van a
utilizar para resolver el cuadro.
Así unos utilizarán pintura con determinados colores, o bien
alambres, maderas, papeles, masillas, arenas…y según los materiales elegirán
determinadas herramientas para hacer el trabajo de soltar todo eso en el lienzo
o tabla.
Su creación sigue todo un proceso consciente y deliberado
desde el principio al final.
Cuando alguien le pregunta que significado tiene su obra
podrá indicarlo sin problemas respondiendo a sus motivaciones si van por una
sensación, un hecho concreto o bien es un estudio de armonías de líneas, de
formas o de colores…
ESPONTÁNEOS/INTUITIVOS
Los espontáneos/intuitivos son aquellos que no saben lo que
van a hacer ni como, pero deciden un poco los medios que van a utilizar como
tipo de pintura y las herramientas, si serán pinceles, “sprays”, espátulas,
goteo u otros medios, pero no tienen la más mínima idea de la imagen que
plasmarán. Por ello comienzan a soltar pintura sobre el lienzo o tabla sin ton
ni son, según sienta en ese momento, eligiendo colores al azar. Según van
manchando el lienzo, les surge el impulso del siguiente color a utilizar y como
van a soltar el color, la forma de la mancha o el recorrido del pincel, la
espátula, la gota, el chorreón…algunos montan un auténtico espectáculo
Llega un momento en que ya tienen cubierto todo el lienzo de
manchas de colores y entonces se plantean si siguen echando colores o si ya lo
dan por terminado.
Como vemos, no utilizan las ideas previas, el raciocinio, la
lógica…no, ellos trabajan por impulsos irracionales, incontrolados, intuitivos,
como dejando que sea el subconsciente el que guíe sus pasos y sus manos.
Cuando le preguntan por el significado de su obra te dicen
que ellos no han pensado en nada de eso, pues simplemente ellos se ponen a
manchar espontáneamente según los impulsos que recibe.
PINTURA FIGURATIVA
En cuanto a la Pintura Figurativa hay diversas motivaciones
o conceptos de la misma.
Después de las pinturas rupestres de las cavernas, donde se
representaba de manera muy estilizada y en forma de dibujos sin dar sensación
de volumen, la Historia del Arte nos habla del Gótico, el Renacimiento y el
Barroco, seguidos por movimientos como el Neoclasicismo, el Romanticismo, el
Realismo, el Impresionismo y el Postimpresionismo. Más adelante surgieron las
vanguardias, como el Fauvismo, el Cubismo, el Dadaísmo y el Surrealismo, y en
la segunda mitad del siglo XX el Expresionismo Abstracto, el Pop Art y el Arte Contemporáneo.
En pleno siglo XX aparece el Nuevo Realismo, el Arte
Conceptual, Minimalismo, Hiperrealismo, Postmodernidad y Arte Povera.
Pero curiosamente hay un concepto que encarna casi todo lo
que se hace a partir de mediado el siglo XX al que se ha dado en llamar Arte
Contemporáneo, como si otras formas de hacer arte no fueran contemporáneo y a
este concepto corresponden normalmente todas aquellas formas de representar que
consiste en hacer cosas inauditas, sorprendentes, esbozadas, como abocetadas y
el arte conceptual que puede ser cualquier cosa como un montón de ropa sucia,
un plátano pegado con cinta adhesiva en la pared o un vaso de cristal medio
lleno de agua.
En esta ocasión me voy a referir a toda esa pintura que es
figurativa y que de una forma lejana o cercana se pretende representar la
realidad como en una fotografía.
Partiendo de un pintor que ha alcanzado un nivel aceptable
de dibujo y que sus conocimientos técnicos sobre la pintura a utilizar, sea
acuarela, óleo, acrílico, pastel ceras…es más que suficiente, podrá elegir la
forma de representar lo que ve.
DIBUJANTES
Así unos podrán elegir poner especial énfasis en el dibujo,
buscando un correcto contorno, una adecuada perspectiva lineal y una
composición armoniosa.
En general, cuando prima el dibujo, la representación del
color suele ser bastante plana por zonas, sin realizar muchas mezclas de
colores y resuelto en capas delgadas y los motivos representados suelen ser
objetos en “naturalezas muertas”, edificios, calles, ciudades…
COLORISTAS
En el lado opuesto a los dibujantes, están los coloristas
que no se ajustan tanto a los contornos exactos, pero en cambio, en una misma
zona, donde para los anteriores todo es de un solo color, para ellos está
salpicada de pequeños toques y matices de diversos colores y además dichos
colores suelen ser saturados, intensos.
COPISTAS
Los que hemos visitado el Museo del Prado muchas veces,
hemos visto a diversos pintores al lado de su caballete, con paleta y pinceles
en sus manos, frente a cuadros especialmente de Goya, Velázquez y El Greco,
copiando dicha obra lo mejor que podían y hay que saber de algunos que, al
pasar la aduana, han sido retenidos por sospechar la posibilidad de que fuera
una obra robada del museo. Por esta razón, se prohibió a los copistas realizar
su copia al mismo tamaño del original.
Por tanto, diré que en España hay unos magníficos copistas,
con un conocimiento total de los colores y técnicas que usaron los pintores
originales, y con un desarrollo técnico que hace muy difícil distinguir la
copia del original.
REALISTAS
Otros buscan un dibujo y un colorido real de una forma
equilibrada, amparándose en la fotografía, intentando imitarla, pero sin mucha
exigencia. Pueden tomar del natural o bien parten de fotografías.
Aquí unos se esfuerzan en usar la fotografía solo de
referencia y el pintor busca interpretar lo que ve para luego resolverlo en el
lienzo de una forma personal con el pincel, soltando empastes, realzando unas
zonas y subordinado otras, según su criterio y, cuando no hay un criterio
desarrollado, simplemente se copia la fotografía lo mejor posible, pero sin
excesos.
HIPERREALISTAS
Estos son aquellos que nunca han pintado del natural o bien
se buscan el camino cómodo para no complicarse mucho la vida en cuanto a dibujo
y en cuanto a modelo. Aunque este método se usa para cualquier tipo de elemento
a representar, fundamentalmente se usa en el retrato, ante las dificultades que
pueda tener el modelo para posar para el pintor. Esto lleva a muchos a la
creencia de que cuanto más se parezca la pintura a una fotografía más gustará a
la gente y así tendrá más trabajo y mejor fama.
HIPERREALISMO
FOTOGRÁFICO
En algunos casos y llevado a cabo por gente que incluso
adquiere fama, se lleva el tema de imitar a la fotografía hasta el paroxismo,
de manera que la textura lisa de la fotografía se lleva a la pintura, para que
no haya diferencia.
Así, para hacer más cómoda la visión de los detalles de la
fotografía, ésta se resuelve a tamaño natural de los elementos representados o
incluso mayor.
El problema es que estos cometen un error muy grave, y es
pintar aquellos detalles que capta la cámara fotográfica, pero que el ojo
humano es incapaz de captar a partir de determinada distancia y condiciones
lumínicas, bien sea un metro, dos o más, de donde se ha tomado la fotografía.
Me refiero a los poros de la piel, ciertos hilillos de las lanas, textura
exacta de las telas, las arrugas, manchas o granos sutiles de los rostros, los
cabellos, etc.
Sin darse cuenta, trabajando de esta manera, convierten su
arte, que supone creación e interpretación pictórica de lo que contemplan, en
una simple copia. Dicho de manera clara, él que se cree un gran artista por
plasmar un montón de pequeños detalles que no vería a ojo desnudo, se convierte
en un copista.
Se de un pintor, de este estilo, que las fotografías las
hace tan grandes que se ve la trama de puntos de la misma, y justamente él
copia punto a punto. Por cierto, que se enfadó mucho cuando le dije lo que
pensaba de su forma de trabajar.
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