Seguidores

jueves, 24 de julio de 2025

¿CADA UNIVERSO TIENE SU DIOS? 14

 


Una mente mayor: la conciencia multiversal

Para comprender mejor esta idea, pensemos en algo que conocemos muy bien: el cerebro humano.

Nuestro cerebro no es una masa homogénea de pensamiento. Es un sistema altamente especializado y distribuido: una región se encarga del lenguaje, otra del cálculo, otra de las emociones, otra de la creatividad visual o musical. Cada una tiene su función, su manera de procesar el mundo. Sin embargo, no trabajan de forma aislada. Todas están conectadas, comparten información, y contribuyen juntas a una sola conciencia unificada.

Lo mismo podría estar ocurriendo a escala cósmica.

El multiverso, visto así, sería como un cerebro mayor, una mente cósmica en evolución. Cada universo, con su historia única, su configuración de leyes físicas, su expresión singular de conciencia, equivale a una región funcional de ese cerebro. Uno podría estar orientado hacia la exploración de la vida biológica. Otro, hacia la armonía matemática. Otro, hacia la conciencia pura. Otro, hacia la oscuridad y la entropía, necesaria también para el equilibrio del sistema total.

No todos los universos serían iguales, ni tendrían que serlo. Al contrario: la diversidad de caminos permite que el conjunto aprenda más, crezca más, se conozca mejor a sí mismo.

Y así como un ser humano solo alcanza la plenitud cuando todas las partes de su cerebro trabajan juntas, la divinidad multiversal —esta inteligencia mayor en desarrollo— también depende del aporte de cada universo, de cada experiencia singular, para alcanzar una conciencia más rica y completa.

En esta imagen, no hay universos superiores ni inferiores. Todos son necesarios. Todos aportan. Cada uno es un experimento, una posibilidad, una pieza del gran rompecabezas de lo que la totalidad está intentando comprender sobre sí misma.

 

 

No hay comentarios: