El contorno es el conjunto de líneas que limitan un
cuerpo o espacio y que establecen el dibujo propiamente dicho, tal como
vemos en la representación de este jarrón.
Cuando miramos un objeto, lo primero que percibimos
es el contorno. Los niños distinguen los objetos por el contorno pues es
el que define las cosas sin necesidad de colores, ni luces, ni sombras.
Un dibujo se compone solo de dos dimensiones (ancho y
alto) pero normalmente se pretende crear la ilusión de la tercera
dimensión: la profundidad. La sensación de profundidad se expresa de
forma convencional; de igual forma, el contorno también es un artificio
para definir un objeto en la superficie del lienzo o papel.
La ilusión de profundidad puede expresarse por la
línea bien jugando con el grueso de la misma o con el tono. Asimismo, el
negro intenso nos parece estar más cerca de nosotros que el gris claro.
Para los bocetos, apuntes y esbozos, usamos fundamentalmente la línea de contorno como podemos ver en este dibujo:
Observen un paisaje y verán como lo más cercano es más nítido y los colores más intensos. Según vamos observando a más distancia, lo más lejano nos aparece menos nítido. Los contornos y los colores van bajando su intensidad hasta hacerse grises azulados.
Todo lo relativo a expresar o representar la
profundidad se consigue aplicando las leyes de la perspectiva, que
veremos en el artículo siguiente.
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