lunes, 10 de febrero de 2014

LA INCREDULIDAD DE SANTO TOMÁS Caravaggio

Michelangelo Merisi da Caravaggio (Milán 29 de Septiembre de 1571- Porto Ércole, 18 de Julio de 1610), fue un pintor italiano activo en Roma. Nápoles, Malta y Sicilia, entre los años de 1593 y 1610. Es considerado como el primer gran exponente de la pintura barroca.
Creador del tenebrismo o “caravaggismo”, efecto lumínico donde los motivos aparecen fuertemente contrastados con luces intensas y oscuridades profundas.
Según una investigación de David Hockney la causa de ese fuerte contraste fue que usaba la “cámara clara” (un conjunto de lentes que proyectaba la imagen en la pared frontal a una ventana) pues necesitaba mucha luz para verse bien la imagen y de ahí el naturalismo al ajustarse totalmente a los modelos. Por la misma razón no se conocen dibujos preparatorios para realizar las obras, ni siquiera existe dibujo previo en el lienzo, solo una ligeras marcas hechas con el mango del pincel, que le servían de referencia.
La incredulidad de Santo Tomás
Como sucede con las obras de Caravaggio la luz es intensa y se obtiene un claroscuro de fuerte contraste. Cromáticamente pasa del amarillo de la izquierda (túnica de Cristo) al naranja y luego al rojo, por tanto de una forma gradual. El fondo es como negro dada su profunda oscuridad, así toda la atención se centra en el
acto de mirar que está fuertemente iluminado.





En este cuadro la composición está inscrita en un óvalo (en rojo) lo que da sensación de grandiosidad y majestuosidad. La obra está dividida en dos partes, la de la izquierda muy luminosa y la de la derecha más oscura, resaltando así la figura de Cristo.





Las cabezas forman un cuadrilátero romboidal que se divide en dos triángulos (en azul), el superior con el vértice hacia arriba indica estabilidad y grandiosidad y el inferior al estar el vértice hacia a bajo es majestuosidad, reforzando por tanto el sentido general particularizado en las cabezas.





Se consigue una fuerte tensión al dirigirse todas las miradas a un mismo punto (líneas amarillas). Aunque la de Cristo parece más dirigida a la muñeca de Tomás.





Los drapeados de las ropas, especialmente en Cristo, forman un fuerte ritmo lineal (líneas rosas). Evidentemente el centro de interés del cuadro está en la herida de Cristo en el costado, donde se dirigen las miradas y el dedo de Tomás.






El cuadro resulta algo desequilibrado en cuanto a pesos, pues la parte a la izquierda de la línea vertical central, en su conjunto, es más luminosa que la parte derecha.
En resumen es una obra grandiosa representando el tema de la incredulidad de Tomás con todo el dramatismo y la fuerza que requiere el caso, con la teatralidad de los gestos que Caravaggio dominaba.

3 comentarios:

Albada Dos dijo...

Preciosa forma de explicar a Caravaggio. Esta obra roza la perfección.

Un saludo

Sonialópez dijo...

Interesante entrada, gracias por su tiempo :)

Sangil dijo...

Muchas gracias Albada Dos.

También agradecido a Sonialópez por su deferencia.