Napoleón, Hitler, Putin, parece como si cada siglo debiera tener su conquistador, su invasor, un hombre con megalomanía de poder insatisfecha, dispuesto a matar a miles de humanos con tal de satisfacer sus ansias de poder, de dominio, de esclavización, de sometimiento de los demás, al igual que los antiguos dioses, especialmente como Marduk que empezó siendo Yahveh/Jehova, para continuar siendo Ra con la pretensión de obtener la supremacía sobre los demás dioses, para ser el dios supremo del planeta Tierra. Fue el introductor de la guerra en nuestro planeta utilizando a los humanos de guerreros.
¿Hasta dónde llega la soberbia de un humano para pretender ser un dios dominante y dominador?
-Una persona dominante proyecta su energía al mundo y utiliza la razón para alcanzar sus objetivos. Es confiable, tenaz, exigente, orientado al poder y puede ser agresivo en las formas. Aquí están las personas que les gusta decir lo que el resto ha de hacer.
-Siempre tendrá la razón (incluso cuando esté equivocado)
-Le gusta controlar todo
-Sabe manipular a quienes le rodean
-Suele ser una persona autoritaria pero inteligente, para saber cómo convencer a los demás y si no logra convencer lo impone.
-Elegirá por ti
-Dará su opinión, incluso si nadie se la pidió
-Buscará sacar provecho de cada situación
-Busca tener a quién ordenar
-Tiene complejo de superioridad
-Es competitivo
-Es agresivo y exigente
Normalmente estos son los que alcanzan el poder y a los que cuesta arrebatárselo pues le puede costar muy caro a quienes lo intenten.
En cambio quienes pueden alcanzar cierto nivel de poder y no sean dominantes lo perderán en cualquier momento como ha pasado con Pablo Casado.
Espero y deseo que las cabezas pensantes de Europa y Norteamérica, encuentren la forma de dominar a este individuo llamado Putin antes de que nos provoque la Tercera Guerra Mundial y sobre todo y muy especialmente, se evite una guerra nuclear.
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