Desde la desnudez primigenia que ostentaban Adán y Eva, que luego se transformó en una hoja de parra para tapar las partes pubendas, la ropa siempre ha estado asociada al desarrollo de las herramientas, armas y técnicas del hombre.
Se cree que la ropa de la prehistoria fue inventada hace más de 100.000 años, específicamente cuando ocurrió lo que se conoce como la Glaciación de Würm o la Última Glaciación, un período de frío extremo que llevó a los seres humanos a crear ropa para resguardarse del clima.
En esta época también fue necesario que se resguardaran en cuevas a fin de contrarrestar el frío, donde se inventaron también mantas que tenían este fin.
El hombre empezó a utilizar la caza para cubrir dos necesidades al mismo tiempo y desarrollando habilidades y técnicas en ambos aspectos: alimentación y vestimenta.
Después vino el invento del telar, para ello, utilizaban herramientas primitivas que diseñaron especialmente para elaborar ropa, como raspadores, perforadores, punzones y tiras.
Primero, raspaban bien la piel utilizando la boca para sostener por un extremo y las manos para sostener por el otro y al mismo tiempo frotar con algún raspador o piedra. Luego, ablandaban la piel si era necesario con los dientes o alguna otra herramienta elaborada con piedra o madera.
Con el tiempo se fueron desarrollando técnicas cada vez mejores y más rápidas para realizar este proceso, además del tejido y la costura para crear no sólo ropa para el cuerpo, sino también para las casas y las camas.
Se dice que fue en el Paleolítico (2 millones a.c. hasta 13.000 a.c.) donde se crearon las primeras ropas. Fue en esta época donde la ropa era sumamente rudimentaria, igual que las armas inventadas para cazar y también para confeccionar la vestimenta.
La ropa la diseñaban con piel de animales, la cual incluía un proceso de raspado y curado, y hasta de ablandado si resultaba muy dura, a fin de que quedara una piel suave y flexible que se ajustara al cuerpo.
En el período conocido como Mesolítico (13.000 a.c. hasta 8.000 a.c.), el clima comenzó a mejorar y ser más estable, lo que permitió a los seres humanos desarrollar habilidades en el campo de la costura y confección de ropas para el cuerpo.
Aunque no se han conseguido pruebas del uso de telas elaboradas, sí se podría decir que usaban las mismas pieles del período anterior, pero esta vez logrando cocerlas entre sí y diseñar una vestimenta más ajustada y más ligera.
Posteriormente, en el período conocido como Neolítico (8.000 a.c. hasta 3.000 a.c.), se desarrollan técnicas de agricultura y también herramientas para la cosecha.
Además, se inventa la rueda y se empieza a utilizar las fibras vegetales a fin de tejer telas como el lino, la cual fue una de las mejores inventadas en aquella época. Otro de los tejidos importantes de aquella época fue la lana, la cual no se desarrolló en Europa sino hasta la Edad de Bronce.
La ropa en la prehistoria jugó un papel importantísimo en la existencia del ser humano, cubriendo sus cuerpos desnudos a fin de brindarles protección del frío y los climas más templados. Además, les servía para no resultar tan vulnerables ante ataques animales o de otros humanos, lo cual les dio acceso a zonas de la tierra donde antes no habían podido vivir, zonas gélidas y con presencia de animales salvajes enormes.
Por otro lado, la ropa en la prehistoria no solamente sirvió para proteger del frío a los seres humanos que habitaron la tierra en esas épocas, sino que también comenzó lo que conocemos como la moda hoy día.
Es decir, se le dio a la ropa un uso ornamental y decorativo aparte del principal uso que era proteger, lo cual les permitió empezar a diferenciar entre una clase de persona y otra. Con este fin, se diseñaron distintos modelos de vestimenta de acuerdo al sexo, al clima e incluso de acuerdo a la clase social.
Así, en cada país se desarrolló la industria del tejido que se realizaba con los telares. En España se centró especialmente en Cataluña Lo que provocó el desarrollo industrial de la región y la inmigración de gentes de otras regiones especialmente desde Andalucía.
La revolución industrial no tardó mucho en llegar en Cataluña, primer territorio dentro del estado español, después que en el siglo s.XVIII empezará a desarrollarse en Inglaterra. Según nos recuerda la historia, llegó en Cataluña el 1832. Y, la industria textil, fue uno de los sectores punteros dentro de ella.
Aun así, a mediados del siglo XVIII ya encontrábamos en Cataluña un importante cúmulo de fábricas de indianas, dedicadas a la estampación de tejidos ligeros. A lo largo del siglo, las máquinas de indianas desarrollaron la mecanización de la industria textil. Pero, como pasó en Inglaterra, fue la producción de algodón dentro del sector lo que le dio un toque modernizador.
El sector de la industria textil, fue uno de los campos líderes dentro del proceso de industrialización. Y es que, aún hoy en día, los productos textiles son unos de los más vendidos a nivel mundial.
A finales del siglo XX vino la deslocalización que significa que las fábricas se trasladaron a zonas donde la mano de obra era baratísima como China e India y en lo referente a la industria textil especialmente en India donde por salarios miserables y condiciones de trabajo también miserables, se confeccionan las prendas que luego venden las grandes marcas o grandes establecimientos, se llamen Dior, Saint Laurent, Gucci, Louis Vuitton, EL CORTE INGLÉS o ZARA. Es cierto que llegaron a un acuerdo, cuando se hundieron algunas fábricas en 2013 en Bangladesh y se descubrió su truco, así crearon un pacto llamado de Utthan, dignificando las condiciones de trabajo, pero hay muchas fábricas que no están en ese acuerdo y la “dignificación” tampoco es como para tirar cohetes.
Podemos imaginar o tal vez no, los márgenes tan brutales con los que trabajan las grandes firmas de la moda. Así que cuando nos encontramos prendas de vestir relativamente baratas no olvidemos que son fabricadas en India y que por ello son baratas y que si se fabricaran aquí nos costarían más pero daría trabajo y bajaría la cifra del paro. Alguna de estas marcas luego regala a nuestra sanidad costosas máquinas que sin duda vienen muy bien, pero en vez de montar fábricas textiles aquí, la mayoría de sus prendas se las fabrican en India y luego queda muy bien su imagen con estos regalos y la publicidad que le dan, además de los descuentos que eso supone en sus cuentas con Hacienda.
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