Me resulta muy curiosa la forma en que reaccionan las personas, en las redes sociales, ante las cosas que cada cual coloca en su muro o en otros perfiles/muros. Es evidente que cuando se trata de textos sobre diferentes temas, naturalmente solo responderán a esa publicación aquellos que sientan cierta afinidad por el tema o bien cuando no están de acuerdo en absoluto con lo que se diga y, en tal caso, comentarán con indignación, llegando algunos al insulto.
Lo cierto es que en general se lee poco y por tanto cuando pones un texto que supere las cinco líneas, ya habrá pocos dispuestos a leer y algunos ni a eso llegan, pues les parece demasiado. Esto lleva a las redes a facilitar la no lectura ni escritura para que la gente permanezca en las mismas.
Resulta más sencillo ver fotografías, sean correspondientes a cuadros pintados o bien correspondientes a paisajes o personas, pues no hay que hacer el esfuerzo de leer sino simplemente mirar y pasar a la siguiente foto. Igual resulta con los vídeos que cada vez es necesario hacerlos más cortos en su duración, para que los espectadores estén dispuestos a visualizarlos, por lo que ahora el éxito no lo tiene “Youtube” sino “Tik-tok”, pues su duración suele ser inferior a dos minutos. Todo esto está derivando en que hay un porcentaje de gente muy alto, que no es capaz de mantener su atención sobre un texto, foto o vídeo, más allá de los dos minutos, o los 280 caracteres de twiter, que es lo que la inmensa mayoría de la gente es capaz de leer, lo que hace mermar sus capacidades para el aprendizaje. Especialmente afecta a los jóvenes, lo que dificulta muchísimo su principal obligación en las escuelas que es formarse para afianzar su futuro.
Esta es la llamada “Revolución Digital” que dadas estas formas de reaccionar yo le llamaría “Regresión Digital”
Vemos como las redes, facilitan la “no escritura” mediante emoticones, sticks y frases hechas, para que el usuario no tenga mucho que pensar ni dedicar tiempo a responder a las publicaciones de otros, aunque aún así, mucha gente es reacia a poner un simple ME GUSTA o un stick o emoticón, de manera que el autor de la publicación no puede saber hasta donde ha gustado o no su publicación, dada la prisa o la vagancia de sus potenciales lectores/espectadores. Esto redunda al final en la falta de deseo por publicar algo, por la sensación de indiferencia de lectores/espectadores que deduce el autor.
Pero con todo esto tan poco positivo de las redes sociales, lo realmente trascendente e importante es la proyección a futuro de esta forma de reaccionar y comportarse, pues si de esta forma no se estimula a la lectura sino todo lo contrario y sin embargo se induce a una corta permanencia de atención en cualquier cosa que se presente. En el futuro lo que tendremos es un aumento progresivo de analfabetos, lo que conducirá a la idiotización de la sociedad y aunque en principio todavía quedará alguien formado y dispuesto a publicar, ante la expectativa de la idiotización de la mayoría, llegará un momento que estos últimos nada publicarán por falta de estímulo y llegados a este punto hasta la gente inteligente, formada y creativa, también se idiotizará y así las élites, los políticos y los comerciantes estarán muy contentos, pues todos llegaremos a ser un rebaño fácilmente manejable.
Que a nadie se le olvide que una vez dejada la escuela, la forma más segura de seguir aprendiendo es a través de la lectura y el estudio personal, y luego meditar sobre lo leído, cuestionando si lo que dice el autor es creíble, posible, probable o bien es una gran mentira, una perogrullada o un adoctrinamiento. Es necesario desarrollar nuestro sentido crítico, pero por el camino que vamos creo que no tendremos ni sentido.
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