miércoles, 20 de agosto de 2008

INTERPRETAR LA REALIDAD


Ningún pintor, ni tan siquiera los hiper-realistas, representan lo que ven como una fotografía y hay que considerar que ni tan siquiera la fotografía representa la realidad tal cual es, por la sencilla razón de que todos estamos limitados.

La fotografía está limitada en al menos tres aspectos:

Color: el espectro reproducible depende de la paleta de colores que es capaz de reproducir. Por los productos químicos, en el caso de la antigua fotografía color, y por los sistemas electrónicos y tintas en la moderna fotografía digital, dependiendo si la vemos a través de pantalla o impresa en papel.

Contraste/Brillo: en las reproducciones en papel, el blanco más intenso es el blanco del papel y en pantalla, el blanco más luminoso, nunca alcanza la intensidad de la luz sea solar o con lámparas.

Resolución: los sistemas ópticos, salvo los de alta calidad, poseen una resolución muy limitada e incluso con aberraciones en forma y color, y luego está la correspondiente a los sistemas de reproducción en papel, sin olvidar los más o menos píxeles en las modernas técnicas digitales. En fotografía la mejor resolución se obtiene con las diapositivas.

En el caso de las personas cada uno de nosotros tenemos nuestras limitaciones genéticas y las que se derivan del mayor o menor entrenamiento en el campo de la observación.

Pero además de nuestra capacidad de observación, hemos de añadir que nuestra visión es subjetiva pues sufre importantes influencias emocionales que modifican nuestra percepción de la realidad alterando la forma, el color y los contrastes de luz o tonos. Así unos verán los colores más saturados que otros e incluso más tendentes a un determinado color, también el brillo y contrastes serán distintos según que personas. En lo que respecta a la forma hay alteraciones en la visión que hacen ver las verticales algo inclinadas o bien algo desproporcionadas en las medidas y si pasamos de la percepción a la interpretación nos encontramos con todo el subjetivismo humano tanto consciente como inconsciente. En el subjetivismo inconsciente están nuestras emociones que nos llevarán a una interpretación muy personal de lo observado sin que nos demos cuenta de ello hasta que tengamos terminado o casi terminado el trabajo. El subjetivismo consciente nos lleva a desarrollar una manera de interpretar la forma, el color y los contrastes de una manera premeditada para crear unos efectos previstos y deseados para mostrar nuestra particular manera de hacer.

En la famosa pintura de Vincent van Gogh LA IGLESIA DE AUVERS podemos apreciar la importante diferencia entre la foto y su cuadro tanto en forma como en color. El resultado de esta obra ¿es producto del subjetivismo consciente o inconsciente?

1 comentario:

Andrés Rodríguez Morado dijo...

Man Ray fotografiaba lo que no deseaba pintar, las cosas que ya tenían su existencia.
Qué interesante el blog.