viernes, 27 de marzo de 2020

LA ENFERMEDAD, LAS CATÁSTROFES, LA HUMANIDAD Y LOS MILAGROS



Antes de comenzar el tema, quiero dejar claro que yo no me considero en posesión de “la verdad absoluta”, solo tengo mi verdad, en la que yo creo, y por tanto respeto todas las creencia y verdades de los demás, incluso aquellas que no comparta, pero os comunico lo que yo pienso por si a alguno os sirve. Lógicamente admito que no estéis de acuerdo conmigo y leeré con respeto vuestros argumentos que refrenden vuestra posición en este tema.

La creencia general es que cuando sucede algo bueno es porque ha intervenido Dios y cuando sucede algo malo es porque se inhibe o bien, por castigo, ha dejado rienda suelta al demonio.

Siempre respetando las creencias de todo el mundo y hablando desde mi personal punto de vista, para mí, Dios no es un padre más o menos antropomórfico que está ahí pendiente de nosotros, los terrícolas, para cuidar de nosotros, pues si fuese así lo está haciendo fatal, por las enfermedades, pandemias, terremotos, tsunamis, incendios, lluvias devastadoras, sequías, tornados, rayos, accidentes varios individuales y colectivos, accidentes de tráfico terrestre, marítimo y aéreo, los acosos, ataques y abusos de los canallas sobre la gente normal, incluso de los curas, guerras, etc. Todos estos sucesos ocurren porque según el programa del Universo, cuando coinciden una serie de factores o parámetros se provoca un suceso determinado tal como sucede con la lluvia o la nieve, cuando explota un volcán o se produce un tornado.

Por tanto, Dios Creador es otra cosa muy diferente, como ya he explicado en otras ocasiones y para mi entender, no hay más Dios que el Creador con su programa, y lo demás es fruto del programa que inició todo y que sigue funcionando, cumpliendo lo programado que vemos en el UNIVERSO y en nuestro planeta Tierra que son esas leyes naturales con las que funciona la Naturaleza. No hay escuchas, propiamente dichas, ni intervenciones puntuales de ningún tipo, no influyen sobre la Naturaleza global los rezos, la peticiones, los sacrificios, la procesiones, ni cualquier otra manifestación de tipo religioso, la sumisión o adoración le dejan absolutamente indiferente. Sin embargo, cualquier tipo de manifestación de este tipo si influye en la psique de cada individuo y si se hace en grupo, la influencia es sobre la psique colectiva por pura autosugestión y esto puede cambiar nuestra actitud y comportamiento y por tanto, al cambiar las acciones de la gente, cambiará el entorno.


Todo el mundo ha oído hablar de los milagros de las Vírgenes de Lourdes, Fátima, Guadalupe, Luján, Caridad del Cobre, Divina Providencia, etc. y hablo solo de la Iglesia Católica, pero en las demás religiones también tienen sus santos milagrosos. Empecemos por afirmar de manera rotunda que LOS MILAGROS NO EXISTEN, pero suceden cosas que no sabemos explicar y entonces, cuando no hayamos una explicación racional nos vamos a lo irracional y decimos ¡¡MILAGRO!! Luego se lo podemos achacar al dios, virgen o santo que queramos, aunque ninguno ha intervenido de manera directa, pero si de forma indirecta, pues en nuestra programación cerebral tenemos una capacidad única que consiste en que aquello en lo que creamos de manera intensa y que ponga en marcha emociones intensas y potentes, provoca en nuestro organismo una respuesta en relación a nuestros deseos y es entonces cuando se produce el milagro, especialmente si es sobre nuestro propio cuerpo, pero también podemos transmitir esa intensa emoción sobre otros para influir sobre su mente y por tanto sobre su organismo. Estoy hablando de curaciones inexplicables por la ciencia actual que solo ve lo de fuera.



También puede darse el caso de gente con una capacidad especial para exteriorizar su energía y que, incluso, la puede hacer viajar, curando por tanto a distancia, aunque la forma más factible es, mediante el Viaje Astral del individuo con esta capacidad, hasta el lugar donde está la persona a curar.

Este mismo poder que tiene nuestra mente para curar, lo tiene para enfermar, y lo peor es que casi siempre se enferma de manera inconsciente, pues sabido es que, la depresión, preocupaciones, miedo y todo tipo de estados anímicos negativos hacen bajar el nivel de nuestro sistema inmunológico y por ello se puede dañar aquel órgano que tengamos más débil y así aparecen las enfermedades, incluido el cáncer. También cuando nos sentimos culpables de algo o por algún motivo no nos ilusiona seguir viviendo, podemos suicidarnos psicológicamente y nuestra mente provocará un daño grave, en alguno de nuestros órganos, que puede llevarnos a la muerte.

En resumen, dependemos más de nosotros mismos de lo que podamos creer y, desde luego, si nuestro tiempo y esfuerzos los dedicaremos a reforzar nuestra confianza en nosotros mismos y en desarrollar nuestro potencial, en vez de esperar que vaya a venir dios alguno a resolvernos nuestros problemas, otro gallo nos cantaría. Hay muchos refranes que nos lo dicen: a Dios rogando y con el mazo dando, ayúdate y te ayudaré, a quien madruga Dios le ayuda, a quien labora Dios lo mejora, Dios castiga sin piedra ni palo.



Lo que si es cierto es que nuestras acciones, todas, tienen una repercusión, pues a una acción hay una reacción. Así, si tratamos bien a todo el mundo y les ayudamos en sus problemas, lo más natural será que cuando nosotros tengamos un problema, lo más probable es que los demás nos ayudarán, en cambio, si tratamos mal a los demás, no podremos esperar que los demás nos traten bien, aunque a todo siempre hay excepciones.

Lo natural y lógico sería que nos preocupáramos por desarrollar al máximo nuestras capacidades que nos ha dado el Dios Creador, el Universo o la Naturaleza, como lo queramos llamar, y por consiguiente que usemos esas capacidades en beneficio nuestro y de los demás, sin egoísmos idiotas, respetemos todo lo que existe desde el Universo, el planeta, los demás humanos y las hormigas, no destruyamos por destruir, por miedo, por ignorancia o por cualquier otra razón irracional, en cambio construyamos a nuestro alrededor todo lo que nos gustaría tener, como una magnífica relación con nuestros semejantes y no nos olvidemos que recogeremos lo que sembremos.

                                        

Cosa aparte son las pandemias que los amos del mundo se dedican a propagar para su beneficio a costa nuestra, sin importarles nuestro sufrimiento.

4 comentarios:

Nieves Rojas dijo...

Hola amigo, cuando expresas tu parecer es bastante acertado, solo quiero agregar que estando en lo cierto en todo lo que dices no es una verdad absoluta porque cuando se toca el tema de la existencia de Dios, entran todas las religiones que de todas hay falacias pero contradictoriamente hay algo de razón porque sino no se sostuvieran en el tiempo. Por ejemplo el concepto de Dios que no tiene nombre especifico, tiene muchos para ser referido por el hombre y no tiene ninguno que lo defina en cuanto lo limite. Y en cuánto a milagros se refiere entiendo a los hechos increíbles que escapan de explicación científica y que no queda más que adjudicarselo a lo sobrenatural y por no ser entendible con el razonamiento humano si cabe Dios, yo en lo particular tengo tan adjudicado el chip de la concepción de Dios que no puedo entender su no existencia y he explorado varias religiones y filosofías y siempre caigo en lo mismo, en la creencia de Dios.

Pedro Mateos dijo...

Estás hecho todo un filósofo, amigo Antonio, un pensador del universo que no para de darle a la mente. Pero pensar es bueno. Y sí, milagroso es todo aquello que no entendemos como normal, que se sale de lo normal y no entendemos o nos asombra.

Sangil dijo...

Querido y admirado amigo Pedro, agradezco tu comentario y ya sabes que soy aprendiz de todo y maestro de nada por lo que siempre busco algo nuevo que aprender. Un abrazo.

Sangil dijo...

Estimada amiga Nieves Rojas, ciertamente el tema del nombre de la Divinidad, según la religión elige un nombre o como hace el cristianismo se le denomina con el nombre genérico DIOS, aunque algunos aseguran que tiene muchos más nombres secretos y que solo ellos conocen. Para mi todo eso son especulaciones pero lo cierto es que después de tantísimos millones de años desde el Big-Bang no tenemos conocimiento de que es Dios, solo podemos ver los efectos pero no la causa. Gracias por tu comentario.