Como ha podido verse, con mis artículos precedentes, si relacionamos lo que sabemos de cada partido con sus colores y nombre o denominación, pretenden hacernos creer que tienen una ideología en la cual debemos creer ciegamente como sucede a una mayoría de gente con las religiones, aunque cada uno nos cuentan una cosa.
Tal como sucede con las religiones, ni siquiera entre ellos están de acuerdo, ni en sus creencias ni en lo que deberían transmitirnos a los demás para captarnos, por tanto no son creíbles ninguno de ellos.
No son capaces de hacer lo que dicen ni lo que prometen, ninguno, por lo que claramente se deduce que no existe tal ideología sino que es pura mercadotecnia y que de acuerdo con las tendencias de cada grupo o nicho de población, los políticos definen su partido para captar ese nicho.
Al político de verdad, al que sobresale, le domina la ambición y todos sus esfuerzos están dirigidos en ese sentido, satisfacer su ambici ón y lo que hacen en favor del ciudadano es lo imprescindible para que les votes, no para beneficiarlo ni por el país.
Todos sabemos que hay políticos que cambian de partido, cuando ven pocas posibilidades de que les den un cargo en el que están y cambian a otro para ver si lo consiguen. Esto nos dice cuales son sus creencias y aspiraciones: tener un cargo importante, mandar, tener poder para conseguir dinero y estatus. El partido como tal, simplemente, es una máquina de conseguir votos.
En los partidos solo unos pocos trabajan de verdad, los que tienen ideas, el resto están de bulto para cuando hay que votar en el Congreso de los Diputados y luego van algunos y encima se equivocan al votar.
El político que realmente tiene aspiraciones de hacer cosas en beneficio de los ciudadanos y de su país, es el que al cabo de un tiempo dimite y se va de la política, pues se da cuenta de que llevar a cabo sus planes es absolutamente imposible, ya que aunque logre convencer a sus compañeros de partido, para trabajar en esa dirección, debido a los poderes fácticos, será imposible llevarlo a cabo, pues quienes realmente gobiernan no se presentan a las elecciones y son los que dicen a los políticos lo que pueden hacer y lo que no, ya sabéis, la banca, las grandes empresas, las multinacionales, las eléctricas, las petroleras…en definitiva el capital, los grandes magnates del planeta.
Como siempre, respeto cualquier creencia o convicción de cualquier persona, pero yo reflexiono y analizo las cosas, llegando a estos resultados.
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