Esta nave espacial viaja alrededor del Sol a una distancia media de unos 150 millones de kilómetros, completando una órbita cada 365,2564 días solares, o un año sideral. La nave tarda 24 horas (un día solar) en completar una rotación sobre su eje. La velocidad orbital de la misma es de aproximadamente 29,8 km/s (107.000 km/h), que es lo suficientemente rápida como para recorrer el diámetro del planeta (12.742 km) en siete minutos, o la distancia entre la nave y su satélite llamado Luna (384.000 km) en cuatro horas.
El nombre de esta nave espacial, Tierra, viene del latín Terra, deidad romana equivalente a Gea, diosa griega de la feminidad y la fecundidad.
La nave espacial Tierra se construyó hace aproximadamente 4.550 millones de años y la vida surgió unos mil millones de años después. Es el hogar de millones de especies, incluidos los seres humanos y actualmente el único cuerpo astronómico donde se conoce la existencia de vida. Las propiedades físicas de la Tierra, la historia geológica y su órbita han permitido que la vida siga existiendo. Se estima que seguirá siendo capaz de sustentar vida durante otros 500 millones de años, ya que según las previsiones actuales, pasado ese tiempo la creciente luminosidad del Sol terminará causando la extinción de la biosfera.
En esta nave espacial viajamos millones de especies animales y vegetales y 7.953.147.018 de seres humanos, el día 11/junio/2022, y debemos tener en cuenta que la población crece más de 100.000 personas anualmente.
En cualquier nave aérea, marítima o terrestre hay un grupo de personas que son los tripulantes, uno de los cuales es el piloto, el que controla y dirige la nave, también hay un copiloto y otros son los auxiliares y luego está el pasaje. Todos los tripulantes hablan el mismo idioma para poder entenderse y se ponen de acuerdo para llevar la nave a su destino en las mejores condiciones para el pasaje y para ellos, pero todos entienden que su trabajo está al servicio del pasaje.
Las naves se cuidan al máximo y sufren periódicamente una serie de chequeos por parte de los técnicos especialistas que se ocupan del mantenimiento de la misma y se efectúan las correcciones necesarias para que la nave funcione correctamente, no se deteriore y de sus máximas prestaciones a los pasajeros.
Sin embargo en esta nave llamada Tierra hay multitud de pilotos y cada uno tiene sus auxiliares propios. No todos hablan el mismo idioma y se empeñan en querer imponer a los demás el suyo. No hay forma de que se pongan de acuerdo para dirigir la nave y menos aún que su principal preocupación sea el pasaje. Parece que nadie se ocupa del mantenimiento de la nave Tierra sino más bien todo lo contrario, algunos viajeros que se consideran muy importantes, no les importa deteriorar la nave de manera progresiva y continua con tal de ganar mucho dinero, tanto que nunca podrá gastarlo, solo por el afán de acumularlo pues eso le da poder. El problema es que nadie, ni siquiera los pilotos son capaces de pararles los pies pues ellos están enzarzados en otras luchas de poder y entre los unos y los otros podrían llegar a destruir la nave, hacerla desparecer, desintegrarla.
Este comportamiento tan irracional es, paradójicamente, mayor en su gravedad, en los entornos presumiblemente más avanzados en poderío económico, científico y técnico, cuando debería ser justo al contrario. Parecen todos enloquecidos, donde su único objetivo es obtener el máximo de dinero y poder para dominar a los demás, sin importarles destruir la nave, sus gentes y todo su contenido.
La nave viaja sin parar y, el contenido -humanos, animales, vegetales, etc.- van aquí viajando durante toda su existencia sin posibilidad de escapar de ella y en vez de preocuparse de tener un viaje feliz, parecen obsesionados con buscar las diferencias entre ellos para odiarlos, sean la lengua, el color de la piel, la raza, la religión o creencias, la ideología política, el estatus económico-social, o simplemente la forma de pensar o de entender la vida. Parece que se les olvida que no tienen más remedio que convivir entre ellos, pues de esta nave no pueden escapar, ya que en realidad es su hogar. Luego hay gente tan violenta que es capaz de matar a sus congéneres por cualquiera de esas diferencias que se empeñan en remarcar, siendo peores que los animales propiamente dichos.
A pesar de la corta existencia o duración de la vida de cada uno de los humanos, tienen otra obsesión tremenda como intentar por todos los medios convencer a los demás de su manera propia de pensar, sus creencias y forma de ver el Universo, y si no lo logran, entonces se lo imponen por la fuerza, llegando en algunos casos a matar a miles de personas por esa causa. Así hay ataques personales, peleas, atentados y se llegan a organizar guerras de unas zonas de habitantes contra otras, utilizando armas muy sofisticadas de destrucción total para imponer a los supervivientes sus ideas y aplicar el dominio sobre ellos.
Toda esta gente que viaja en esta nave, parece no ser consciente de que dicha nave es solo un punto insignificante e invisible a cierta distancia que navega en un espacio sideral cuasi infinito, en el cual, fuera de nuestra nave, nadie sabe de nuestra existencia, y no se explica racionalmente que seamos tan ignorantes, tan idiotas y tan prepotentes.
Más adelante os iré contando algunas de las formas en que se organizan y como funcionan ciertas entidades, aunque me temo que os dejarán horrorizados.
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