Perdonadme que os hable como si fuerais marcianos pues sé que casi todo lo que digo lo sabéis de sobra, pero igual que yo no pienso en estas cosas todos los días, creo que vosotros tampoco y puede que haga mucho tiempo desde la última vez que algunas de estas cosas pasaron por vuestra mente, tal como me pasa a mí y por ello, al reflexionar sobre ellas, he considerado que os vendría bien recordarlas.
En esta nave espacial, como ya dijimos, unos mil millones de años después de la creación del Universo, nació la vida, y la vida no es estable y en ella se producen muchas transformaciones y también disfunciones que pueden hacerla peligrar. Mientras estas disfunciones no son importantes no hay problema para ella y entonces decimos que tiene buena salud, en caso contrario hablamos de enfermedad. Todos los animales tienen “sus trucos”, como masticar ciertas hierbas o frutas, para paliar la enfermedad y transformarla en salud y los humanos fueron desarrollando métodos y maneras para logar este objetivo; a estos métodos se le llamó medicina.
El nacimiento de la medicina lo sabemos por los descubrimientos arqueológicos primitivos y de civilizaciones antiguas, y estos se expresan tanto en escritos como en hallazgos materiales, numerosas pruebas del uso de preparados botánicos, animales y rituales para buscar el alivio de la enfermedad.
La medicina natural encuentra sus bases en Hipócrates (460 a 370 AC), médico de la antigua Grecia, considerado padre de la medicina. El principio fundamental de la medicina hipocrática es el poder curativo de la naturaleza, que viene a resaltar la capacidad innata del cuerpo para curarse.
Tras la caída de las grandes civilizaciones antiguas y la llegada del oscurantismo de la Edad Media. La medicina y su estudio, quedo únicamente reservado para la iglesia y unos pocos privilegiados.
No es hasta el siglo XIX con la irrupción de Pasteur, que la medicina se regirá básicamente por los principios Hipocráticos de tipo más “naturista”. Pasteur determinó gracias a sus investigaciones al microscopio, que las enfermedades eran causadas por microorganismos. Sus investigaciones fueron caudales para la humanidad y se consiguieron curar muchísimas enfermedades pandémicas en épocas como la del cólera. Fue por tanto, a partir de Pasteur que el foco de la medicina se pondría en lo “micro” y en los agentes patógenos, y se dejaría de contemplar la globalidad de la persona.
En el mismo siglo y de forma contemporánea a Pasteur, encontramos a Claude Bernard afirmando que la enfermedad no sólo depende del agente patógeno, sino que el mismo microorganismo en diferentes terrenos o personas puede causar, o no, la enfermedad. Bernard afirmó, por tanto, que lo importante es el medio interno, y devolvió la importancia a la medicina con visión holística e individual para los tratamientos.
El sistema de salud y asistencia sanitaria, es una organización y el método por el cual se provee la asistencia sanitaria a los viajeros de esta gran nave espacial pero dependiendo de cada país, se organiza de diferentes maneras, teniendo diferentes niveles de calidad y cubriendo diferentes supuestos e incluso en muchos países es inexistente.
Los sistemas sanitarios son producto de la historia y de la cultura de las sociedades en que se desarrollan, y expresan los valores predominantes en las mismas, así la medicina oriental es muy diferente de la medicina occidental. Estos sistemas se dedican a la prestación de servicios sanitarios, principalmente a la prevención y a la atención clínica.
Hay dos sistemas diferenciados de salud, una de carácter público y otro es privado.
La asistencia sanitaria universal, o sanidad pública se corresponde con la asistencia sanitaria completa de todos los residentes de un país o región geográfica o política sin importar su capacidad económica o situación personal, esto incluye también la asistencia sanitaria universal a inmigrantes o migrantes. La asistencia sanitaria universal responde a la demanda del derecho a la salud, y nos lo venden como la aceptación universal de los derechos humanos, aunque las razones sean otras hábilmente enmascaradas.
Es evidente que la salud es fundamental para que los esclavos puedan rendir en su trabajo y es necesario mantenerlos vivos el máximo tiempo posible hasta su jubilación, especialmente cuando tienen muchos años de experiencia en su trabajo, difícilmente sustituible por un novato que necesitaría de un aprendizaje y hasta pasados unos años no se lo podría sacar el mismo rendimiento. Evidentemente una vez jubilados se les considera una carga económica y esto produce grandes controversias entre diferentes ideologías.
Aunque aparentemente la sanidad pública es gratuita, la realidad es que si miramos todos en nuestra nómina, veremos una casilla en la que queda reflejada nuestra aportación a la Seguridad Social. Con esta aportación de cada asalariado, gane mucho o gane poco, se paga y mantiene el sistema de salud, la prestación por desempleo y los posibles cursos de formación a los desempleados. Esto sí que es rizar el rizo, pues evidentemente todo lo pagamos los esclavos, nada se nos regala. Por nuestro trabajo se nos paga un salario que como mínimo se corresponde con una producción del doble de valor. Del salario que se nos paga, se descuenta la cuota de la S.S. y el llamado IRPF (Impuesto de la Renta de Personas Físicas) que, dependiendo de los ingresos, estos descuentos pueden llegar a más del 50 % si no estoy mal informado. Así que de gratis nada. Remarco: EL ESTADO PUEDE LLEGAR A RETENERTE HASTA MÁS DEL 50 % DE TUS LEGÍTMOS INGRESOS.
Solo en el continente europeo la sanidad universal es un derecho ampliamente reconocido por la mayoría de países.
Luego está la Asistencia Sanitaria Privada, una al alcance de mucha gente que tenga un buen salario, pagando unas cuotas mensuales, lo que significa pagar dos sistemas de sanidad a la vez, y otra solo al alcance de los ricos.
No obstante tengamos en cuenta que las supermáquinas de diagnóstico y de ciertos tratamientos, dado el alto costo de las mismas, no están al alcance de las clínicas privadas, en cuyo caso utilizan las pertenecientes a la Sanidad Pública y a la inversa, cuando para ciertos casos, la Sanidad Pública no dispone de posible asistencia a los pacientes por diversas causas, saturación de citas, disponibilidad de aparatos, etc. al paciente se le deriva a la Sanidad Privada, pagando la Seguridad Social dicha asistencia.
Así que existe una simbiosis entre los dos tipos de sanidad, propiciada especialmente por la derecha política que restringe gastos en la Sanidad Pública, cerrando servicios e incluso hospitales, disminuyendo el número de sanitarios, etc. derivando a los pacientes a la Sanidad Privada. Con este método se favorece al capital desde el estado: por una parte hace una rebaja de impuestos para así ganar votos, cuando esta rebaja a quienes favorece realmente es a las rentas más altas, a su vez elimina el gasto de la adquisición de costosas máquinas a la Sanidad Privada a la vez que aumentan sus ingresos por asistir a muchos más pacientes y, simultáneamente, se ahorran gasto de los presupuestos del estado para compensar la disminución de los ingresos que supone bajar los impuestos.
Como vemos, la Sanidad, depende muy mucho de las ideologías políticas o más bien de los intereses que realmente representan y defienden los partidos políticos. Muchas veces las cosas no son lo que parecen.
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