Esta es una de las obras de la exposición LA ALQUIMIA, LA PINTURA, LA ESCULTURA
Los colores fundamentales por los que pasa la materia hasta alcanzar la Gran Obra son el blanco, el negro y el rojo, el agua la podemos representar por el color azul, el aire es invisible pero perceptible al modularse los colores. La piedra filosofal es roja y con ella conseguimos transformar el plomo en oro. El alquimista, el artista, no puede ver el derroche de energías que fluyen en la materia para transformarla y convertirla en el polvo de proyección que convertirá el plomo en oro, pero el artista lo ha percibido, lo ha sentido y así lo expresa en esta obra añadiendo algunos colores de transición.
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