El sistema operativo, con el que nacemos, nos viene de serie y es el que permite que vayamos incorporando los diferentes softwares que nos ayudarán a aprender a realizar tareas diversas, aunque ya traemos cierto software para el funcionamiento automático del cuerpo y ciertas características que nos harán responder de mejor o peor manera a los diferentes estímulos que nos llegarán por los periféricos (los sentidos).
Un programa es un conjunto de órdenes que indica a la CPU (central processing unit) (Unidad Central de Procesos) las operaciones que debe hacer y en que orden. El resultado de las operaciones que realiza la CPU, que son operaciones matemáticas en sistema binario (unos y ceros) pueden terminar y desembocar simplemente en encender una luz, hacer aparecer una letra en una pantalla o monitor, pero también hacen escribir en un determinado formato, capturar una imagen, modificar la imagen, montar una placa electrónica, pintar un coche, etc. etc.
Aquí ponemos un diagrama de flujo, como los que se utilizan normalmente, para crear un programa que prepare una limonada.
CREACIÓN DE PROGRAMAS
Pensemos en el bebé que tiene solo días de existencia y por tanto no tiene control de nada y mueve los brazos de manera errática e impulsiva, como quien dice ¿qué puedo hacer con mis brazos? Y los mueve pero sin control alguno, así como las piernas, los ojos, la boca, con la que solo sabe emitir sonidos como el lloro.
Al bebé se le suele poner, en la cuna, algún elemento colgado que esté al alcance de su área visual y de sus brazos. De esta forma aprende a controlar los ojos para fijarlos en el objeto. Así mismo le entran deseos de cogerlo y comenzará a mover sus brazos de forma impulsiva y errática sin alcanzar el objeto. A base de repetir movimientos intentándolo, verá que hay momentos en que está más cerca de alcanzar dicho objeto; de esta manera se irá acercando hasta que lo consiga. Repitiendo muchas veces esos movimientos llegará un momento en que conseguirá coger el objeto cuando quiera, realizando el movimiento preciso sin titubeos ni errores. Entonces ya tendrá grabado y terminado su programa COGER.
De igual manera aprende a andar, primero a gatas y luego poniéndose de pié. Le supondrá muchas caídas y golpes, pero repitiendo y corrigiendo, logrará grabar en su disco duro el programa ANDAR, repitiendo lo perfeccionará y llegará un momento en que lo realizará de forma automática solo con desearlo. Ya no tendrá que pensar en lo movimientos necesarios de ponerse de pie, guardando el equilibrio, y luego mover alternativamente las piernas hacia adelante. Todo eso ya lo tiene el programa y al ejecutarlo lo realizará de manera automática, inconscientemente, sin pensar en ello.
EL PROGRAMA ANDAR
1. Ponerse de pie
2. Mantener el equilibrio. En principio se sujeta con las manos a sillas, mesas y paredes
3. Adelantar una pierna sin caerse
4. Adelantar la otra pierna sin caerse
5. Repetir este movimiento hasta llegar a destino
6. Si se cae, vuelve al punto 1.
En todo este proceso se ponen en marcha los músculos necesarios para contraerse cuando es pertinente y todo se consigue por el método de prueba, error o acierto, hasta que en el cerebro se graba el programa que, de forma secuencial, ordena a cada músculo moverse de la forma adecuada. La repetición del proceso es lo que hace que el programa se grabe hasta alcanzar el momento en que se produzca de forma automática, sin que el sujeto sea consciente de los músculos que actúan.
Sin embargo su organismo funciona correctamente y de forma automática en cuanto a la circulación sanguínea, movimientos del corazón, comunicaciones a través del sistema nervioso y es capaz de respirar, orinar, defecar…Todos esos programas vienen de serie. Sin embargo deberá crear programas para orinar y defecar solo cuando esté sentado en el orinal, por tanto aprende a contener estos impulsos.
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