En 1986 obtiene el Primer premio de pintura CIUDAD DE TOMELLOSO, presentando su primera exposición individual en la Casa de la Cultura de su ciudad. En 1988 obtiene el primer premio XXV ANIVERSARIO DE LA COOPERATIVA VIRGEN DE LAS VIÑAS de Tomelloso. En 1989 expuso su obra en Madrid y en salas de la Casa de Castilla-La Mancha.
Sigue
exponiendo en diversos lugares de la región y en 1997 expone en la Galería
SOKOA de Madrid con una obra ya madura y luego pasa a Vitoria, Sitges y Málaga,
a la vez que participa en colectivas y certámenes. Ilustra publicaciones,
dirige cursos de plástica y es cofundador del grupo MANCHA 10.
Tiene
los galardones de CIUDAD DE BOLAÑOS, CIUDAD DE MANZANARES, ARGAMASILLA DE ALBA,
ALDEA DEL REY, CIUDAD DE MORAL DE CALATRAVA, CIUDAD DE PUERTOLLANO, nacional
MANUEL LÓPEZ DE VILLASEÑOR de Ciudad Real, VILLACARRILLO, WINTENTHUR-CATEDRAL
DE BURGOS, NACIONAL DE CUENCA, VERA(Almería), CIUDAD DE RIAZA en 2007.
Su
obra forma parte de los museos “López Villaseñor” Ciudad Real, “Antonio López
Torres” Tomelloso, Municipal de Puertollano, “Pérez Guerra” Cortelazor la Real
y Casa Colón de Huelva.
También
en las colecciones de CAJA MADRID, CAJA GUADALAJARA, Diputaciones de Soria y
Guadalajara, Caja Rural de Ciudad Real…
VILLARRUBIA. EFECTO CONTRALUZ
Esta obra mide
120x120 pintada al óleo y es Primer Premio en 2005 en VILLARRUBIA DE LOS OJOS y
tiene un formato cuadrado y, aunque un soporte cuadrado significa que es neutro,
pues en base no hay tensiones, lo cierto es que Fermín lo tensa en varias
direcciones como luego ya veremos, destruyendo ese supuesto equilibrio
neutralizador.
La luz
matinal que baña este paraje la tenemos enfrente girada a la derecha para que
veamos las formas, especialmente los árboles, con un luminoso contorno y las
sombras proyectadas hacia la izquierda con una ligera inclinación.
Desde el
punto de vista del color esta obra nos muestra en la parte superior la zona
celeste con su color correspondiente pero no es un azul celeste limpio sino que
contiene una serie de matices que tienden al rojo y variaciones violáceas en la
izquierda y va transitando al amarillo y variaciones verdes en la derecha.
La franja
siguiente hasta la franja del pueblo es una gama de grises terciarios muy
variada que produce además una gran sensación de atmósfera por color, tono y el
desdibujado.
En la franja
que contiene el pueblo los colores se oscurecen y cobran más intensidad o
saturación destacando el naranja de los tejados y la silueta de la torre que se
sitúa vertical en contraposición de la especie de teselas que semejan los
tejados y forman una franja con cierta inclinación respecto al horizonte.
Bajando vemos
una zona campestre con gamas de colores amarillos, verdes y naranjas que
separan al pueblo de las hileras de árboles. Más abajo hileras de árboles cuyas
copas tienen forma oval provocan un gran contraste tonal con sus bordes
ribeteados de luz.
Por debajo de
los árboles resurge fulgurante el color con destaque de los amarillos y las
sobras proyectadas de color violáceo como corresponde al contraste de los
complementarios, aunque llenos de matices, que provoca esa reverberación
cromática.
El amarillo
luminoso, en estado puro, destaca en unos trazos que conforman una línea recta hacia arriba que
sale de tres curvas paralelas en el lateral izquierdo. Hacia abajo tenemos una
gran fiesta de colores amarillos luminosos y apagados, ocres, tierras, azules,
violáceos, verdes y grises con variados matices que son un auténtico deleite
contemplarlos en perfecta armonía.
Si analizamos
la estructura compositiva nos encontraremos, a partir del horizonte hacia
abajo, con una serie de líneas convergentes en un hipotético punto de fuga
situado fuera del cuadro en el lado izquierdo que he señalado en blanco y que
dada su inclinación producen dinamismo a la composición.
En la parte
inferior vemos también un grupo de líneas convergentes que se dirigen al mismo punto
de fuga externo al cuadro y otras con otros destinos.
Igualmente tenemos
un grupo que se dirigen hacia el lado contrario pero con diferentes direcciones
como pueden verse en rojo.
Los árboles,
por si solos, marcan unos ritmos potentes al estar en línea y tener las copas
ovales, casi circulares en algunos casos, pero no son los únicos óvalos que hay
en la composición como podéis ver, aunque he marcado solo los más importantes. Estos
son la nota femenina de esta obra. He destacado en amarillo el círculo más
importante, puesto que es el centro de interés al que van dirigidas las miradas
por ello es un círculo y no un óvalo, para centrar la atención.
Finalmente podemos
comprobar que hay unas líneas cortas verticales, ligeramente inclinadas que
completan la estructura compositiva de esta obra.
Así vemos que
hay una combinación de líneas unas dirigidas a la derecha y otras a la izquierda
que sujetan la estructura principal, luego están las variaciones con unos
trazos verticales y todas estas se combinan con las curvas ovales, habiendo un
perfecto equilibrio entre lo masculino que representan las rectas y lo femenino
que representan las curvas.
He de
destacar un símbolo que curiosamente he visto en varias obras de Fermín García
Sevilla y que suele estar situado por la misma zona en todos los cuadros, estas
curvas paralelas que pueden corresponder a surcos labrados en la tierra
formando esta curiosa curva.
Aquí vemos
estas curvas en obras diferentes.
¡Esto es pintura de verdad!
Aquí pueden
ver cosas suyas:
1 comentario:
Estupendo análisis Maestro Antonio Sánchez-Gil, de las Obras de Fermín García Sevilla Pintor Autodidacta, de larga trayectoria y colmado de Galardones, Talento innato y/o hereditario. Las fuentes de luz y colores descritos y el empleo de la geometría para el análisis son fundamentales ya que todo en la naturaleza obedece a ciertos patrones geométricos – matemáticos. Hermosos los paisajes costumbristas de García, con el paso del tiempo incrementan su valor tanto monetario como cultural.
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