Esta obra pertenece a mi serie UNIVERSO PROGRAMADO y al tríptico LOS CUATRO ELEMENTOS.
Aunque aún me queda bastante trabajo para terminar esta obra, he querido que la veáis para que os hagáis una idea de mi manera de trabajar.
Pensad que en principio solo hice un dibujo de los contornos principales, di una mancha en color plano y a partir de ahí comenzó el auténtico trabajo. Todos los detalles de la erupción en la boca del volcán la he realizado directamente con el pincel, sin dibujo previo. Así mismo con la lava que discurre formando ese río de fuego incandescente y los bordes rugosos ya fríos y negruzcos.
Es lo mismo que experimenté con las marinas, tal como la que os mostré anteriormente, donde descubrí que si haces un dibujo muy preciso, con todos los detalles y tonos, a la hora de pintar me siento como encorsetado, cuidando no salirme del contorno, con lo cual la pintura resulta menos libre, menos suelta, menos valiente. Me produce la sensación de que voy coloreando rellenando los huecos que me marca el dibujo.
En cambio, cuando el dibujo es simplificado al máximo, solo los contornos generales, y prescindes de todos los detalles, me veo obligado a resolver los detalles dibujando con el pincel, puesto que no lo dibujé antes y esto hace que la pintura resulte “más pintura”, más a mi gusto. Esto que antes solo apliqué a las marinas, es lo que ahora estoy aplicando a todas mis obras y aunque aún no estoy satisfecho del todo, sé que siguiendo este camino llegaré a conseguirlo totalmente.
En las fotos de “detalle” podéis ver hasta la urdimbre de la tela y veréis los toques de pincel que recuerdan a los detalles que os mostré de la pintura de Rembrandt, salvando las distancias pertinentes pues yo soy consciente que nunca llegaré a ese nivel de excelencia.
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