jueves, 18 de mayo de 2023

MI RELIGIÓN

 


Me veo en la necesidad, como tantas otras veces, de aclarar que yo respeto todas las creencias religiosas, políticas y filosóficas de todo el mundo, lo cual no quita que yo esté en mi derecho de manifestar las mías, amparado en la libertad de expresión que es ley en nuestro país. Espero que nadie se ofenda, pues nada más lejos de mi intención, porque mis creencias sean diferentes a las suyas. Y espero que ninguno cometa la torpeza de insultarme por ello, pues eso indicaría su falta de argumentos para rebatirme, además de su intolerancia, y además debe tener en cuenta que ofende quien puede, no quien quiere.

Estoy dispuesto a debatir con quien piense diferente a mí y aporte argumentos que cimienten su punto de vista.

Que nadie piense que quiero fundar una religión y empezar a aglutinar fieles, pues nada más lejos de mi intención. Solo quiero transmitir que podemos vivir sin dioses y a pesar de lo que algunos puedan creer, seguir siendo buenas personas. Y no solo eso, sino que como entonces seremos libres de pensamiento, seremos más creativos y más capaces, al tener más seguridad en nosotros mismos y sin los miedos que nos inculcaron las religiones.

Por eso os contaré a grandes rasgos mi “religión”, cosmogonía o filosofía de vida, que es muy simple en sus postulados y conceptos, aunque algunos puedan tener dificultades para comprenderlos.

Hay un Creador del Universo, pero no es un dios, no existen los dioses, por tanto ninguna religión es verdadera, pues los dioses de los que hablan son mitos creados en su momento, a semejanza de las mitologías griega y romana. El Creador del Universo es el propio Universo sobre cuya materia y energía se estructura o sustenta el Computador Cuántico Supremo con una Inteligencia Suprema que es en realidad un Programa Supremo lleno de algoritmos para cada una de las tareas de creación y funcionamiento del Universo. Este Programa Supremo aprende de si mismo, de los resultados que se van obteniendo en la ejecución de los diferentes algoritmos y esa información se va incorporando al Big Data del mismo, modificando o actualizando el programa primigenio. Lo más cercano a este concepto lo tenemos en nuestro propio ADN donde se sustenta la memoria de nuestros ancestros y no solo de los humanos, el programa que es capaz de crear otro ser humano y que hace funcionar nuestro cuerpo incluido nuestro cerebro, los algoritmos que controlan cada uno de nuestros órganos en su funcionamiento automático, etc. Hoy las llamadas Inteligencias Artificiales están basadas en el mismo principio solo que evidentemente no hay comparación posible, pues son solo un balbuceo.

Esto significa que el Creador del Universo no tiene sexo, y podría decir la Creadora del Universo aunque tampoco se corresponde, de la misma manera que decimos el Ordenador aunque podríamos decir la Ordenadora, tal como decimos “computador” y “computadora”. Nuestro lenguaje no tiene una palabra que sea neutra en este caso. Así hablamos de la inteligencia pero no de “lo inteligencio”.
Por tanto respecto a esta Inteligencia Natural Suprema (INS), no habiendo ninguna por encima de ella y que graciosamente se le ocurre crear el Universo con todo su contenido que va apareciendo y evolucionando a lo largo de millones de años ¿alguien puede pensar que esta Inteligencia necesita que transcurridos miles de millones de años, a partir del Big Bang, cuando aparecen los humanos, les va a exigir que le adoren, que le recen, que le hagan ritos rindiéndole pleitesía y los va a someter y les va a amenazar con castigo eterno si no le obedecen? Si así fuera sería una inteligencia muy corta, llena de egolatría, narcisismo y despotismo, por tanto una inteligencia propia de cualquier dictador humano. Ese es el dios del que nos hablan las religiones. Por tanto no es que el dios, del que nos hablan, sea poco inteligente, sino que son sus creadores y sus clérigos, los que tiene una inteligencia muy corta. Digámoslo de una vez por todas con toda claridad. Por eso se aprovechan de la ignorancia de la gente y nos inculcan sus mentiras desde antes de nacer implantándolas a fuego en nuestra mente.

Así pues esta religión, “mi religión”, que considera que el Creador del Universo es una Inteligencia Natural Suprema, no tiene leyes, no tiene dogmas, no existen ritos, no hay rezos, no hay sacramentos, no tiene templos, no tiene sacerdotes, no tiene profetas, ni predicadores para arengar a las gentes, y sus seguidores no tienen obligación alguna para el creador del Universo salvo que debe cumplir a rajatabla la única ley universal: “Trata a todo lo que existe tal y como te gusta que te traten a ti”. Simplemente el Creador del Universo no es “a nuestra imagen y semejanza”, por mucho que se empeñen los curas, pues está muy por encima de todas las debilidades humanas y por tanto no necesita nada de nosotros en absoluto y por lo que nos deja totalmente libres de obligaciones para con ella, aunque las leyes intrínsecas en nuestro sentir, nos obligan a comportarnos adecuadamente entre nosotros pues en caso contrario eso engendra malestar y venganza.

Evidentemente si cumples esta ley única estarás de acuerdo con la Naturaleza y en ella se condensan el respeto a todo lo que existe, la empatía, el amor, la ayuda a los demás de manera incondicional, la igualdad –no diferenciando sexo, raza, lengua, nivel intelectual, cargos, ideologías, etc.- la consideración hacia los demás, no imponer nada a nadie, respetar todos los puntos de vista sobre las cosas –aunque no los compartamos-, tolerancia…

Como no hay dioses, no hay vigilancia, no hay premios, no hay castigos, pues no existe el pecado, por tanto no hay culpa. El humano puede cometer errores en su actitud y comportamiento social, con respecto a los demás y, por tanto, obtendrá una respuesta a sus actos, pues a toda acción hay una reacción. La respuesta vendrá de otros humanos, de los animales o en general de la Naturaleza.

 Evidentemente como las sociedades tienen unas normas de convivencia cuando alguien se salta las normas, las autoridades de esa sociedad le sancionarán para que corrija su comportamiento y actúe de forma armoniosa con los demás.

Cuando sea la propia Naturaleza la que reacciona, es debido al programa que maneja su funcionamiento, pero no es directamente el Creador del Universo sino el algoritmo que regula el funcionamiento de ese elemento concreto.

Por tanto tienes libertad absoluta de creer lo que quieras y en quien quieras, sea verdadero, falso o imaginado. Tienes libertad absoluta de acción siempre que cumplas con la única ley existente pues si esta no la cumples, tu error tiene consecuencias.

Objetivamente solo tienes una vida y cuando mueras tú desapareces pero dejas una marca en los demás, en la gente con la que has convivido, familia, amistades, compañeros de trabajo, de viajes, de eventos, en tus obras sean técnicas, administrativas, organizativas, de comunicación, artísticas…Depende de ti que tu huella sea positiva o negativa, que la gente te recuerde mejor o peor. La huella más importante y más duradera se materializa en tu descendencia, en tu ADN que les transmites.

Tu vida es tuya y eres el único dueño y tienes todo el derecho a hacer lo que quieras con ella, siempre y cuando tus actos no perjudiquen a los demás.
Ya va siendo hora de que borremos de nuestra mente todas esas cosas que nos han inculcado desde antes de nacer, incluso nuestra familia, todos programados (lo que hace el clero es programar el cerebro de sus fieles) desde hace milenios por las élites que nos esclavizan para utilizarnos como lacayos de su soberbia, altivez, orgullo, arrogancia, vanidad, engreimiento, endiosamiento.

Debemos despertar de esa ensoñación para romper la “mátrix” en la que nos encontramos y ser libres de una vez. Hemos de salir de la “Cueva de Platón” para ver el mundo y la vida tal como es en realidad y no como nos han hecho creer que es.
Comprendo que haya personas a quienes les produzca auténtico terror asumir que no hay dioses a quienes rogar, por tanto tampoco vírgenes y santos a quienes pedirles ayuda en las infinitas ocasiones en que no sabemos que hacer ante los innumerables problemas que nos plantea la vida, pero deben pensar que en realidad nadie le ha ayudado cuando ha rezado y pedido ayuda sino que ha sido él mismo quien lo ha conseguido, implantando la idea en su subconsciente, aunque creyese que era con la gracia de la divinidad; en realidad lo que ha hecho es autoprogramarse y adquirir confianza en sí mismo, en que logrará lo que desea.

Debemos asumir que somos más poderosos de lo que creemos, debemos creer en nosotros mismos y concitar la ayuda de nuestros semejantes con nuestras habilidades para convencerles del valor de su ayuda. Todo lo que has conseguido hasta ahora ha sido gracias a tus habilidades, ningún dios te ha ayudado por la sencilla razón de que los dioses no existen, son un invento, es la mátrix, es lo que te han hecho creer en la “Cueva de Platón” aunque realmente solo son sombras.

Pon toda tu FE en ti y solo en ti, nunca la pongas fuera en nada ni en nadie, pero sí debes confiar, hasta cierto punto, en los demás, nunca al 100 %, pues entonces te llevarás muchos disgustos y te sentirás defraudado tarde o temprano.

Para tener fe en ti fórmate lo mejor que puedas, infórmate sobre el mundo que te rodea, aprende y lucha por tus sueños, se lo más objetivo posible, desarrolla tu propio criterio sobre las cosas que te rodean, sobre los sucesos, sobre la vida y cuando no entiendas algo, busca, lee, medita y aprende. No te creas todo lo que te digan o que está escrito, sino que debes analizar cada cosa y contrastarla con tus conocimientos, con tus experiencias y aunque quien diga una supuesta verdad merezca toda tu confianza, no le creas porque si, comprueba por ti mismo si es razonable y lógico lo que dice, solo de esta manera serás esencialmente tú, haciendo tuyos los conocimientos de los demás mediante tú propio análisis y tú propio criterio.

Para hacerte fuerte psíquicamente, aparte de lo dicho hasta ahora, necesitarás aprender técnicas mediante las cuales puedas canalizar tus frustraciones, tus iras, tus cabreos, tus fracasos…y a la vez que te permitan contener tu euforia ante tus éxitos para que no te creas el mejor del mundo, pues eso también es negativo. La autosugestión o autohipnosis es una gran herramienta, más eficaz que las oraciones al dios inexistente, aunque se asemejen curiosamente, pues es una forma de programarte.

La humildad no consiste en mostrarse a los demás como un ignorante, un desvalido, un inútil o el peor humano del mundo, sino simplemente en saber con certeza nuestros límites y por tanto ser consciente de que ni lo sabes todo, ni lo puedes todo, pero debes trabajar y luchar como si realmente lo pudieras conseguir.
La única forma de avanzar siempre, cometiendo el mínimo de errores, es cuestionándolo todo, especialmente cuestionándote a ti mismo.

Todo esto es lo que yo pienso, he hecho y sigo haciendo, pero tú eres tú, y por tanto eres quien decide sobre tu vida. Mi deseo es que seas tú mismo.

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