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Después de haberse iniciado en el surrealismo en su juventud, se convirtió, tras la Segunda Guerra Mundial, en uno de los principales representantes de la pintura figurativa inglesa. Especializado en retratos, estos suelen excluir la expresión de sentimientos y los personajes representados aparecen bajo una fuerte luz, y con una carnalidad muy perceptible en el caso de los desnudos. Yo diría que los desnudos eran o son bastante crudos.
Su técnica fue variando a lo largo del tiempo, hasta resolver mediante gruesos empastes con pincel o espátula. En el caso de los pinceles, estos eran gruesos y ásperos de pelo de cerda, tal como se puede ver en las fotos de detalles de este autorretrato que fue uno de sus géneros favoritos al estilo de Rembrandt.
En este autorretrato podemos observar como resolvía el rostro, a base de pequeños polígonos planos como si fuera un poliedro, sin transiciones entre cada plano o pincelada-polígono.
Esto me recuerda a como resolví EL QUIJOTE de hojalata, que yo también definí los volúmenes a base de piezas poligonales planas.
El fondo, en color tierra tostada llevada al gris, son solo unos borrones para hacer resaltar la cabeza que está iluminada con intensa luz. Esto provoca una sensación de un rostro duro, rudo, brutal.
Si bien en la primera foto todo nos parece normal y en ella es inapreciable la forma en que está resuelta la pintura, resultando hasta fotográfica, según nos acercamos vamos percibiendo lo que he dicho, viendo un cambio brusco de una zona de luz a la contigua de penumbra.
Bajando vemos los tres elementos fundamentales del rostro: ojos, nariz y boca.
Podemos percibir como se han resuelto los ojos jugando con el arrastre del pincel con diferentes cargas de color, aplicándolo muy cargado o todo lo contrario. Observad como juega con los grises en las zonas de sombra y los tonos rojizos de los párpados sin que haya pintado las pestañas. Otro aspecto interesante son las bolsas por debajo de los ojos, resueltas con diferentes planos o el pegote de blanco sobre la raíz de la nariz para plasmar el brillo.
La boca está en sombra por lo que las diferentes están poco contrastadas y aunque parezca que es solo un esbozo están muy estudiados todos los toques de pincel. En realidad toda la cabeza, con la apariencia de haberse resuelto de forma rápida con unos cuantos toques de pincel, es todo lo contrario, pues tiene muchos toques de pincel, con diferentes mezclas, diferentes cargas de color, diferentes direcciones de la pincelada y distintas formas de cada toque, plano o mancha. Todo está muy estudiado.
Aquí podemos ver con más detalle lo dicho anteriormente respecto a la boca y alrededor.
La oreja izquierda está mucho más trabajada jugando con colores y tonos y con más materia.
Espero que hayáis disfrutado de este viaje y que hayáis aprendido esta personalísima y compleja manera de resolver una pintura.
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