Si todo lo existente está formado por átomos y por tanto
por energía, que al combinarse de muy variadas formas se transforma en materia
que nuestros sentidos pueden percibir, no es menos cierto que esa combinación
de átomos de cada cuerpo, provoca unas radiaciones de muy variadas formas y
características que ya no son percibidas, en general, por nosotros salvo las
audiovisuales. Así, yendo hacia los seres vivos, plantas y animales, estos
producen una variada gama de radiaciones cada uno de los órganos que lo
componen y de forma más completa y compleja los humanos.
Toda radiación energética se convierte o es en realidad
energía electromagnética como lo es la luz y que posee unas características
corpusculares y ondulatorias.
Como sabemos, las ondas poseen unas características
definidas, como son la forma de onda y la frecuencia que podemos observar
también como longitud de onda. La amplitud o intensidad de las mismas y la
posibilidad de modularse unas con otras.
Dependiendo de la frecuencia, las ondas las denominamos
de Radio, Microondas, Infrarrojos, Visibles, Ultravioleta, Rayos X y Rayos
Gamma. Por debajo de estas están las ondas sonoras que son provocadas por
vibración mecánica y que las dividimos en Infrasonidos, Audibles y
Ultrasonidos.
Relativo a los humanos, sabemos que hay personas capaces
de percibir algunas de las radiaciones que un humano provoca, tales como el etérico, el aura y el astral.
El etérico
parece ser una radiación provocada por los átomos de los que está compuesta
toda la materia, pues yo lo percibo al observar cualquier cosa viva o inerte.
Lamentablemente es lo único que yo percibo.
En cuanto al aura, según quienes pueden percibirlo, se
trata de una envoltura oval alrededor de nuestro cuerpo con multitud de
colores, lo cual significa multitud de frecuencias que se mueven como un
torbellino a semejanza de las nubes atmosféricas cuando sopla el viento.
Dicen quienes perciben estas radiaciones, que se
corresponden con cada uno de los órganos de que está compuesto el cuerpo, de
manera que por la forma y color se puede saber si todo funciona correctamente o
hay alguna anomalía o enfermedad en alguno de ellos. También perciben por los
colores y formas, la idiosincrasia o personalidad del individuo y hasta pueden
saber lo que está pensando.
En cuanto al astral, remitiéndome de nuevo a quienes
tienen la facultad de desprenderlo del cuerpo físico, pueden viajar al lugar
que quieran del Universo en el presente, pasado o futuro e incluso a otra
dimensión, donde pueden encontrarse con sus seres queridos fallecidos o con
otras entidades. Según los lamas tibetanos, este es el cuerpo energético que
contiene el YO, que podríamos asimilarlo al Alma del cristianismo, pues según
ellos, al morir el individuo, el astral se desprende y separa definitivamente, viajando a otra dimensión.
Si nos atenemos a los místicos, resulta que tienen
experiencias que ni ellos mismos saben explicar, pues sus percepciones son tan
diferentes de las que tienen en nuestro mundo tridimensional que no tienen
referentes posibles para transmitirnos esas percepciones de manera comprensible,
como puede comprobarse en los escritos de Teresa de Ávila.
Luego sabemos que pueden provocar determinados fenómenos
como levitación de su propio cuerpo o telequinesia, telepatía, precognición, curas incluso instantáneas,
y otros fenómenos que la ciencia llama paranormales y que desconocemos como
pueden producirse.
Olvidemos las denominaciones de sobrenatural o milagros
para estos fenómenos, pues todo lo que sucede es natural y corresponde a la
manera de funcionar la naturaleza, por lo que lo único que sucede es que aún no
somos capaces de darle una explicación natural.
Todo esto nos lleva a la conclusión de que hay muchas
cosas de las que desconocemos su existencia y, de las que conocemos, no tenemos
la más mínima idea de como funcionan.
El esoterismo, en este sentido, es la rama del saber
humano que sabe de la existencia de algunos fenómenos y conoce algunas técnicas
que pueden facultar a los humanos para provocarlas y manejarlas. No obstante,
no todo lo que leas u oigas de presuntos esoteristas es verdad, pues
normalmente quienes hablan mucho de esto son precisamente los que más ignoran y
solo hablan de oídas y desde luego son los que “dicen lo que saben pero no
saben lo que dicen”.
Aquí volvemos de nuevo a la Ingeniería de Dios y al
Universo Programado, como el Creador del Universo ha diseñado en nosotros una
serie de capacidades, con sus programas correspondientes, y que corresponde a
nosotros hallar el camino y la forma de acceder a ellas, según las vayamos
descubriendo.
Dadas las limitaciones de percepción de nuestros
sentidos, en general, los humanos hemos desarrollado diversas máquinas para
hacer visibles determinadas radiaciones, así existen polímetros, osciloscopios,
espectrómetros, dosímetros y contadores Geiger, gausímetros, radiómetros, y
medidores varios de radiaciones electromagnéticas. También existe la Cámara de
Kirlian que presuntamente permite ver el aura de los elementos vivos pero en mi
opinión es una ilusión producida por el fuerte campo electromagnético que ioniza
el espacio entre las placas de la misma.
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