jueves, 5 de agosto de 2021

LA MÚSICA Y SUS EFECTOS

 



Diversos estudios científicos han tratado de explicar qué sucede en nuestro cuerpo cuando oímos y tocamos música. Los resultados fueron asombrosos.
Se han encontrado indicios que desde tempranas etapas se hacía música. Ha sido el acompañamiento obligado en danzas, ritos y fiestas, la música ha permanecido como algo inherente al desarrollo de la historia de los humanos.
La música es rasgo distintivo y cultural, tan distinta en cada región, y por si fuera poco, la música tiene efectos poderosos en el cuerpo humano.
Los efectos de la música en el cerebro se perciben porque la música afecta la química del cerebro. La música hace que liberemos dopamina, una neurohormona liberada por el hipotálamo, y que se le relaciona con el placer; sin embargo, tiene otras benéficas funciones como estar presentes en los procesos de aprendizaje, comportamiento, actividad motora, el sueño, el humor, la atención.
Cuando escuchas música tu cerebro se activa en distintas áreas. Se ha demostrado que, cuando escuchamos música, tendemos a percibir afinidades entre el sonido y el movimiento de nuestro cuerpo. ... Así que, desde tan temprano, la música induce una respuesta motora (en este caso, de movimientos, de vocalización) en nuestra especie.
Las experiencias estéticas, especialmente la música, se sienten literalmente en la piel, en el cuerpo. Para algunas personas escuchar música produce una especie de corriente eléctrica, que los franceses llaman frisson ("poner la piel de gallina"). Esto se ha rubricado también como un "orgasmo de piel". Ciertos investigadores sostienen que no todo el mundo experimenta este estremecimiento sensorial; algunos no logran compenetrarse lo suficiente con la música o con el arte, y esto tiene que ver con el tipo de personalidad.
Las áreas claves que se ven involucradas son las del control y la ejecución de movimientos. Una de las hipótesis postula que esta es la razón por la que se desarrolló la música: para ayudarnos a todos a movernos juntos"
Las personas cantan y bailan juntas en todas las culturas. Sabemos que lo hacemos hoy y lo seguiremos haciendo en el futuro. Podemos imaginar que lo hacían también nuestros ancestros, alrededor del fuego, hace miles de años"
La música se ha convertido en el compañero ideal a la hora de hacer ejercicio. Al escuchar música se afecta el latido del corazón, el pulso y la presión arterial. La música es capaz de cambiar la velocidad de ondas cerebrales, así pues, la música con un pulso de unos sesenta beats por minuto puede cambiar la conciencia beta hacia el rango alfa, esto mejora el estado de alerta y el bienestar general.
También se ha encontrado que escuchar música mientras nos ejercitamos nos puede ayudar a "confundir" a nuestro cerebro y anular sus constantes señales de fatiga que envía lo cual desembocaría en detener la actividad.






En conclusión, la música:
-Regula el nivel de hormonas relacionadas con el estrés.
-Fortalece la memoria y el aprendizaje.
-Afecta la velocidad de las ondas cerebrales.
-Recrea recuerdos.
-Y es beneficiosa para la salud y el bienestar general.
Pero como nos demuestra El Bosco en el Jardín de las Delicias, la música es utilizada por la élite para conseguir de nosotros lo que quiera tal como la usaron los nazis cuando llevaban a los judíos a las cámaras de gas de manera que iban a gusto al matadero. Recordemos que cualquier ceremonial del tipo que sea lleva emparejada la música:
-Celebraciones de todo tipo dependientes de la Iglesia como misas, rezos, nacimientos, comuniones, matrimonios, defunciones, responsos, procesiones de Semana Santa, las saeta, etc.
-El ejército con sus toques de corneta, al izar bandera y arriarla, para mandar la tropa, la música para desfilar, los himnos cantados, etc.
-El Estado en sus ceremoniales muchas veces acompañado de la banda de música independiente o del ejército.
-La radio y la televisión no serían nada sin música, especialmente los anuncios, las cabeceras de los programas, el cine sin música no existiría, recordad que cuando el cine era mudo, había una orquesta en la sala de proyección. La música adormece el sentido crítico y permite la grabación en el subconsciente de los mensajes incluidos los negativos para nosotros.
Ahora, los diferentes métodos de reproducción, nos permiten ponernos unos auriculares y escuchar música en cualquier parte. Especialmente los jóvenes, se aíslan del mundo mediante 
este método.

Como músico, se por experiencia que los tonos mayores provocan sensaciones de alegría y en cambio los tonos menores, las sensaciones son de tristeza y melancolía o romanticismo. Luego los ritmos nos inducen más o menos al movimiento, a la marcha, como sucede en los desfiles o a enaltecer los valores patrióticos o religiosos como sucede con los himnos que están compuestos con tonos mayores, con ritmos rápidos en le primer caso y más lentos en el segundo. Y no olvidemos que las letras tienen una gran influencia al cantar o escuchar junto con la música. Por experiencia personal, he estudiado con música a alto volumen cuando tenía a mis hermanos pequeños alrededor haciendo ruido, pero si no hay ruido me concentro mejor en silencio, incluso para pintar y, si tengo música puesta, se que hay muchos tiempos en que no la escucho. Supongo que todos experimentamos cuando conducimos, que si llevamos música puesta o alguien nos habla, no la oímos cuando hacemos maniobras, especialmente al aparcar en que yo la quito. La música, como información que está entrando en nuestra mente, si el volumen es alto, especialmente, nos impide concentrarnos, pues es lo mismo que cuando nos hablan varias personas a la vez que debemos fraccionar las escuchas y al final no nos enteramos bien de lo que nos han dicho unos u otros.

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