El sistema educativo actual está obsoleto, es del siglo XIX, y se dedican a maquillarlo haciendo pequeños cambios que no resuelven el problema real, pues realmente solo quieren que aprendamos lo justo para trabajar.
Ahora se pelean por autorizar el cambio de curso sin tener todo aprobado y la derecha lo refuta con la teoría del “esfuerzo”,
cuando en realidad les viene muy bien a las élites tener gente poco cualificada, para así manejarla como esclavos absolutos, pero llegará un momento en que no sean necesarios y no tendrán trabajo, y eso es responsabilidad de los gobiernos. Cada ministro que llega al Ministerio de Educación cambia la Ley, pero no cambia el sistema de enseñanza, con lo cual nada se resuelve.
“Al éxito por la práctica” debería ser la idea máxima que dirigiera la educación, y no que se empeñan en mucha teoría y poca práctica. El sistema antiguo de los talleres artesanales era más eficaz en el aprendizaje del oficio, aunque tenía el problema del analfabetismo, pues solo enseñaban el oficio. Hoy la educación debería ser integral y no solo para trabajar.
Luego está el tema de los exámenes, dejando todo a la memoria.
En mi opinión si los profesores se reciclan y cambian por completo el sistema de enseñanza, estudiando pedagogía en profundidad y técnicas didácticas, otro gallo nos cantaría.
Estos son los cambios que a mi entender se deberían aplicar:
1. Eliminar el sistema de las dos vías de Formación Profesional y Bachillerato. Todos se preparan para encontrar un trabajo del que vivir y contribuir a la sociedad, por tanto solo debería haber Formación Profesional y resolverlo por etapas, dando los certificados correspondientes al terminar cada etapa, así se podría tener un trabajo cualificado acorde con el nivel de estudios alcanzado y no como ahora, que si no terminas FP o una carrera, no estás cualificado para trabajar, no tienes nada. Pero además la formación debería ser continua, durante toda la vida.
2. Debería haber, al terminar lo que ahora se llama Primaria, un curso de Orientación en el que se pasara por diversos talleres, en que se hicieran prácticas sobre las profesiones básicas de la sociedad, para que los alumnos se decantasen por la profesión por la que se vean más ilusionados y capacitados de manera innata.
3. La profundidad de las asignaturas debería estar acorde con el nivel que realmente se va a necesitar profesionalmente en cada etapa. No tiene ningún sentido dar mucha materia si luego no se va a usar, pues se olvidará a pesar del esfuerzo. Hablo especialmente de matemáticas, física y química.
4. Introducir ARTE para que los alumnos aprendan a disfrutar del mismo.
5. Añadir una asignatura ¿Filosofía? para que los alumnos aprendan a razonar y desarrollen criterio propio.
6. Dar muchas horas de prácticas, de manera que la teoría sea solo la necesaria para resolver las prácticas y no al contrario.
7. Eliminar el sistema de los exámenes, de manera que se definan proyectos prácticos, en los cuales se utilicen los conocimientos teóricos adquiridos, y para realizar esos proyectos, se puedan utilizar los libros e informaciones necesarios, de manera que lo importante no sea aprenderse las fórmulas de memoria sino como aplicarlas. Así los alumnos comprobarán la necesidad de la teoría que se imparte y, lo más importante, aprende a aplicarla para la resolución de problemas. Observando a los alumnos el nivel de colaboración con el grupo y sus aportes a la resolución de los proyectos planteados, será la referencia para evaluar el aprendizaje en vez de los antiguos exámenes.
8. Hoy la información está al alcance de cualquiera gracias a Internet, por tanto, incluso los libros deberían ser digitales y gratuitos. Además los alumnos podrían ampliar conocimientos mediante el uso adecuado de la información disponible en Internet, por tanto, el profesor no debería ser el transmisor de los conocimientos de la asignatura, sino el que define el nivel de conocimientos a adquirir y el que orienta a los alumnos sobre la manera de conseguirlos y luego les aclara las dudas.
9. Para mí la nueva manera de enseñar sería trabajar por equipos o grupos, así aprenderían los alumnos a colaborar unos con otros en vez de desarrollar individualismos. Cada grupo debe desarrollar un proyecto, por ejemplo: averiguar que fue el Renacimiento. El grupo se reparte tareas: 1) Ideas en general sobre el mismo. 2) Pintura. 3) Arquitectura. 4) Escultura. 5) Diseño. Luego entre todos redactan el proyecto con los trabajos que cada uno ha aportado, formado por textos, fotos y gráficos. El profesor debe saber lo que ha aportado cada alumno, para valorar su trabajo, y puede hacer las preguntas que considere oportunas para cerciorarse del aprendizaje alcanzado.
El viejo método de subir el profesor al estrado llenando la pizarra veinte veces de textos y fórmulas no tiene ningún sentido, pues los alumnos pueden adquirir esa información por otros medios y es el profesor el que debe orientar sobre cómo conseguirla, y resolver las dudas que haya, para luego aplicar esos conocimientos a resolver el proyecto del grupo.
Este es, a grandes rasgos, mi punto de vista sobre cómo debería organizarse la enseñanza, aunque me temo que nadie me hará caso, pues hay muchos intereses: fácticos, políticos, corporativos y financieros.
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