Las eléctricas siempre han tenido un gran poder, incluso individualmente, y con la dictadura de Franco fue cuando se consagró el bloque oligopolístico eléctrico en España, ya que las figuras destacadas de tal sector habían contribuido sustancialmente a financiar la sublevación que inició la Guerra Civil, como fueron los casos de Juan March y José Luis de Oriol. Así, gradualmente, las mayores empresas (Iberduero, Unión Eléctrica Madrileña, Hidrola, Sevillana, Barcelona Traction, Eléctricas Reunidas, etcétera) iban absorbiendo a las pequeñas, que no podían competir en precios y calidad de suministro.
Esto las hizo muy interesantes para los grandes bancos: los dos bancos vascos (Vizcaya y Bilbao), el Banco de Santander, el Central y el Urquijo fueron los mayores inversores, que acabaron formando un compacto bloque de poder financiero-energético. Han ocurrido muchas cosas desde la Transición, pero el poder de las eléctricas permanece, y constituye un serio problema económico que trasciende a la política.
La realidad es que ese poder no solo lo ejercen las eléctricas en España, sino que se repite en toda Europa, en la que la mayoría de los países renunciaron a la Energía Nuclear y han ido cerrándose este tipo de centrales quedando ya pocas en funcionamiento por el miedo a la contaminación de radioactividad.
A las compañías eléctricas, este tipo de centrales les son las más rentables, por lo que no estaban muy contentas con su cierre y más viendo que pronto tendrían que cerrar las que aún permanecen funcionando. Aunque con menos peligro, las térmicas que funcionan con gas, también estaban llamadas a cerrarse buscando el emitir el menos CO2 posible para evitar el calentamiento global.
Ahora observad la serie de “casualidades” que se han producido en el mundo como la subida del petróleo, el encarecimiento del gas por los conflictos del Magreb y de Rusia con Ucrania, lo que al final deriva en una espectacular subida de las tarifas eléctricas más allá del 300 % o eso dicen ellas como causa de la subida de las tarifas.
De pronto, como por arte de magia, la Comunidad Europea comunica que la energía nuclear y el gas natural serán declarados ENERGÍAS VERDES.
Esto quiere decir que no solo no se cerrarán estos dos tipos de centrales si no que probablemente se empiecen a crear nuevas centrales que funcionen con energía nuclear y con gas.
¿Cómo os quedáis? Yo me he quedado a cuadros. Daos cuenta como nos manipulan.
Como colofón nos bajarán un poco las tarifas que estamos pagando ahora, aunque no volvamos a los precios de 2020 y todos contentos.
A río revuelto ganancia de pescadores. Pues así nos montan todas las crisis, sean financieras, petroleras, de fronteras, sanitarias, de energía, bancarias…y todas las pagamos los mismos y siempre se forran los mismos.
Foto: Central de TRILLO
La central nuclear de Trillo (Guadalajara) ha cerrado su actividad en el año 2020 con 13 años consecutivos sin paradas automáticas del reactor, con una producción de energía eléctrica bruta acumulada de 264.024,77 GWh y un total de 253.015,2 horas acoplada a la red desde su puesta en marcha el 23 de mayo de 1988.
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